viernes Ť 21 Ť septiembre Ť 2001
Luis Javier Garrido
La guerra
El gobierno de Estados Unidos está tratando de utilizar los ataques contra el WTC y el Pentágono como pretexto para generar una escalada en la violencia mundial que le permita, a costa de los derechos de los demás pueblos, resolver sus problemas económicos más inmediatos y asegurar mejor los privilegios de las multinacionales, y el gobierno de Vicente Fox se ha asumido como su peón, a pesar de lo que esta iniciativa significa.
1. La operación Justicia Infinita, anunciada por George W. Bush en su mensaje de anoche al Congreso, ha tenido todo en contra desde sus inicios, pues más que una iniciativa destinada a "hacer justicia" o a "luchar contra el terror" está destinada a mantener las estructuras de explotación y de injusticia de las que el gobierno estadunidense se asume como guardián, y a preservar su derecho al monopolio del terrorismo, y por ello encuentra respaldo de gobiernos, pero no de los pueblos. La nueva guerra cuenta además con la resistencia de gobiernos occidentales y la oposición abierta de los pueblos islámicos, aunque cuente, al menos, con un apoyo incondicional: el gobierno foxista.
2. La guerra del gobierno de Estados Unidos "contra el terrorismo" debería empezar en casa, revisando su propio sistema de poder, que ha hecho del "terrorismo de Estado" una de las vías para imponer un modelo único en el planeta, como han subrayado desde hace tiempo los mejores exponentes del pensamiento crítico estadunidense: desde novelistas como Susan Sontag, Norman Mailer y Gore Vidal hasta hombres de ciencia como Noam Chomsky, aunque muchos pretendan ignorarlo.
3. ƑQuién mejor que Federico García Lorca describió Nueva York como un símbolo de las contradicciones del capitalismo que se edifica sobre la sangre de los demás en su famoso libro Poeta en Nueva York, cuando en 1927 -70 años antes del martes negro- escribió: "Debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre de pato; debajo de las divisiones hay una gota de sangre de marinero"?
4. El discurso de agravio de los dirigentes mexicanos no puede esconder que les ofende, no la tragedia humana, sino el agravio que sufrió el sistema capitalista y el poder imperial de Estados Unidos, y que tienen enorme desazón por sentirse desamparados al constatar la ineptitud de ese sistema. De ahí la orden de Fox de cerrar cuatro días la Bolsa Mexicana de Valores, cosa que no hizo ningún otro país; la delirante persecución de Gobernación buscando detener cientos de turistas islámicos, que ha detenido, o la manipulación sin pudor de los medios masivos de comunicación que siguen siendo aparatos de Estado.
5. Fox parece haber olvidado que hace tan sólo seis meses, Bush ordenó un bombardeo irracional contra Irak (16 de febrero), el mismo día que fue a visitarlo a su rancho de Guanajuato, y que él no condenó ese acto de terrorismo de Estado sino que lo avaló en una actitud de abierto servilismo, buscando, al igual que su canciller Jorge G. Castañeda, favorecer sus ambiciones personales a cambio de comprometer los intereses nacionales. La política exterior mexicana tuvo un viraje en los gobiernos tecnocráticos del PRI, que no condenaron los múltiples ataques criminales de Washington en diversas partes del mundo, pero si Salinas avaló la Guerra del Golfo (1990) y Zedillo se doblegó ante todas las acciones genocidas en Bosnia, el Medio Oriente e Irak (1995-1999), en las formas la cancillería mexicana buscó mantener los principios históricos de respeto a la autodeterminación de los pueblos y de no intervención, que ahora oficialmente ya se abandonaron. En nombre del capital, la administración sin rumbo de Fox está aprobando por anticipado la guerra de Bush contra cualquier pueblo, mostrando que carece de principios y de rumbo y que está actuando como el gobierno de un protectorado, pretendiendo no darse cuenta de que actúa contra los intereses de los mexicanos.
6. Tanto que ha hablado Fox de los mexicanos en Estados Unidos, Ƒpor qué no se opone ahora a que sean enviados como carne de cañón a combatir a los pueblos del Islam?
7. El 11 de septiembre mostró que el gobierno foxista no tiene un proyecto nacional y que sólo se mueve en función de los intereses trasnacionales siguiendo las directrices de Washington. El acto fallido de Fox al asumirse atacado fue porque entendió claramente que los atentados estaban dirigidos a intereses que él tiene la misión de defender. Es falso que no se sepa contra quién ni dónde se va a librar la nueva guerra de la Casa Blanca: es una guerra del gran capital trasnacional para imponer su orden económico y busca destruir todo lo que se opone al proyecto neoliberal, y por eso quiere establecer un control más directo sobre los enclaves petroleros del Golfo Pérsico, derrocar a los gobiernos nacionalistas de esa región y subordinar a los pueblos islámicos al american way of life, pero también -y sobre todo- recomponer el orden financiero internacional en función de los problemas domésticos de recesión en Estados Unidos. Por eso Condoleezza Rice, asesora de Bush, decía ayer: "habrá un 'frente financiero' y otro 'militar' ".
8. La primera gran guerra del siglo xxi busca, en otras palabras, fortalecer la hegemonía de Estados Unidos en el mundo en nombre de un proyecto único para todos: el neoliberalismo, por mucho que se enmascare en conceptos como "la justicia", "la libertad" y "la democracia", que no logran encubrir que significa todo lo contrario.
9. La temblorina de Fox y su reacción se deben, por lo mismo, a que sabe que él y su gobierno son por completo dependientes de Washington y que no tienen ninguna capacidad propia de gobierno; y a que no entiende, porque no puede hacerlo, que México es una nación autónoma. Resulta por eso significativo que mientras su gobierno pretenda en múltiples declaraciones dar marcha atrás en su pretensión de enviar soldados mexicanos al frente, Fox esté gastando los recursos públicos en una campaña televisiva en la que aparece subiendo a un avión al lado de George W. Bush. Es el gran honor de un hombre que al menos entiende algo: que sin el apoyo estadunidense y el dinero de empresarios republicanos no habría llegado nunca a la silla presidencial.
10. La guerra de George Bush Jr. desnuda la "transición mexicana" como un proceso confiscado por fuerzas del exterior encubiertas por un puñado de empresarios mexicanos, y cuyo objetivo fundamental, según aparece ahora, era la subordinación de México a Estados Unidos. La responsabilidad es, una vez más, de todos para evitar que con el pretexto del conflicto se entreguen a Estados Unidos el petróleo y los recursos básicos del país y se desmantele aún más nuestro propio proyecto de nación.