viernes Ť 21 Ť septiembre Ť 2001
Jaime Martínez Veloz
šPobre canciller, tan cerca de EU y tan lejos de su padre!
Jorge G. Castañeda jugó un papel decisivo en el triunfo de Fox. Lapidario en extremo, encontró en los 70 años de permanencia del PRI en el gobierno la explicación de todos los males de la sociedad mexicana. Todo fue malo y desastroso; nunca hubo matices en el discurso del ahora canciller: el PRI fue "el horror hecho gobierno".
Soy de quienes creen que el PRI tiene deudas pendientes con la sociedad y que su futuro depende de la capacidad de autocrítica para admitir errores, excesos y abusos del pasado (2 de octubre, Fobaproa, guerra sucia, etcétera). Pero en esos años también hubo importantes logros y ejemplos de sabiduría y actitudes de dignidad republicana, como la del canciller don Jorge Castañeda y Alvarez de la Rosa, ejemplar mexicano y patriota. Sin embargo, según su hijo no hubo excepciones; en esos 70 años todo fue oscuro y negativo. El ahora canciller cruzó el pantano sin chorrearse las plumas. En su acceso a las mejores escuelas del mundo, nada tuvieron que ver los 70 años de corrupción. El historiador excluyó de su propia historia los hechos que lo vincularan con el régimen que criticaba.
Ligado en su juventud con proyectos sociales de izquierda, optó por apoyar lo que fuera, con tal de terminar con el régimen priísta. En el trayecto dejó a Cárdenas y todo aquello que lo vinculara con un pasado incómodo, que ahora, por sus hechos y dichos, ha guardado en el baúl de los recuerdos. Quienes confiamos en su pasado de izquierda no podríamos tener mejor ocasión para comprobar amargamente la validez de la sabiduría popular que con mucho tino dice: "para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo".
Con tal de encontrar espacio en el concierto del nuevo orden mundial, no ha dudado en congraciarse con sus anteriores contendientes ideológicos, sacrificando ideales y proyectos, lo cual no tendría nada de criticable si no fuese porque compromete más que su trayectoria personal.
Ante la tragedia de Nueva York, que dejó muchos mexicanos muertos, pretende hacer valer su frío razonamiento de que, según él, esto nos orilla a alinearnos ineludiblemente a Estados Unidos en un frente integral de lucha contra el terrorismo, sin precisar que ante ese flagelo nos pronunciaremos siempre en contra, sea quien sea el perpetrador, y sin justificar que una atrocidad se castigue con otra.
Resulta obvio que la política exterior mexicana debe supeditarse a los intereses nacionales por encima de frustradas aspiraciones unilaterales de personas, por muy brillantes que sean. ƑCuál es la razón estratégica del canciller para involucrar no sólo a Fox, sino a México en una vulnerable postura política en el concierto internacional?
Castañeda ha insistido en la inconveniencia de rega-tear el apoyo necesario (?) a los estadunidenses, con la peculiaridad de que este ofrecimiento se hizo antes de que Estados Unidos lo hubiese pedido. šQué conducta tan lejana respecto a la de don Jorge!
El experimentado diplomático defendió dignamente los intereses nacionales, soportó presiones enormes en plena insurrección popular contra Somoza, y México rompió relaciones diplomáticas con la dictadura, acto valeroso que pronto imitaron otros países ante la furia de Estados Unidos, que poco pudo hacer para salvar a su testaferro. El Salvador, junto con Nicaragua, pronto sería objeto de la demencial agresión terrorista del gobierno de Estados Unidos. Don Jorge trabajó en 1981 por el reconocimiento mexicano-francés del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), como representante legítimo de un sector importante del pueblo salvadoreño. La digna postura mexicana habría de ser hostilizada por los terroristas Reagan y Bush padre, quienes persistirían en su carrera criminal contra los pueblos centroamericanos.
En su momento, el antiguo secretario de Estado, George Schultz, definió la postura estadunidense hacia el derecho internacional, burlándose de "quienes invocan utopías, métodos legalistas, como la mediación, las Naciones Unidas o la Corte Internacional, e ignoran el verdadero elemento de poder en la ecuación", filosofía por la cual resulta lógico que veten en el Consejo de Seguridad las resoluciones de la ONU que piden a todos los países respetar leyes internacionales.
ƑO qué decir del embargo contra Irak que privó de medicinas a esa nación? "Una decisión bastante difícil", diría Madeleine Albright en 1996; "pero el precio lo vale", respondió cuando se le cuestionó sobre estimaciones que hablaban de 500 mil niños iraquíes muertos por los cinco años de bloqueo.
Ahora otros terroristas amenazan con destruir una humilde nación ubicada en el fin del mundo. Estados Unidos sabe que la violencia y la guerra sí pagan, así que Ƒpara qué hacer caso de legalismos si todo puede resolverse por la fuerza? ƑA esa filosofía ajustaremos la política exterior mexicana, ofrecida en bandeja de plata por quien ve esfumarse, circunstancialmente, su proyecto personal?