VIERNES Ť 21 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
ACONTRAPELO DE LA retórica de campaña (los 15 minutos famosos), la lentitud operativa con la que el gobierno del cambio "responde" a los delicados eventos nacionales y externos no sólo desespera, sino que preocupa: El de por sí precario equilibrio del sistema económico-financiero internacional se encuentra en el filo de la navaja desde hace diez días, y el presidente Fox se da el lujo de anunciar a propios y extraños que su administración está lista "para reaccionar ante cualquier eventualidad, por improbable que ésta parezca".
LEJOS DE PONER EN marcha un plan de contingencia para contrarrestar los efectos negativos de los sucesos del 11 de septiembre en Estados Unidos, el chiquillo mayor lanza un mensaje de "ecuanimidad" y hace público que su gobierno estará "muy al pendiente de la evolución y la marcha, tanto de nuestro mercado interno como del mercado exterior, y estén seguros de que estamos listos".
SALVO EL CORRESPONDIENTE a la inflación -hasta ahora- los pronósticos macroeconómicos planteados por el inquilino de Los Pinos para su primer año de gobierno se han incumplido. Durante el presente año la economía nacional, agarrada con los dientes de la estadunidense, ha pasado de un notorio proceso de desaceleración a una etapa recesiva, ahora agudizada por los inevitables y obvios efectos de los avionazos terroristas en el vecino país del norte.
LA COMUNIDAD FINANCIERA internacional hace y deshace en su intento por atemperar el profundo golpe asestado a su endeble estructura, pero en México -tal vez por llevar la contraria- el inquilino de Los Pinos y su gabinete económico lejos de actuar con la celeridad que amerita la ocasión, han optado por el machacón discurso "optimista" -que ya nadie cree- y por desviar la mirada hacia paisajes más gratos -así sean virtuales- para evitar -suponen- que la enorme, ostentosa ola recesiva caiga sobre los frágiles huesos nacionales.
EL APANICAMIENTO DEL nuevo gobierno es tal, que ha optado por contarle bellos cuentos al país, siempre con la intención de que se alejen los fantasmas: "Hoy somos ya la economía número diez en tamaño a nivel mundial, y estamos sólo a unos cuantos dólares de alcanzar a la economía que ocupa el lugar número nueve. Seguramente para fin de año ya México estará ocupando ese lugar". ƑQué más se puede pedir? Reanima saber que la alquimia económica foxista hará posible dicho avance, a pesar de que en diez meses de gobierno no se ha registrado crecimiento alguno y que, por el contrario, al concluir 2001 las cifras definitivas serán negativas.
PERO EL VOLUNTARIOSO discurso presidencial no se detuvo ahí (la narración, créase o no, es textual): "Esto significa que estamos sólo a una escasa distancia del grupo de las ocho economías (más) grandes del mundo, el llamado G-8. Y ciertamente esto nos trae nuevas oportunidades, pero a la vez nuevos retos y nos reclama nuevas responsabilidades. Ser también la economía más grande de Latinoamérica, y en este sentido también ese necesario liderazgo, esa responsabilidad de caminar adelante en este continente americano, para asegurar que el siglo XXI sea el siglo de Latinoamérica, y ciertamente sea el siglo de nuestro querido México. Yo no tengo la menor duda que estamos por escribir la primera historia de éxito en este siglo XXI". (šUff!)
ƑYA SE CANSARON? Qué lamentable, porque el cuento sigue: "Nos vemos ahora obligados a formar parte de ese grupo selecto de naciones, que son las que toman las decisiones para el desarrollo económico, para la conducción de la civilización y de la humanidad. No podemos rehuir esta responsabilidad y por esto más que nunca tenemos que acelerar el paso impulsando a nuestra vanguardia, impulsando a nuestras instituciones educativas, impulsando a nuestras universidades públicas, que son el verdadero motor que mueve por entero a nuestro país. Nuestro país ha iniciado una nueva etapa de su historia sobre la base de una democracia plena y vigente, y de una economía abierta, estable y competitiva. Nuestra economía está mostrando sus nuevas fortalezas, su solidez que se ha venido construyendo en estos últimos meses. A pesar de que en todas las regiones del mundo se han estado resintiendo los efectos de la desaceleración mundial y de la inestabilidad provocada por los eventos de la semana pasada, hay que decir que los mercados han respondido mejor de lo que se esperaba. México ha sido de los países mejor librados. Hemos actuado con agilidad y prontitud en un ambiente adverso y poco alentador".
COMO TODO BUEN PASTEL, el cuento del chiquillo mayor tuvo su cereza (obvia decir que los señalamientos entre paréntesis no corresponden a los sentimientos presidenciales): "Nuestra fortaleza económica (con cero crecimiento), nuestros tratados comerciales (el más importante, violentado cotidianamente por Estados Unidos), la intensa labor diplomática que hemos promovido para atraer inversión extranjera (que remite a sus matrices 70 por ciento de las ganancias), el trabajo y la productividad de ustedes, las inversiones dentro del país, nos hacen ver con optimismo el futuro próximo. No aflojemos el paso, no bajemos la guardia, sigamos trabajando duro, que con eso estaremos construyendo el México exitoso, el México triunfador que todos queremos ver pronto, ver lo más rápido posible". Y colorín colorado.
PERO, ƑQUÉ CREEN? Se fue la luz y apareció el coco: el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, dijo ayer que "el golpe del 11 de septiembre, al incrementar drásticamente el grado de incertidumbre frente al futuro, tiene el potencial de provocar, por un tiempo, una desvinculación pronunciada de los compromisos futuros; este desvío desacelerará el ritmo de la economía. De hecho, gran parte de la actividad económica se paralizó la semana pasada". Pero no importa porque la dependencia de México con los amigous del norte sólo es de 80 por ciento.
LASTIMA, TAN BONITO que es imaginar el acceso fast track al primer mundo. Por cierto, Ƒdónde habíamos escuchado ese cuento?
Las rebanadas del pastel:
LOS APROXIMADAMENTE 100 mil trabajadores que hasta hace poco empleaban las principales líneas aéreas internacionales se manifestaron en distintas ciudades del mundo para exigir al presidente Fox que de inmediato los incorpore a su cuento... Los que laboraban en Mexicana de Aviación y Aeroméxico no suscribieron tal demanda, por la simple y sencilla razón de que el relato se lo saben de memoria...
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