Ť Los senadores de Puerto Rico dedicaron un día en su honor
Olga Tañón regresa a sus raíces musicales con Yo por ti
ARTURO CRUZ BARCENAS
"La reina de la salsa es Celia Cruz; ese ritmo es, para mí, más difícil de trabajar", expuso Olga Tañón, quien regresa en su nuevo disco (Yo por ti) a sus raíces musicales, con las que comenzó profesionalmente: al merengue, la balada, el ritmo caribeño. Previamente grabó dos discos de música pop, pero la verdad eso no es lo suyo. No en balde la puertorriqueña es conocida como La reina del merengue.
En conferencia de prensa, realizada el lunes pasado, en el hotel Marriot de Polanco, Olga llegó regando sensualidad. Bella y con carácter fuerte, diferente, respondió con la seguridad que da la fama. Su divorcio está fresco, pero no es de las mujeres que se sumerjan en el abismo oscuro de la depresión. "Veo hacia adelante", aseguró. No tiene tiempo para eso. Le ha costado mucho llegar al sitio donde está. De familia pobre, sus padres, en su natal Santurce, la criaron con sacrificio. Ni modo de lanzar por la borda tal esfuerzo, tal ahínco.
Su vida fue como la de la mayoría de la gente: un poco de escuela, otro tanto de coro de iglesia, un trabajito por aquí, otro por allá, en tiendas de ropa; fue salvavidas en la piscina de Levittown. Más clasecitas de costura y diseño. En esas andaba cuando recibe la invitación para formar parte del grupo merengueño Las Nenas de Ringo y Jossie (con, por supuesto, Ringo Martínez). De ahí al conjunto Chantelle. Luego llega la etapa solista, cuyo primer disco fue Sola, en 1992.
Olga logró con esa producción destacar en un medio dominado por los hombres. Viene el disco Mujer de fuego (1993), que logró altas ventas, y dos temas la encumbraron: Vendrás llorando y Muchacho malo.
Canta con pasión y se mueve que da miedo, es decir, sabrosón, movimiento del esqueleto bien cañón. El rostro de niña de repente se torna duro; no hay tal, pues tan sólo es que para el merengue a veces hay que echarle teatro, drama. Fue catalogada como el Rostro más bello de la televisión puertorriqueña. Es como señala el poeta que debe ser la mujer, bonita. La belleza, gracia que Dios reparte a raudales en algunos privilegiados, no fue indiferente a los senadores de su país, pues decidieron designar el 9 de noviembre como El día de Olga Tañón. De ahí a la fecha su carrera ha ido en ascenso.
Una muñeca, un juguete con su rostro, se halla en el mercado. Para saciar ilusiones. Ahora presenta Yo por ti, tropicalísimo; con el primer sencillo: Cómo olvidar. El cidí reúne ritmos caros a los seres de alma en permanente movimiento, con turbina solar: merengue, salsa, guaguancó, boogaloo, balada.
En el 2001 lanzará al mercado un disco con temas de El Buki Mayor, Marco Antonio Solís. Hoy actuará en el Salón 21 de Polanco, sito en Andrómaco y Moliere.