DOMINGO Ť 23 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Los Apri se quintuplicaron de 1990 a 2000; el año pasado se concretaron mil 941
Flexibilizará el gobierno la entrada de inversión extranjera para compensar escasez financiera
Ť Se concretarán acuerdos con 78 países; 36 de ellos son economías en desarrollo
HUMBERTO ORTIZ MORENO
El gobierno mexicano reforzará su estrategia de apertura, privilegios y facilidades para la inversión extranjera, a fin de compensar la escasez de financiamiento internacional y los efectos de la crisis económica, y seguirá avanzando para crear condiciones jurídicas que den seguridad y certidumbre a los operadores económicos foráneos y nacionales.
Así, instrumento fundamental son los denominados Acuerdos de Promoción y Protección de la Inversión (Apri), cuyo número -para dar una idea de la prioridad que se ha concedido al capital transnacional- durante el periodo 1990-2000 prácticamente se quintuplicó.
Esto es que, de acuerdo con informes de la Secretaría de Economía, ya para el año pasado México había concretado mil 941 Apri. Precisamente en el 2000 firmó 84 instrumentos de ese tipo, a un ritmo de casi uno cada cuatro días.
De hecho la proyección es aterrizar Apri con empresas de 78 países, 36 de ellos economías en desarrollo.
En la perspectiva de los estrategas de la Secretaría de Economía, es fundamental ubicar a México como una nación atractiva receptora de IED y expandir la modalidad de Apri a través de la creación y reforma de leyes, reglamentos y tratados que otorguen la mayor seguridad y certidumbre a los capitales foráneos.
Como muestra de la magnitud de la apertura al capital transnacional en el mundo, se calcula que se han realizado mil 185 cambios a legislaciones que regulan la inversión extranjera directa, de los cuales 95 por ciento tienen el objetivo de proporcionarle un entorno favorable.
Sin embargo, investigadores universitarios cuestionaron la conducción de la economía por parte del gobierno foxista, al tiempo que alertan sobre el fracaso del modelo capitalista neoliberal y la trasnacionalización de la economía mexicana, pues hasta ahora han polarizado a los mexicanos y al menos 50 familias de riqueza extrema mantienen arruinados a alrededor de 50 millones de pobres.
Incluso, David Márquez Ayala, experto de la UNAM, propone fijar un impuesto
de 50 a 60 por ciento general a las utilidades de los corporativos trasnacionales de todo el mundo, a modo de requilibrar los ingresos fiscales de las naciones, permitir un desahogo de las finanzas públicas y paliar el proceso de concentración de excedentes económicos en torno de las corporaciones.
Y es que, aseveró, la administración de Vicente Fox pretende atraer inversión extranjera al ofrecer tasas impositivas al capital foráneo por debajo del promedio internacional del 35 por ciento.
Reunidos en torno de la presentación del libro Estado y acumulación de capital, de José Ricardo Ramírez Brun, los analistas Armando Labra y Alejandro Alvarez decretaron el fracaso del modelo neoliberal, porque las economías no sólo no crecen, sino que son inestables, llenas de ciclos pronunciados de crisis profundas y, cuando hay crecimiento, no distribuye sus beneficios y perfila una creciente concentración del ingreso.
Márquez recordó que en el periodo de 1950 a 1970, que incluye la década del proteccionismo, el crecimiento promedio fue de 5 por ciento, pero durante los últimos 20 años, pese a la liberalización comercial, la evolución de la economía fue de la mitad de esa época, o sea de 2.5 por ciento. "Estamos viendo la modernización de una elite, pero un retroceso social generalizado, gracias al fundamentalismo neoliberal", concluyó.