DOMINGO Ť 23 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Un libro de cocina atribuido a la poetisa alumbra aspectos desconocidos de su vida

Con un recetario, Sor Juana reconcilió dos mundos

MONICA MATEOS-VEGA

Un libro de cocina del siglo XVIII cuya autoría se atribuye a Sor Juana Inés de la Cruz es el pretexto de Angelo Morino, profesor de literatura hispanoamericana de la Universidad de Turín, para reflexionar acerca de la vida de la monja jerónima.

Publicado por el Grupo Editorial Norma, El libro de cocina de Sor Juana Inés de la Cruz -de reciente publicación en México- presenta, más allá de las hipótesis de autenticidad del recetario, "un intento por sacar a la luz algún fragmento más sobre una obra enigmática".

Según Morino, aún queda algo por decir acerca de Juana de Asbaje. Por ejemplo, los detalles que rodean el libro de cocina, cuyo prefacio a la edición realizada en 1979 indica que el manuscrito sobre el cual se ha basado la publicación de imprenta contiene "unas recetas que (la monja) seleccionó y copió de un libro de cocina del convento de San Jerónimo".

El investigador explica que luego de una nota introductoria, en el libro de 1979 se explica que el manuscrito original "tiene forma de cuadernillo firmado por la poeta en dos formas, un verso que lo inicia y un autógrafo con el que lo concluye".

El soneto que acompaña al libro de cocina dice: "Lisonjeando, šoh, hermana!, de mi amor propio/ me conceptúo formar esta escritura/ del Libro de Cocina y šqué locura!/ concluirla y luego vi lo más que copio./ De nada sirve el cuidado propio/ para que salga llena de hermosura,/ pues por falta de ingenio y de cultura,/ un rasgo no he hecho que no salga impropio."

La información agrega que "buscando su autentificación, encomendamos al laboratorio de la Procuraduría General de la República el estudio del manuscrito. El resultado fue saber que es una obra escrita en papel del siglo XVIII. Estas y otras razones que se incluyen en el dictamen hacen suponer que se trata de una copia hecha en ese siglo, de un manuscrito original de Sor Juana, ya que ella murió en 1695".

El argumento central del texto de Morino que acompaña el recetario lo constituyen las filosofías de cocina a las que Sor Juana alude en su Respuesta a Sor Filotea, con el fin de reivindicar el derecho al estudio que la religiosa reclamaba para las mujeres.

Este indicio lleva al autor italiano a mostrar cómo Sor Juana trataba, por medio del Libro de cocina, "de unir dos mundos divorciados entre sí en el siglo XVII: el mundo de la cocina, espacio anónimo del saber femenino que pasa de mujer a mujer, y el mundo de la biblioteca, espacio privilegiado para el sexo masculino".

Angelo Morino agrega: "Dulce de nueces, caramelos, chocolate en polvo, hierbas buenas para la nutrición o para la salud, guisado de pescado y de pollo: estas son algunas de las huellas del saber y de la práctica de los quehaceres culinarios que se encuentran diseminadas en los textos poéticos.

"A partir de las filosofías de la cocina, expresándose de allí en adelante a nombre del sexo femenino, Juana Inés articularía una intensa reivindicación del derecho al conocimiento que, en cuanto mujer, no le era reconocido."

No obstante, el investigador asegura que "es bastante probable que, en la vida de cada día, Juana Inés prefiriese pasar más tiempo en la biblioteca que en la cocina, sin ocuparse de la invisible cotidianidad delegada a su sexo, cuyo desempeño dejaba al cuidado de las demás".