EU. EN PIE DE GUERRA
Ť "Vamos a mentir", advierte un oficial del ejército al diario The Washington Post
En curso, guerra de la información en EU; anuncian "estrictos límites"
Ť Creciente campaña para "asegurar" la lealtad de los periodistas en esta acción bélica
Ť La censura no se limita a los noticiarios; programas de humor político han sido cancelados
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 24 de septiembre. El gobierno de George W. Bush ha anunciado nuevos y estrictos límites a la información que será divulgada a los medios durante la nueva guerra contra el terrorismo, y un oficial gubernamental afirmó hoy que un aspecto de esta "nueva guerra de información" será mentir a la prensa.
"Esta es la guerra más intensa de información que se pueda imaginar. Vamos a mentir", dijo un oficial militar que participa en la planeación de este conflicto al diario The Washington Post. Al parecer, tratando de justificar lo dicho, el oficial añadió: "si esto es una guerra de información, ciertamente los malos van a mentir".
Según el crítico de medios de The Washington Post, Howard Kurtz, hay una "creciente preocupación" entre los periodistas sobre cómo el gobierno manejará la información en torno al conflicto.
Esta nueva guerra de (o mejor dicho, sobre) información presenta algunos desafíos para los funcionarios estadunidenses que han presentado a los terroristas responsables de los ataques contra el World Trade Center y el Pentágono como agresores que se oponen y hasta odian los "valores" estadunidenses. Como lo dijo el propio presidente George W. Bush la semana pasada: "esta gente (los terroristas) no soporta la libertad. Odian nuestros valores. Odian lo que representa Estados Unidos".
Pero la defensa de la "libertad" podría implicar imponer límites a la "libertad de información", según la Casa Blanca. "Este gobierno tiene el compromiso de la plena divulgación de información que mantiene fuerte al país, mientras se asegure de que no se revelará ningún dato que pueda hacer perder vidas o minar misiones", comentó Ari Fleischer, vocero de la Casa Blanca, la semana pasada.
Claro, las restricciones a la prensa no es algo novedoso. Mentir o "desinformar" a los medios ha sido una práctica que se le ha descubierto a un gran número de funcionarios y políticos en este y otros países desde hace muchos años (tal vez desde el primer político y la primera prensa en la historia), pero particularmente desde la guerra en Vietnam el tema de cómo manejar o controlar a los medios durante una conflicto bélico ha sido un asunto importante para los estrategas militares.
De hecho, uno de las primeros elementos incluidos en la asistencia militar estadunidense otorgada a México después de la rebelión zapatista en 1994, fue la capacitación en relaciones públicas, y el control y manejo de información.
Un ex vocero del Pentágono -Jay Coupe- declaró a The Washington Post que en 1988 los militares estadunidenses filtraron deliberadamente una nota falsa a corresponsales estadunidenses de televisión sobre los movimientos de un portaaviones, para confundir a cualquier enemigo potencial que estuviera viendo ese noticiario. "Estábamos intentando confundir a la gente", dijo Coupe. Durante la Guerra del Golfo los militares censuraron noticias y limitaron severamente el acceso de los medios a los campos de batalla, aunque entregaban a los reporteros videos tomados por cámaras instaladas en los misiles Cruise para dar imágenes a la televisión (el medio con la mayor audiencia en el país).
Actualmente, el gobierno también ha incrementado su censura a trasmisiones de la Voz de América, y este fin de semana el Departamento de Estado prohibió una trasmisión radial en la que se incluía una entrevista con un líder del régimen talibán en Afganistán.
Que una agencia de noticias del gobierno, financiada con el presupuesto federal, censure una de sus notas no es sorprendente, pero según Danny Schechter, director ejecutivo de MediaChannel.org, este acto sí fue notable. "Durante muchos años la Voz de América había buscado establecerse como algo parecido al Servicio Mundial de la BBC, pero ahora estamos presenciando la censura directamente a petición del Departamento de Estado", dijo el crítico Schechter a La Jornada.
Mas allá de la presión por parte del gobierno, parece haber una creciente campaña en este país para asegurar la lealtad de los periodistas con el nuevo esfuerzo de guerra. Una estación de televisión en Baltimore obligó a todos sus locutores de noticias a leer, uno por uno frente a las cámaras, una declaración apoyando la nueva guerra lanzada por el gobierno de Bush.
Este clima de censura no se limita sólo a los reporteros y los noticieros. El programa de charla y humor político Politically Incorrect, conducido por el cómico Bill Maher, y que se trasmite cinco días a la semana en la cadena ABC, fue cancelado por tres estaciones locales, y posiblemente a nivel nacional, debido a comentarios hechos por Maher la semana pasada que no fueron considerados oportunos. La libertad de expresión tiene límites, al parecer.
Danny Shechter, quien también fue un productor de la revista de noticias de la ABC, 20/20, y ahora un reconocido crítico de medios masivos, advirtió que es una situación peligrosa. "Estamos en un momento en que es difícil ver la diferencia entre el gobierno y los medios", comentó a este diario. "Nuestro examen de los medios durante estas últimas dos semanas ha encontrado que hay poca atención al contexto de la noticia, y poca cobertura de opiniones disidentes".