Ť Mantienen la prohibición de utilizar avionetas para la fumigación en campos
Se investiga posible ofensiva terrorista con armas químicas y biológicas, advierte Ashcroft
Ť Ya son 352 los detenidos y aún se busca a 400 presuntos involucrados más, afirma
Ť Se pudo evitar la tragedia; los cuerpos de seguridad tenían pistas: Washington Post
AFP, REUTERS Y DPA
Washington, 24 de septiembre. El procurador general estadunidense, John Ashcroft, confirmó hoy que se investigan indicios de planes sobre un ataque terrorista con armas químicas y biológicas, poco después de que las autoridades federales de aviación extendieron hasta este martes una prohibición al uso de avionetas de fumigación, aparentemente por temor a que sean utilizados para lanzar este tipo de ofensiva.
Dos semanas después de los atentados de Nueva York y Washington, un total de 352 sospechosos están detenidos en relación con los hechos, informó Ashcroft, quien añadió que se busca a unos 400 presuntos involucrados más.
"El proceso de investigación ha dado lugar a 324 registros, 103 órdenes judiciales para permitir el acceso a propiedades de sospechosos y 3 mil 410 órdenes de comparecencia ante un juez", dijo, al testificar este lunes ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, al que pidió simplifique los procedimientos para autorizar escuchas telefónicas y vigilar más estrechamente a los extranjeros, entre otras medidas antiterroristas.
Ashcroft señaló que la investigación está "avanzando agresivamente", pero no precisó cuántos de los individuos fueron detenidos por violaciones a las leyes de inmigración y cuántos por cargos criminales.
Unas 7 mil personas participan en las investigaciones de los atentados, que según un reporte publicado hoy por el Washington Post, pudieron haber sido evitados, pues existieron pistas que no fueron atendidas por los organismos de seguridad, en parte por una falta de traductores para interpretar datos en idiomas extranjeros, incluyendo el árabe.
Mientras, dos hombres, al parecer de origen latino, fueron acusados de ayudar a tres de los secuestradores en los atentados al obtener fraudulentamente licencias de conducir del estado de Virginia el mes pasado, informaron fuentes fiscales citadas por Reuters.
Mohamed Atta, quien habría conducido uno de los aviones que se estrelló contra la torre norte del World Trade Center, aparece en las investigaciones cada vez más claramente como uno de los pilares de los atentados, de los cuales Estados Unidos responsabiliza a Osama Bin Laden, aseguró la revista Newsweek.
Pero el padre de Atta afirmó hoy en El Cairo que su hijo le llamó el 11 de septiembre: "Creo que estaba bajo amenaza, que había sido secuestrado y obligado a llamar", dijo el hombre, Mohamed al Amir Atta.
Sin embargo, Ashcrof, al confirmar que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) investiga indicios de planes sobre un ataque con armas químicas y biológicas, dijo que Atta reunió datos sobre aviones de fumigación.
De acuerdo con varios medios de prensa estadunidense, Atta visitó el aeropuerto municipal Belle Glade ?130 kilómetros al noreste de Miami? e hizo preguntas a los empleados de fumigación acerca de sus aviones, en los dos meses previos a los atentados.
"Estaba haciendo muchísimas preguntas sobre cuánto combustible llevan, que tan rápidas son, qué capacidad tienen", dijo el gerente general de la compañía South Florida Crop Care, Willie Lee. Varios hombres de "apariencia árabe", que dijeron ser estudiantes de aviación, visitaron el lugar para hacerles preguntas a los fumigadores, agregó Lee.
En este contexto, se mantuvo la paralización de los vuelos de fumigación por segundo día consecutivo, medida que regirá hasta mañana por "razones se seguridad nacional", según las autoridades de aviación. En tanto, la FBI instó a los trabajadores de ese sector a mantenerse alertas a cualquier "actividad sospechosa" relacionada con químicos usados en el tratamiento aéreo de los terrenos agrícolas.
Las perspectivas de que terroristas usen aviones fumigadores, capaces de cargar entre mil y 3 mil litros de productos químicos, son atemorizantes, pero un ataque de este tipo sería menos eficiente y letal que los métodos tradicionales, dijeron expertos en bioterrorismo.
"Su efectividad depende de una amplia variedad de factores, incluyendo las condiciones atmosféricas... lo que los hace un método mucho más rudimentario", sostuvo Frank Cilluffo, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacional.
Sobre la posibilidad de que los aviones de fumigación pudieran ser utilizados para contaminar el suministro de agua potable, James Callan, director de la Asociación Nacional de Aviación Agrícola, sostuvo que "sería difícil (...) no podemos esparcir con nuestros aviones ningún tipo de gas".
Nacen los policías del cielo
Así las cosas, las autoridades estadunidenses ordenaron que todos los trabajadores de aeropuertos con acceso a aviones y zonas restringidas sean sometidos a nueva investigación de antecedentes delictivos, al tiempo que la Administración Federal de Aviación Civil (FAA) lanzó un llamado de reclutamiento de policías armados pero sin uniforme, que irán a bordo de los aviones para garantizar la seguridad.
Los Federal air marshals "responden a los actos criminales a bordo de los aviones de línea y a las urgencias en vuelo. Están autorizados a portar armas y a efectuar arrestos", dijo el aviso divulgado por Internet.
Paralelamente, el sindicato de pilotos estadunidenses solicitó poder prestar juramento como los policías, a fin de que se les otorgue el derecho de portar armas y llevarlas en las cabinas del avión, según la CNN. Y la compañía alemana Lufthansa introducirá el uso de los "guardias del aire", reclutados de unidades de elite de la policía de fronteras, dijo un vocero de la empresa en Francfort.
En el pasado, los pilotos habían juzgado con escepticismo el uso de guardias armados, al considerar que un tiroteo a bordo puede dañar delicadas instalaciones o perforar el casco de la aeronave.
Por otro lado, la titular de la FAA, Jane Garvey, dijo que se estudia prohibir la selección anticipada de asientos y el equipaje de mano, así como la instalación de puertas blindadas para proteger la cabina de los pilotos.