El gobernante movimiento talibán de Afganistán tomó este lunes las oficinas de Naciones Unidas en la sureña ciudad de Kandahar; puso bajo llave todo el equipo de comunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas Kabul e incautó mil 400 toneladas de alimentos, denunció Stephanie Bunker, portavoz del organismo internacional.
Por lo pronto, el talibán amenazó con ejecutar a cualquier trabajador de la organización que utilice computadoras y equipos de comunicación, lo que prácticamente paralizó las tareas restantes de socorro en la nación.
Bunker indicó que los talibán también tomaron las oficinas en Kandahar de organizaciones no gubernamentales, que ofrecen servicios de ayuda de emergencia en el país; Kandahar ha sido señalada como una región en donde tiene uno de sus reugios Osama Bin Laden, señalado por Estados Unidos como el responsable de los ataques del pasado día 11.
La ONU solicitó a las autoridades afganas que le permitan usar al menos una radio de alta frecuencia para mantener abiertas las líneas de comunicación con el mundo exterior, pero aún no obtiene respuesta, añadió.
Naciones Unidas advirtió que podría ocurrir un desastre humanitario en caso de que Estados Unidos ataque Afganistán por la protección que el gobierno talibán le brinda a Bin Laden.
De esta manera, Pakistán y la ONU se preparan para una operación humanitaria masiva por la llegada de un millón de refugiados aganos, debido a la inminente guerra contra Kabul.
Desde hace diez días, decenas de miles de afganos abandonan sus hogares por las amenazas de guerrra. Algunos partieron rumbo a Pakistán e Irán, que acogen desde 1980 a varios millones de refugiados.
REUTERS Y AFP