Ť Marcos Matías: a raíz de ataques en EU, los grupos minoritarios serán más vigilados
El reconocimiento indígena, a segundo plano: INI
Ť Urge debate sobre las demandas insatisfechas en la reforma constitucional aprobada, dice
KARINA AVILES
A raíz de los ataques terroristas en Estados Unidos hay "señales claras" de que los grupos minoritarios, entre ellos los indígenas, serán "observados" y cuestionados en sus demandas, bajo el argumento de la "seguridad nacional". Además de que podrían ser considerados como "una amenaza", ahora será "más complicado" el reconocimiento de los derechos de los pueblos excluidos, afirmó el director del Instituto Nacional Indigenista (INI), Marcos Matías.
Previó que habrá repercusiones negativas en el plano nacional, porque las cinco "demandas fuertes" que fueron soslayadas y quedaron insatisfechas en la reforma en materia de derechos y cultura indígenas van a tomar más tiempo en ser satisfechas, al ser colocadas en un "panorama de mucha dificultad".
Por ello externó que el reconocimiento de la autonomía de los pueblos indios -"ahora afectada constitucionalmente"- sólo puede darse en el marco de una discusión y una reforma de Estado.
No es suficiente, agregó, emprender reformas legislativas e incrementar las políticas públicas, pues se requiere también una modificación paulatina a las estructuras políticas "en donde los indígenas, además de participación, tengan el poder de decisión.
"La bolita la tiene el Congreso, el titular del Ejecutivo, los pueblos indígenas, la nación mexicana" y también el EZLN, consideró. México, dijo, necesita escuchar cuál es la postura del Ejército Zapatista, que se "ha tardado demasiado tiempo en el silencio", apuntó.
Un aspecto positivo, destacó, es que la inconformidad a dicha reforma está dentro del cauce legal, lo cual es un mensaje de los pueblos indios de querer resolver el conflicto por la vía pacífica. "Hace falta por parte del Estado, de los legisladores, responder a este mensaje", señaló.
Ceder y conceder
En política, "para evitar la guerra se tiene que saber ceder y conceder. Yo creo que los pueblos indios han concedido demasiado. A la contraparte le hace falta también ceder y conceder", mencionó Matías.
Al participar en la inauguración del diplomado Derechos indígenas, derechos humanos, organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la Academia Mexicana de Derechos Humanos y el INI, insistió en la necesidad de debatir con argumentos los cinco principales puntos que quedaron insatisfechos en la reforma: autonomía y libre determinación; usos y costumbres; tierras y territorio; los pueblos como entidades de derecho público, y el reagrupamiento de los nuevos municipios. Se require profundizar en estos aspectos para "que nos permita en un tiempo corto que el titular del Ejecutivo o el Congreso de la Unión pueda generar" una reforma de la reforma que incluya dichos temas.
Sobre las repercusiones negativas que podrían suscitarse contra los grupos minoriarios tras los atentados en Estados Unidos, Matías dijo que el armamentismo, el terrorismo y las medidas radicales en el orden mundial "van a obligar" a los Estados a limitar los derechos de las minorías.
Los grupos subordinados, añadió, "van a ser" observados y cuestionados en sus demandas bajo el argumento de la seguridad nacional y de la integridad de los Estados.
Lo anterior perjudicará en dos ámbitos: el primero, que el tema del reconocimiento de los pueblos indígenas puede dejar de ocupar la preminencia que a finales del siglo XX alcanzó, y que la renovación y la evolución de los sistemas jurídicos y políticos hacia una mayor apertura democrática y pluricultural "posiblemente se tropiecen con tendencias ortodoxas y conservadoras, si es que no duras y autoritarias."
Destacó que debe haber un esfuerzo por parte de los pueblos minoritarios, pero también de los Estados para enviar mensajes de paz.
"El Estado tiene sus propios intereses, los pueblos indios también, y tiene que haber un punto de interconexión que permita una estabilidad política en México y en cualquier parte del mundo."
Hoy, dijo, la venganza y la unilateralidad de las decisiones "parecen regresarnos a los primeros siglos de la humanidad, poniendo en peligro no sólo la paz, sino la autoridad y legitimidad de los órganos y normas construidos en estos tiempos dolorosos", finalizó.