MARTES Ť 25 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť La contraloría inhabilita y sanciona a dos funcionarios encargados de las obras
Irregularidades en la remodelación del búnker de la PGJDF
LAURA GOMEZ FLORES
La Contraloría de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó que el ex director de Obras y el ex encargado del despacho de la Dirección de Recursos Materiales, Alejandro Villafuerte Covarrubias y Arturo Camacho Contreras, respectivamente, serán inhabilitados por dos años y suspendidos de sus funciones y salario por tres meses, al entregar los trabajos de remodelación del búnker a una empresa privada sin cumplir el proceso de adjudicaciones respectivo ni contar con recursos presupuestales.
La actitud de ambos ex funcionarios para regularizar un proceso que ya estaba en marcha a cargo de la empresa Prymo Construcciones SA de CV, sin una constancia que garantizara al gobierno capitalino las mejores condiciones disponibles en el mercado, podría representar un daño patrimonial para la dependencia cuya cuantificación será revisada posteriormente, indicó el titular de ese órgano, José Carlos Andrade Ruiz.
Tras visitar el inmueble de Río de la Loza número 116, colonia Doctores, el pasado 5 de julio de 2000, la subcontraloría de Supervisión y Auditoría de la PGJDF comunicó que ya se efectuaban trabajos relacionados con la invitación restringida, a la cual se había convocado a la contraloría de supervisión y auditoría de la PGJDF para participar en el acto de recepción y apertura de propuestas técnicas y económicas a celebrarse al día siguiente.
Los ex servidores públicos fueron notificados de inmediato del procedimiento administrativo que se les seguiría sobre el concurso en cuestión, de cuyo análisis se desprendían probables irregularidades, para que el 29 de noviembre de ese año ofrecieran pruebas de descargo y alegaran lo que a sus intereses conviniera por sí o mediante su defensor.
En un análisis de la documentación entregada por dichas áreas a la subcontraloría de quejas y denuncias de la contraloría interna de la dependencia se estableció que Camacho Contreras solicitó al entonces contralor interno de la institución, Francisco Gallardo de la Peña, nombrar a sus representantes para que asistieran a los actos de presentación y apertura de propuestas técnicas y económicas del concurso por invitación restringida a cuando menos tres contratistas, a realizarse el 14 de enero y diferida por el día 26.
El proceso se declaró desierto debido a que las empresas Constructora Akal, SA de CV, y General de Proyectos y Mantenimiento, SA de CV, no asistieron a la apertura de propuestas y únicamente participó la firma Prymo Construcciones SA de CV, a la que se le adjudicaron las obras de remodelación del búnker, que comenzaron desde el 18 de enero.
La contraloría interna de la dependencia precisó que no existe constancia alguna que determinará que su propuesta cumpliera con los requisitos legales, técnicos, económicos, financieros y administrativos que garantizaran al GDF las mejores condiciones de calidad, financiamiento, oportunidad y precio.
Sin embargo, para regularizar el proceso el ex encargado del despacho de recursos materiales permitió convocar al concurso de invitación restringida sin contar con suficiente presupuesto, pues los 510 mil pesos calendarizados para las obras tenían vigencia hasta el último día de diciembre de 1999, con lo cual "denotó falta de supervisión, dirección y control de los recursos que tenía asignados".
Nunca, argumentó, "salvaguardó los principios de legalidad, transparencia y seguridad jurídica de los actos inherentes a sus funciones, ocasionando deficiencias en el servicio y uso indebido e inadecuado de trabajos ejecutados por la empresa, lo que podría representar daño patrimonial para la procuraduría".
Villafuerte Covarrubias, en su carácter de director de obras, contraviniendo las disposiciones de la Ley de Obras Públicas, simuló llevar a cabo el proceso de adjudicaciones, enterado de que Constructura Akal, SA de CV y General de Proyectos y Mantenimiento, SA de CV, no asistirían al mismo, pero sin haber informado a su superior jerárquico ni al órgano interno de control esta situación; y sin tomar en cuenta que no tenían recursos para soportar las obras.
Para regularizar el procedimiento se solicitó al entonces contralor interno de la institución Francisco Gallardo de la Peña que nombrara representantes de este órgano para que asistieran a la presentacion y apertura de propuestas técnicas y económicas del concurso por invitación restringida a cuando menos tres contratistas, a realizarse el 14 de enero y luego diferida para el día 26, habiéndose declarado desierta.
La actitud asumida provocó que el personal que representó a la contraloría interna en la supuesta celebración del concurso por invitación restringida LIR/PGJDF/OM-001/00, convocada para la remodelación de la fachada del edificio, signara un acto afectado de nulidad, pues para esa fecha las obras llevaban un avance estimado de 40 por ciento.