MARTES Ť 25 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Las autoridades hallan incongruencias en la versión del empresario sobre su secuestro
Cita la PGJDF a Rivera Cruces por declarar en falso
Ť El líder de dueños de discotecas y bares deberá comparecer a más tardar mañana ante el MP
SUSANA GONZALEZ G.
A casi un mes de haber desaparecido durante un día e imputar el hecho a un presunto secuestro, Jorge Ismael Rivera Cruces, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos AC, fue citado a declarar por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal por el delito de falsedad de declaraciones que se investiga en su contra a propósito de ese supuesto plagio.
En la averiguación previa 10/1712/01-08 que inició a partir del presunto secuestro, la dependencia halló varias "inconsistencias" e "incongruencias" en la versión del empresario sobre lo ocurrido el pasado 29 de agosto, cuando su camioneta fue hallada abandonada en la colonia Del Valle con rastros de sangre y una ventanilla con un impacto de bala.
De ahí que, ante lo "inverosímil" de sus declaraciones, contradictorias con las entrevistas que rindió ante medios de comunicación y las pruebas periciales, Rivera Cruces deberá comparecer ante el Ministerio Público a más tardar el próximo miércoles 26 de septiembre por haber incurrido en el delito de falsedad de declaraciones, informó Alvaro Arceo Corcuera, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF.
En conferencia de prensa, el funcionario advirtió que si Rivera Cruces hace caso omiso del citatorio en tres ocasiones distintas será detenido, y mencionó que de comprobarse el delito del que se le inculpa, se haría acreedor a una pena de dos a seis años de prisión o a una multa de cien a 300 días de salario mínimo, aunque podría salir libre bajo fianza.
Tanto Arceo Corcuera como Pedro Estrada, coordinador de Servicios Periciales de la procuraduría capitalina, recordaron que Rivera Cruces refirió que al momento de ser plagiado, forcejeó con dos individuos y se produjeron tres disparos, uno de los cuales se impactó contra el cristal de la ventanilla del copiloto, pero se ignora donde cayeron los otros dos.
El subprocurador dijo que el empresario sugirió que esos balazos pudieron herir a uno de sus dos supuestos agresores, lo cual, remarcó, resulta "imposible" pues supone que quien recibió los impactos de bala tuvo "el comedimiento de no soltar ni una sola gota de sangre y además salió del vehículo muy ágilmente, según las declaraciones de Rivera, para subir a una Suburban... Eso no pudo haber ocurrido."
Ambos funcionarios recalcaron que, según resultados de las pruebas de criminalística aplicadas, para que se haya realizado el disparo contra el cristal del copiloto el asiento del acompañante debería estar vacío, pero Rivera Cruces afirmó en todo momento que uno de sus dos agresores ocupó dicho sitio. Además, mencionaron que de haber forcejeado con sus presuntos plagiarios como él refiere, en su ropa y manos deberían haber quedado pruebas de pólvora, pero nada de eso se encontró en las pruebas químicas.
Por lo anterior, la procuraduría estableció que "no hubo privación ilegal de la libertad", y Corcuera agregó que es "irrelevante" si las heridas que presentaba el empresario en la cabeza al momento de aparecer se las produjo él mismo o no.