JUEVES Ť 27 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
POR "INCONDICIONAL" QUE sea el respaldo que el gobierno del cambio ofrece a Washington y por feliz que se sienta Jorge Castañeda cabildeando a favor de sus amigos de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, México no podrá evadir los efectos del nuevo ciclo recesivo que reporta el sistema económico-financiero internacional.
HASTA EL 11 DE septiembre pasado, el México "globalizado" y ultradependiente de Estados Unidos trataba de sortear, de una u otra forma (discursos "optimistas" incluidos), la "desaceleración" económica que encabezaba su vecino del norte, pero los atentados terroristas en Nueva York y Washington no sólo pusieron en jaque al planeta, sino que agudizaron el deterioro de la ya de por sí frágil estructura globalizada.
DE HECHO, DESDE LA semana pasada uno de los más puntuales analistas del comportamiento económico en Estados Unidos, y de sus repercusiones en el ámbito internacional, hizo una lectura -sin duda poco grata- de la situación y encendió los focos rojos para que cada nación actuara en consecuencia: "La economía estadunidense (de la que México depende en grado sumo) se paró en seco y por algún tiempo sufrirá perturbaciones", dictaminó Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal.
EN EL MISMO SENTIDO, ayer el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, de la que México es miembro), Donald Johnston, lanzó su propia advertencia ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa: El impacto de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos traerá consecuencias macroeconómicas que "podrían afectar seriamente al crecimiento durante los próximos trimestres; El blanco era Estados Unidos, pero los impactos son sensibles en el mundo entero; será necesaria una acción coordinada para restablecer la confianza, la estabilidad y la seguridad en nuestras economías".
PARA REFORZAR EL AMBIENTE, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, advirtió que el "proceso de recuperación" de la economía de su país se ha detenido, estimando que para retomar esa ruta deberá transcurrir un trimestre, cuando menos. La situación podría ser más crítica, toda vez que el funcionario reconoció que "sólo en algunas semanas más" se podrá medir en su exacta dimensión el impacto económico de los atentados, aunque los efectos ya se resienten.
EN EL MARCO DE focos rojos, alertas, advertencias y demás, el Fondo Monetario Internacional hizo público ayer su informe semestral sobre las perspectivas económicas internacionales. Adelantó que el crecimiento mundial caerá a 2.6 por ciento al cierre de 2001, lo que implica un descenso de casi la mitad con respecto a los resultados obtenidos en 2000 y más de medio punto porcentual por debajo de la estimación que en mayo elaboró el propio FMI.
PARA LOS ANALISTAS DEL organismo, el marcado descenso en los principales indicadores es resultado de una desaceleración más fuerte y prolongada en Estados Unidos, mayor a la originalmente estimada, así como del débil crecimiento europeo y la recaída de Japón, nación que habría entrado en su cuarta etapa recesiva en 10 años. Esta situación se reforzará como resultado de los ataques terroristas en Estados Unidos, con lo que la recuperación económica se retrasará.
POR LO QUE TOCA al ombligo del universo globalizador, el organismo multilateral pronosticó que la economía de Estados Unidos sólo crecerá 1.3 por ciento durante el presente año, es decir, una caída de 2.8 puntos porcentuales en comparación con el cierre del año pasado.
TAMBIÉN EN MAYO EL Fondo Monetario Internacional proyectó que el producto interno bruto de las naciones latinoamericanas crecería alrededor de 3.7 por ciento. Sin embargo, tras los sucesos del 11 de septiembre pasado, el organismo reconsideró tal estimación y ahora la sitúa en tan sólo 1.7 por ciento al cierre de 2001.
EN LAS DOS ULTIMAS semanas, la mayoría de los genuflexos gobiernos (del mundo blanco y civilizado, desde luego) ha intentado subirse a la "tabla de salvación" que históricamente ha significado "estar bien" con Estados Unidos, en un intento por sortear la crisis recesiva que está tocando la puerta y así "quedar bien" con los amigous para que éstos no cierren la válvula de oxígeno financiero.
POR LO QUE TOCA a México, el presidente Fox sigue presumiendo su constante contacto telefónico con George W. Bush y no pierde oportunidad para reiterar el apoyo "incondicional" que su gobierno comprometió con el estadunidense, mientras que el secretario de Relaciones Exteriores repite el numerito y asegura que el conflicto de Estados Unidos también es de México.
PROBABLEMENTE EL GOBIERNO del cambio ya obtuvo "mucha sabiduría de parte de quienes habrán de tomar las decisiones de cómo será este esfuerzo en contra del terrorismo" (Fox dixit), pero hasta ahora la "incondicionalidad", la defensa a ultranza de la política belicista de los vecinos del norte y las múltiples llamadas por el teléfono rojo sólo se han traducido, para México, en el endurecimiento de la política migratoria de los amigous en contra de los indocumentados mexicanos y, desde luego, en cero recuperación económica.
LASTIMA QUE EL COMENTARIO de Carlos Fuentes llegó tarde: somos socios de Estados Unidos, pero "de ninguna manera sus achichincles".
Las rebanadas del pastel:
HABLANDO DE CRISIS, en Argentina el gobierno de la provincia de Entre Ríos declaró ayer "vacaciones" de 72 horas para todo el personal de la administración pública. La decisión no fue resultado de la generosa actitud de la autoridad local, sino de la grave situación financiera que aqueja a este distrito. De acuerdo con un despacho de la agencia Ap, el gobernador Sergio Montiel, del mismo partido político del presidente Fernando de la Rúa, invocó como causa de la medida razones de "fuerza mayor, para buscar un equilibrio en la tensión social que vive la provincia ante la falta de fondos", al tiempo que solicitará autorización del Legislativo para emitir un bono por 180 millones de dólares, para afrontar la grave circunstancia. El feriado de tres días rige para la administración provincial, las escuelas públicas y los hospitales, que atenderán con guardias de emergencia... El precio de las acciones de America Online Latin America reportó ayer una caída de 7 por ciento, después de que la empresa decidiera recortar 7.6 por ciento de su plantilla laboral. Este consorcio es subsidiario de la transnacional AOL Time Warner.
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