JUEVES Ť 27 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Participará en un homenaje al músico cubano el sábado en Bellas Artes

La historia de Chico O'Farrill, ligada íntimamente a México: Paquito D'Rivera

Ť Trabajar con él era aprender mientras te divertías, afirma el saxofonista y clarinetista

Ť Me encanta hacer música de cámara y jazz, pero disfruto con las improvisaciones, dice

JUAN JOSE OLIVARES

Paquito D'Rivera es un virtuoso del saxofón y el clarinete, que luego de aprender música desde los cinco años -con su padre Tito, uno de los primeros saxofonistas clásicos de Cuba-, tocar a los diez con la Orquesta del Teatro Nacional de La Habana, fundar su propia agrupación (la Orquesta Cubana de Música Moderna, de la cual surgió el grupo Irakere) y compartir escenario con las más importantes orquestas filarmónicas y sinfónicas del mundo, vuelve a México para presentarse en Bellas Artes los próximos 29 de septiembre y 2 de octubre junto con la Afrocuban Big Band de Chico O'Farrill (dirigida ahora por su hijo Arturo), en un homenaje que se le realizará al compositor y arreglista cubano.

Paquito, quien conoció a O'Farrill desde niño -''porque mi padre, además de ser un gran músico, era vendedor de instrumentos; entonces Chico iba a comprarlos a mi casa''- comentó a La Jornada vía telefónica desde Nueva Jersey: ''La historia de Chico O'Farrill está ligada a México, al igual que la historia de la música cubana. Siempre lo consideramos como el decano de los arreglistas cubanos. También fue un gran compositor, pero sobre todo expresaba en su totalidad el arte de arreglar, que es algo que se subestima y que es muy importante. Es el más importante de los arreglistas contemporáneos, fue extraordinario, un maestro en toda la extensión de la palabra, y haber tenido la oportunidad de aprender de él fue algo que agradezco a mi padre, que fue quien me lo presentó".

Pero D' Rivera, músico ascético ganador de un Grammy (en 1997 por su disco Retratos de Cuba) y que ha girado con sus grupos por todo el orbe con el arte de sus 25 álbumes, no es la primera vez que actúa en el palacio de mármol, ya que el año pasado compartió este proscenio con la Orquesta Sinfónica Nacional (que dirigió el cubano Gonzalo Romero) en un homenaje a los compositores George Gershwin (EU) y Ernesto Lecuona (Cuba). También actuó en la Plaza de la Constitución, y en ocasiones anteriores en la sala Nezahualcóyotl.

"Considero un honor que me hayan invitado a participar con la orquesta de Chico O'Farrill, que fue un amigo de mi padre y mío desde hace tanto tiempo; y más que sea en la ciudad de México, país al cual le tengo una alta estima, y donde por cierto Chico vivió muchos años y de donde es su esposa y uno de sus hijos. Bellas Artes es un sitio maravilloso que me trae recuerdos porque mi papá tocó allí con su banda en los años cincuenta, cuando yo era un infante."

-ƑCuál fue el aprendizaje que Arturo (nombre de Chico) le dejó?

-Es que no sólo era un gran músico, sino una persona especial; un tipo carismático y muy querido. Trabajar con él era tener a una fuente del saber y de disfrute al lado de uno; era divertirte mientras aprendías.

El cubano D'Rivera ha equilibrado a lo largo de su carrera -que incluye una participación discográfica con O'Farrill y otras estrellas, como Gato Barbieri, Israel López Cachao, Tito Puente y Chano Domínguez, entre otros, en el disco Heart of a legend, así como en la película Calle 54, del español Fernando Trueba- el jazz latino con arreglos clásicos, con los que ha interpretado desde Mozart hasta Bach con las más importantes orquestas.

-Eres polifacético. ƑDónde te sientes más pleno: tocando con quinteto, solo, big band u orquestas?

-Es que tengo que pagar mi renta -bromea-. Tú sabes que son distintos amores, es como el de madre, esposa o el de hijo. Todos son tan distintos. Soy signo Géminis, por lo que me aburro de hacer las mismas cosas todos los días. Me encanta hacer todo tipo de trabajo: música de cámara, jazz... pero quizá donde me siento más a mis anchas es haciendo improvisaciones, que es lo que me ha gustado siempre, pero también me encanta tocar a Brahms y otros clásicos de todos los tiempos. (Como hará el próximo mes en Aguascalientes con orquesta sinfónica.)

El músico, creador de las agrupaciones Paquito D'Rivera Big Band y Paquito D'Rivera Quintet, y quien ha sido requerido por músicos de la talla de Dizzy Gilliespie ("quien siempre tuvo que ver mucho con los músicos cubanos, desde su trabajo con Chano Pozos o Chico O'Farrill, y cuando llegué a EU en el 80 me invitó a hacer una gira con él por Europa, lo que me abrió puertas"), explica ese equilibrio entre interpretar el jazz latino y la música clásica: ''la cuestión es hacer todo con mucho respeto, investigando cómo funciona cada estilo para no ofender, para hacerlo lo más fielmente posible, como lo hizo el autor y como el estilo lo pide. Como te decía, mi padre fue el que importó la escuela francesa de sax del Conservatorio de París hacia La Habana, en los años cuarenta, por lo que crecí en un ambiente muy ellingtoniano, porque Duke Ellington dijo que sólo había dos tipos de música: la buena y la mala. Y es que en mi casa se oye de todo tipo de música todo el tiempo, desde mariachi hasta Stravinski; se oye de todo siempre que sea de calidad".

El cubano adelantó que para el concierto de Bellas Artes se escuchará casi íntegramente música compuesta o arreglada por Chico O'Farrill, incluyendo algunas hechas especialmente para Paquito, quien subirá a las tablas "con sus dos instrumentos, por si acaso".