GERTZ MANERO: DIAGNOSTICO DESOLADOR
En
su comparecencia del pasado martes 25 ante el Legislativo, en el marco
de la glosa del primer Informe de gobierno del presidente Vicente Fox,
el secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, expuso
una alarmante descripción de los sistemas de procuración
e impartición de justicia en el país y puso en el centro
de la atención pública dos de las expresiones más
exasperantes y ofensivas de tales sistemas: la impunidad imperante, que
difícilmente puede conciliarse con la vigencia de un estado de derecho
--92 por ciento de las averiguaciones previas quedan inconclusas o no se
traducen en alguna medida de procuración de justicia--, y la existencia
de escandalosos e inaceptables privilegios económicos ante el Ministerio
Público y ante los tribunales: las cárceles, dijo, "están
llenas de pobres e indefensos, mientras los ricos, bien defendidos, se
burlan a diario de nosotros".
El primer señalamiento alude a un vicio estructural
y añejo de la procuración de justicia. El enorme rezago de
las averiguaciones previas, el vasto volumen de órdenes de aprehensión
que no se cumplen, los casos que se archivan, congelan o traspapelan en
las procuradurías estatales y en la General de la República
no son un secreto para nadie, sino realidades dolorosas e indignantes.
El segundo se ha puesto de manifiesto en tiempos recientes
en diversos procesos contra varios presuntos delincuentes acaudalados que,
invariablemente, consiguen amparos y libertades bajo fianza --los ex banqueros
Isidoro Rodríguez y Carlos Cabal Peniche, el político priísta
Oscar Espinosa y el propietario de antros Alejandro Iglesias Rebollo, entre
otros--, mientras que cualquier ciudadano carente de recursos para contratar
un bufete de abogados suele acabar en prisión por acusaciones mucho
menos sólidas que las formuladas a los imputados de delitos "de
cuello blanco".
Gertz Manero señaló que otra preocupante
disfunción de la procuración e impartición de justicia
es la desprotección en la que quedan las víctimas de ilícitos
desde el inicio mismo de los trámites judiciales, así como
la falta de relación entre la penalización de los delitos
y la reparación de los daños.
Asimismo, el funcionario refirió varias deficiencias
del Sistema Nacional de Seguridad Pública, especialmente las relacionadas
con la incapacidad para utilizar equipos adquiridos de manera discrecional
durante el gobierno anterior y que, por fallas de planeación, se
encuentran almacenados.
No debe omitirse el dato significativo de que, a diferencia
de lo ocurrido con otras comparecencias en curso, la de Gertz Manero no
dio lugar a impugnaciones relevantes, acaso porque su percepción
de los problemas parece exenta de triunfalismo, autocomplacencia y arrogancia.
En su parte propositiva, la intervención del secretario
de Seguridad Pública planteó la necesidad de reformar a fondo
las normas vigentes --incluso algunos preceptos constitucionales-- para
avanzar en la construcción de un real Estado de derecho y colocar
al estado en posición de derrotar la inseguridad, delincuencia y
impunidad.
Cabe esperar que el debate al respecto comience a la brevedad
y suscite el interés de la sociedad, la cual, a fin de cuentas,
es la víctima de la inseguridad, el desbarajuste judicial, la corrupción
y la inoperancia de los actuales sistemas de seguridad, procuración
e impartición de justicia.
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