VIERNES Ť 28 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť La religión no debe usarse para atizar conflictos, dice
Pide el Papa al pueblo de EU ser "magnánimo", luego de los atentados
AFP
Etchmiadzin, Armenia, 27 de septiembre. Juan Pablo II pidió este jueves a los estadunidenses que sean "magnánimos" después de los atentados del 11 de septiembre, tema que predominó durante su visita a las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán y Armenia.
En todas sus intervenciones fuera de las ceremonias religiosas, el Papa polaco insistió siempre sobre la necesidad de defender la paz y de evitar incriminar al mundo islámico, al que reafirmó un gran respeto.
En el último día de su viaje, en el entorno de Karol Wojtyla se hacían esfuerzos para reiterar que frente a la crisis actual no había "ni pacifistas ni belicistas" en el Vaticano, como lo dio a entender una desafortunada declaración del vocero papal, Joaquín Navarro Valls.
El lunes pasado, el vocero insistió repetidamente en el derecho a "la autodefensa", incluso utilizando la fuerza, frente al terrorismo internacional.
Estas declaraciones que fueron interpretadas como una aceptación implícita del Vaticano a una intervención estadunidense en Afganistán, fueron calificadas luego de "opinión personal" y de "accidente".
Radio Vaticano, a través de su director, Pasquale Borgomeo, añadió una precisión. El Papa, dijo el sacerdote, llamó a Estados Unidos a "no ceder a la tentación del recurso injustificado de la fuerza".
El Papa dirigió sus palabras a Estados Unidos y a los armenios al llegar a Erevan el martes, pidiendo a "los más fuertes" ser "magnánimos", según un comentario de Radio Vaticano distribuido en Etchmiadzin, sede central de la Iglesia apostólica armenia, donde Wojtyla celebró este jueves una misa según el rito latino.
Las palabras del Papa sobre la "búsqueda urgente de la paz a nivel regional" fueron interpretadas como un llamado a favor de una solución en el conflicto de Nagorno-Karabaj que enfrenta a Armenia y Azerbaiján.
Un primer desmentido indirecto de la declaración del portavoz papal había sido pronunciado el martes por uno de los más cercanos colaboradores de Wojtyla, el arzobispo italiano Leonarseo Sandri, quien afirmó que "el soberano pontífice considera la paz como el bien supremo".
El propio Navarro Valls trató de aclarar anteriores declaraciones, explicando que su evocación el lunes del "derecho a la autodefensa" no justificaba los títulos de los medios informativos que lo interpretaron como la aprobación de un ataque.
"No se trata de un ataque, sino de una prevención activa contra una amenaza que ya se manifestó en el horror hace dos semanas y que podría reproducirse", dijo Navarro Valls.
De esta forma, según destacaron fuentes del entorno del Papa, la posición del Vaticano no varió durante todo el viaje.
El sábado, Juan Pablo II dijo en Astana que "los diferendos deben ser solucionados no con el recurso de las armas, sino por medios pacíficos, la negociación y el diálogo", en alusión a las posibles represalias luego de los atentados perpetrados en Estados Unidos.
Al día siguiente el Papa insistió dirigiéndose al mundo musulmán: "no debemos dejar que los recientes acontecimientos nos separen más. La religión jamás debe ser utilizada para atizar los conflictos".
En el viaje, la condena del genocidio de las poblaciones armenias a manos de los turcos en 1915 y un llamado a la unidad de los cristianos fueron los momentos más intensos de la visita ecuménica al país cristiano más antiguo el mundo.
El Papa regresó este jueves a Roma.