Ť Comandos especializados de EU y GB ya están en Afganistán, confirma Washington

Desmienten el Pentágono y Kabul que tres soldados estadunidenses hayan sido detenidos

Ť Nadie debería sorprenderse si ya se hubiesen realizado operaciones aliadas, dice Londres

DPA, AFP Y AP

Islamabad, 29 de septiembre. El Pentágono y el régimen talibán desmintieron que tres soldados estadunidenses de una unidad especial ha-yan sido detenidos en Afganistán, tal como lo aseguró horas antes una televisora árabe.

"La información sobre el arresto de tres soldados estadunidenses es falsa", indicó el director de la agencia de prensa talibán Bajtar, Malvi Abdul Hannan.

La agencia afgana AIP, por su parte, que citó a un informante oficial, aseguró que "fuentes confiables" confirmaron la falsedad de la información.

Los talibán de Kandahar, la capital espiritual del régimen islámico, al sur de Afganistán, manifestaron su sorpresa por la noticia. En Washington, también el Pentágono re-chazó tales informaciones.

La cadena de televisión árabe Al Yashira informó horas antes que las fuerzas de se-guridad afganas habían arrestado a tres soldados estadunidenses y a dos afganos con pasaporte estadunidense.

La emisora indicó que los cinco detenidos, quienes portaban armas ultramodernas y mapas, estaban siendo interrogados y su identidad y fotografías iban a ser hechas públicas más tarde.

En tanto, comandos militares de Estados Unidos y Gran Bretaña de alta capacidad ya están en territorio afgano en preparación de un ataque a supuestas bases terroristas de Osama Bin Laden, confirmaron hoy en Washington fuentes oficiales que pidieron el anonimato.

Las fuentes señalaron que los comandos en territorio afgano prepararán el ataque contra la red de campos de entrenamiento Al Qaeda, de Bin Laden.

Por su parte, el secretario de Estado británico de Relaciones Exteriores, Ben Bradshaw, dijo en Londres que "nadie quedará sorprendido al saber que operaciones de reconocimiento pueden haber sido efectuadas en Afganistán".

Analistas británicos señalan que no sería sorpresa que comandos de ese país estuvieran ya en esa nación porque Londres ofreció su ayuda a Estados Unidos inmediatamente para atrapar a los autores de los atentados contra Nueva York y Washington y cuenta, sobre todo, con los hombres de los Servicios Especiales Aéreos (SAS por sus siglas en inglés), que se especializan en este tipo de operaciones.

Los expertos informaron que las fuerzas especiales estadunidenses y británicas pueden, por otra parte, contar en Afganistán con el apoyo de las fuerzas antitalibán, especialmente en la provincia de Badajshan, al noreste del país, bajo el control de la oposición y poblada mayoritariamente por etnias tadjikas y uzbekas.

Los militares británicos y estadunidenses tienen desde hace mucho tiempo, en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o fuera de ésta, la costumbre de trabajar juntos, y el hecho de utilizar la misma lengua facilita la comunicación y la transmisión de información, señalaron los analistas.

Mientras tanto, un submarino y un destructor británicos atravesaron el sábado el canal de Suez, con lo cual se han congregado ya en el golfo Pérsico más de 20 naves británicas para maniobras bélicas.

Se calcula que los británicos emplazarán alrededor de 25 barcos de guerra en la región del golfo Pérsico, complementadas con tropas de infantería y aviones de guerra, en el mayor emplazamiento de unidades de la armada real desde la guerra de las Malvinas en 1982.

Asimismo, ocho de los nueve barcos de la fuerza naval permanente de la OTAN en el Atlántico atracaron este sábado en el puerto gallego de Ferrol, en el noroeste de España, preparados para participar en cualquier intervención militar que les sea ordenada, informaron fuentes navales, mientras que un noveno buque, una fragata belga, tiene previsto llegar el próximo viernes.

En Francia se estima que el líder saudiárabe Osama Bin Laden estaría en condiciones de producir a bajo costo y métodos relativamente simples armas químicas y biológicas, en tanto que Estados Unidos se halla mal preparado para responder en su territorio a eventuales ataques terroristas con armas bacteriológicas.

Un atentado con armas de gas venenoso en un kilómetro cuadrado cuesta unos 600 dólares y uno bacteriológico un dólar, mientras que un ataque con armas convencionales requiere de unos 2 mil dólares, de acuerdo con el periodista francés Roland Jacquard, autor de un libro sobre el hombre más buscado por Washington.

Los ataques químicos o biológicos de-sencadenarían gran pánico, y a pesar de que son sustancias incontrolables en realidad su eficacia es limitada, asienta. Pero al mismo tiempo el especialista reconoce que no es fácil lanzar este tipo de ataques, ya que si así fuera ya los hubiera habido.

Da cuenta de que expertos de la antigua Alemania Democrática habrían instruido hace algunos años a jóvenes en campos afganos sobre el uso de armas bacteriológicas: "Seguidores de Bin Laden fueron usados incluso como conejillos de Indias para probar sustancias tóxicas y luego murieron en un campo de Jalalabad por las graves consecuencias".

En su libro En el nombre de Osama Bin Laden, acta secreta sobre el terrorista más buscado del mundo, que agotó de inmediato los 6 mil ejemplares de la primera edición, Jacquard trata de dar un perfil más claro sobre la nebulosa figura del líder integrista saudiárabe.

En Washington se difundió un informe de la Oficina General de Contabilidad, dirigido al Congreso, en el que se señala que las organismos federales no han logrado organizar un plan coordinado an-te un ataque de tipo químico y biológico.

Se destacan fallas como puntos de vista cerrados o duplicidad en las agendas y programas, lo que incide en desperdicios y gastos. Se observa que el gobierno no sólo está mal preparado para responder en el ámbito nacional, sino que la situación es peor en lo estatal y local.

Por ejemplo, se cita que la FBI y los centros de Control y Prevención de En-fermedades (CDC) de Atlanta mantienen listas por separado de agentes biológicos peligrosos. Así, la viruela está en la lista de los CDC pero no de la FBI. (DPA Y AP)