Ť Demandan que la Iglesia no los señale ni los condene
En la Basílica, la comunidad gay pide poner fin a odio e intolerancia
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
No más crímenes por odio, fue el lema de
la peregrinación que homosexuales, lesbianas, bisexuales y travestis
realizaron por tercer año consecutivo a la Basílica de Guadalupe,
y en la que pidieron que la Iglesia católica no los señale
ni los condene.
Para recordar a quienes han sido asesinados y agredidos
por su preferencia sexual, y orar porque estas agresiones no se repitan,
decenas de personas hicieron ayer su caminata al santuario del Tepeyac.
Encabezados por Jorge Sosa, de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana de Reconciliación ?movimiento cristiano que se fundó hace 33 años en Estados Unidos y hace 20 en México?, rezaron un rosario a lo largo de la Calzada de Guadalupe.
Integrantes de organizaciones como Comité de la Diversidad Sexual, Clóset de Sor Juana, AVE de México, Grupo Universitario de la Diversidad Sexual, oraron porque no se repitan las manifestaciones de odio, intolerancia, marginación, rechazo y violencia física y sicológica contra las personas por su preferencia sexual.
Muchos vestidos de blanco, sosteniendo una imagen de la Virgen de Guadalupe y sus tradicionales banderas de arcoiris del Movimiento por la Diversidad Sexual, avanzaron homosexuales y lesbianas acompañados por sus familiares, pidiendo todos por un mundo plural.
''¿Cuántas veces más hemos de seguir recibiendo la humillación del descrédito y la condena, del desamor y la indiferencia? ¿Hasta cuándo vamos todas y todos a aprender en el diálogo y con el respeto a la diversidad?'', leyeron en un comunicado.
Patria Jiménez, militante del movimiento y senadora suplente del PRD, explicó que organizan esta peregrinación desde 1999, para manifestar su espiritualidad sin tener que esperar a que la Iglesia católica o alguna otra reconozcan a su feligresía más allá de su preferencia sexual.
En las misas, explicó, se hace una apología de la discriminación. ''No tenemos una Iglesia que dé palabras que reconforten'' a quienes defienden la diversidad sexual, señaló Jiménez.
La Iglesia católica tiene una ''doble moral'', porque impone el silencio a homosexuales y lesbianas, siendo que existen religiosos que tienen prácticas de este tipo, afirmó.
Miguel Guzmán explicó por su parte que la iglesia de la Comunidad Metropolitana tiene cuatro sedes en México y uno de sus principios es que la vivencia sexual no se contrapone con la espiritualidad.
A su llegada a la Basílica, poco después de la una de la tarde, Guzmán dijo que escuchó cómo uno de los sacerdotes dio la bienvenida a la peregrinación de la iglesia metropolitana. Es la primera vez que hacen una mención de nosotros, explicó.
Con sus banderas multicolores, gays y lesbianas hicieron un pequeño recorrido por el templo mariano, donde rezaron por un mundo de respeto.