MIERCOLES Ť 3 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Festeja 25 años de actriz con Divorciadas, evangélicas y...

"No hice mi carrera a sentones; perdí oportunidades por eso": Michaus

JUAN JOSE OLIVARES

Cristina Michaus celebra 25 años como actriz encabezando la obra Divorciadas, evangélicas y vegetarianas, de viernes a domingo (en el teatro Foro Shakespeare, los viernes 19 y 21 horas, sábado 19 y domingo 18). Ha hecho desde teatro popular hasta el clásico. Postulada al Ariel (por De ida y vuelta), reinició hace dos años su actividad en el cine con De la calle (de Gerardo Tort), Corazones rotos y El tigre de Santa Julia. Se le recuerda en teatro por obras exitosas como Rosa de dos aromas, Sexo, pudor y lágrimas, La malinche y Edipo rey (entre otras 32 puestas) compartiendo tablas con personajes desde Resortes, Margo Sú hasta el maestro Solé.

Multifacética e hiperactiva, Cristina ha "inagurado y cancelado teatros grandes y chicos"; ha trabajado en zonas rurales y urbanas; ha dado clases en la sierra, a presos, a chavos de la calle (de hecho vivió en ella un rato cuando la corrieron de su casa por querer ser actriz), y todo lo que conlleva "una vida muy loca, de hecho estoy preparando un ensayo autobiográfico".

Pese a que ahora participa en las cintas mexicanas que participan en festivales internacionales, la actriz reconoce que hizo mucho "cine chatarra" en la época de oro del video home (que vendía mucho). Trabajó con Alfonso Zayas, Sergio Goyri, Flaco Guzmán y toda esa pléyade de actores plus ultra. "Hice cosas vergonzosas", pero acepta que "deja más lana y te mantiene a flote. De ahí sacas para hacer teatrito y todos tus proyectos".

"Preferí pasarme al lado de las largas amistades"

-ƑEs necesario hacer estos sacrificios?

-Para mí lo ha sido. Otros son suertudos. Yo por ejemplo hace diez kilos (bromea) era muy guapa y no hice mi carrera a sentones; perdí muchas oportunidades por eso. En mis tiempo así era. No le quise entrar a esa acción y preferí pasarme al lado de las largas amistades.

-Equlibraste lo popular con lo cultural.

-Cada quien tiene su propia fórmula su manera de existir. A mí me tocó picar piedra, y ahora me da gusto que a compañeras chavas que vienen atrás, les toca una etapa más fácil.

-ƑVeinticinco años se dicen fácil?

-Cargarlos es lo difícil.

-ƑCómo te equilibras si vas de lo marginal hasta lo refinado?

-Estudiando y trabajando.

-ƑSer multifacético es una característica que se adquiere o es instintiva?

-Más bien por necesidad; siempre he sido rumbera entre los universitarios y universitaria entre los rumberos por divorciadasmuerta de hambre, porque tenía que trabajar. Por lo mismo he hecho televisión y ya, gracias al espíritu santo, el cine me está rescatando, aunque se me han frustrado varias películas con protagónicos, por mi edad, porque soy de una generación sanduich (entre marías rojos, patricias reyes spíndolas) y en un momento en que el cine nacional no creía en los nuevos talentos; yo me quedé atrás, pero ahora me está recuperando el cine al grado de que al primer largo que hago me postulan para un Ariel (De ida y vuelta, de Salvador Aguirre).

Dice que el cine te exige verdad absoluta, pero alega que para ella "el teatro es vitamina pura. Yo llego y soy reina y es mi espacio natural, soy un animal teatral, desde clavar clavos hasta decir poesía, es mi lugar ese contacto con la madera, por eso me encanta Divorciadas... porque la gente ría hora y media".

Michaus preparó un homenaje al dramaturgo y guionista Jesús González Dávila -"quien murió hace un año y era un escritor superunderground y superdark fuerte"-, con la obra Tiempos furiosos, que recién finalizó temporada.

Respecto del montaje que ahora la tiene atareada, comenta: "Divorciadas, evangélicas y vegetarianas (cuya dirección corre a cargo de Jorge Sandoval) es una obra un tanto almodovariana, loca... de fin de milenio. Es el pensamiento de las mujeres de los noventa. Es una obra interactiva, ya que por el mismo boleto te llevamos al metro y al cine, y luego te espantamos con un helicóptero en escena y cosas así".