JUEVES Ť 4 Ť OCTUBRE Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
ESO LE PASA A COLUMNAS como ésta por andar de ingenuas. Emocionádose había esta sección el 2 de octubre al escuchar palabras promisorias de Santiago Creel sobre la apertura de archivos del 68. Una luz ancha y profunda creía el iluso tecleador que se podría echar sobre las cavernas malolientes desde las cuales el Estado mexicano reprimió aquel movimiento histórico.
PERO NO. PURO ROLLO. Malabarismo declarativo. Prestidigitación mediática. La misma gata pero revolcada. Se abrían los archivos que ya estaban abiertos. Es decir, los del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) que ya podían ser consultados y en los que se guarda la información de los órganos civiles sobre el tema Tlatelolco. Pero de los archivos militares ni pío.
LA NECESIDAD DE SIMULAR que algo importante se hacía en la fecha señera, llevó a la Secretaría de Gobernación a lanzar una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación, para en ella consignar los términos exactos en que se daría la tal falsa apertura: Gobernación autoriza al Cisen para que entregue copias fotostáticas de los archivos correspondientes al periodo 1947-1985 de la Dirección Federal de Seguridad y de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (ya desaparecidas ambas oficinas de espionaje, y concentradas sus funciones en el tal Cisen) a la Procuraduría General de la República y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
MAURICIO CRUZ GARCIA, secretario auxiliar de la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM, ha escrito a Astillero para señalar que "como trabajador académico, integrado durante los últimos tres años a un proyecto de investigación referente al movimiento estudiantil del 68, sé y me consta que la documentación de la DFS y de la Dips de la Secretaría de Gobernación, lleva tres años abierta a la consulta de los investigadores en el Archivo General de la Nación".
TALES ARCHIVOS HAN SERVIDO, agrega Cruz García, para la elaboración de libros como 1968, los archivos de la violencia, de Sergio Aguayo Quezada, y además, el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM auspicia un seminario de movimientos estudiantiles cuyos integrantes pueden revisar la documentación de la DFS y la Dips "sin otro requisito que acreditar el propósito académico de nuestra consulta".
AGREGA EL CITADO LECTOR: "Muy diferente sería el caso si Creel Miranda nos hubiese revelado la existencia de documentación diferente a la ya desclasificada, que haya sido indebidamente retenida por el Cisen, y que ahora se haga accesible al público. Y muy preferible sería el caso si se nos hubiese anunciado la apertura de la documentación en poder de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que hasta el momento no ha ocurrido ni es de creerse que vaya a ocurrir".
A PESAR DE ESE CLARISIMO antecedente, la Secretaría de Gobernación prefirió ayer continuar con los enredos. Informó oficialmente que los tales documentos del Cisen "no podrán ser consultados por los medios de comunicación, ni por investigadores o ciudadanos en lo particular, mientras no haya una ley de acceso a la información de fuentes públicas". También se permitió la citada secretaría jurar a los mexicanos que "los archivos del Cisen no están mutilados; por el contrario, se han preservado en la forma en que fueron organizados originalmente".
EL MISMISIMO OMBUDSMAN nacional, José Luis Soberanes, dijo ayer que aun cuando apenas se haya publicado el tal acuerdo de Bucareli en el Diario Oficial de la Federación, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ya había tenido acceso a esos archivos para investigar los casos de 482 desaparecidos políticos habidos en la década de los 70 (de paso, Soberanes comentó que el mes próximo entregará al presidente Fox los resultados de esas indagaciones, con "nombres concretos" de presuntos responsables, en sobre cerrado cuyo contenido no se hará público).
EL TITULAR DE LA CNDH también matizó la importancia del anuncio hecho un día antes por Creel. Dijo que si no se abren los archivos del Ejército será muy difícil conocer la verdad de lo sucedido en Tlatelolco, pues la información del Cisen "sí es importante", pero más lo sería conocer la de la Secretaría de la Defensa Nacional, pues sin una no se entendería adecuadamente la otra, siendo "como una tuerca y un tornillo", elementos de complementación obligada.
OTRO SIGNO OMINOSO de manipulación informativa dado en esta semana ha sido el referente al cerco oficial creado para impedir que los medios mexicanos de comunicación cubran con acuciosidad la delicada visita del presidente Fox a Estados Unidos. Como si hubiese algo que ocultar a los incómodos reporteros que no leen editoriales de The New York Times, en esta ocasión se impidió, por la vía de los hechos, que cumplieran su función los periodistas que habitualmente reportan hechos, declaraciones, incidentes, deslices, contradicciones e indiscreciones del presidente Fox en sus giras.
PRIVADOS DE LA OPORTUNIDAD de sumarse, con cargo a sus empresas, a la complicada logística de un viaje presidencial, los reporteros que quisieron intentar desde aquí el azaroso seguimiento del presidente Fox en Washington y Nueva York, se toparon con la novedosa novedad de que sus pasaportes no estarían disponibles pues, les aseguraron, estaban en la embajada china para efectos de visado, pues a mediados del presente mes estarán ellos y, desde luego, el Presidente y sus invitados, en aquellos rumbos de los guerreros de terracota (no está de más insistir: sólo así, integrados a la dinámica del jefe del Estado mexicano, aunque, se insiste, pagando la parte proporcional del gasto, los reporteros pueden cubrir cabalmente giras de ese talante).
EL RESULTADO DE TODOS estos caracoleos aquí descritos es uno muy definido: el presidente Fox viajará a Estados Unidos con menores riesgos de filtraciones incómodas o de cuestionamientos indeseados (La Jornada, por fortuna, podrá suplir la ausencia de Juan Manuel Venegas, el avispado reportero de la fuente presidencial que ha tenido un notable crecimiento profesional, con la visión aguzadísima de David Brooks y Jim Cason, los corresponsales en Estados Unidos que desde el 11 de septiembre han aportado información y enfoques de necesaria consulta).
ASTILLAS: EL PRESIDENTE FOX fue ayer a Tijuana para afinar asuntos de seguridad nacional que pueda presentar hoy en la Casa Blanca. Pero, además, aprovechó para hacer un largo y apasionado elogio de las fuerzas armadas mexicanas a las que días atrás, con Larry King, calificó de débiles. Mientras tanto, a las 18:30 horas de ayer, en Univisión, se daba un significativo diálogo. Jorge Ramos preguntaba: -ƑVa el gobierno mexicano a enviar tropas para combatir el terrorismo? Y Juan Hernández, comisionado para asuntos de migración, contestaba: "Pero, Ƒcuáles, mano? Si ni tenemos (...) No tenemos soldados para combatir el terrorismo (...) Vamos a apoyar en otras formas"... ƑY si, en esta emergencia nacional, el gobierno nombra a Carlos Slim como secretario de Hacienda? Ya tiene bandera: guerra contra la pobreza y la ignorancia. Y programa: construcción intensiva de viviendas.
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