Amenazas a los derechos humanos
Gran Bretaña anunció ayer que revisará sus leyes de inmigración, endurecerá su política antiterrorista y tipificará el delito de "incitación al odio religioso", al tiempo que Amnistía Internacional advirtió que los atentados en Estados Unidos desataron una ola de abusos contra musulmanes que hacen peligrar el respeto a los derechos humanos.
El anuncio del gobierno del primer ministro británico, Tony Blair, se produjo días después de que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, reclamó a Londres su política de asilo a "terroristas" islámicos, en el marco de las consultas hechas por Londres para sumar a los países con población árabe a una coalición internacional antiterrorista.
El canciller británico Jack Straw prometió a Mubarak revisar esa política y no descartó la posibilidad de deportar a El Cairo a islamistas refugiados en Gran Bretaña, condenados por terrorismo en Egipto.
El ministro del Interior, David Blunkett, dijo ante el congreso del Partido Laborista en Brighton, sur de Inglaterra, que se endurecerá la política sobre inmigración, con el fin de luchar contra falsos solicitantes de asilo, el tráfico de inmigrantes indocumentados y los sospechosos de terrorismo, así como los terroristas condenados.
Los detalles de las medidas contra el tráfico de inmigrantes indocumentados serán divulgados este fin de mes.
Sin embargo, a pedido de la comunidad musulmana, muy importante en Gran Bretaña, se decidió proponer que la ley que castiga la incitación al odio racial incluya de ahora en adelante la incitación al odio religioso, medida válida para todas las creencias.
El organismo humanitario documentó pruebas de abusos contra musulmanes y personas con apariencia árabe o asiática en diez países. Sólo en Estados Unidos se reportaron unas 540 agresiones a árabes estadunidenses y por lo menos 200 miembros de la comunidad india durante la semana posterior a los atentados. AFP Y REUTERS