JUEVES Ť 4 Ť OCTUBRE Ť 2001
 
Ť Sugiere Kabul que la periodista británica detenida es una avanzada de la invasión

Estados Unidos está complotando para lanzar una "cruzada de Occidente", acusa Afganistán

Ť Admite la oposición armada afgana que coordina estrategia militar con Estados Unidos

REUTERS, AFP, AP Y DPA

Kandahar, 3 de octubre. El régimen talibán denunció hoy que Estados Unidos está complotando para lanzar una guerra contra Afganistán, "una cruzada de Occidente" para traer de regreso al depuesto rey Zahir Shah, y advirtió que quien apoye esas acciones será considerado un traidor y se le castigará con la muerte.

A su vez, la oposición armada afgana de la Alianza del Norte ?que controla 10 por ciento del país? admitió que ha mantenido estrechas relaciones con Estados Unidos para coordinar una estrategia militar, y afirmó que unos 10 mil talibán estarían dispuestos a desertar y pasarse a sus filas.

La advertencia talibán fue hecha por el líder supremo del movimiento, mullah Mo-hammad Omar, quien renovó sus críticas en contra de los esfuerzos internacionales por restaurar al ex monarca ?exiliado en Ro-ma? junto con otros grupos opositores.

En un nuevo discurso a través de Radio Sharia, de Kandahar, el bastión de la milicia gobernante, el líder musulmán añadió que los afganos necesitan proteger su religión e impedir que la participación de Estados Unidos destruya el Islam.

Preguntó si acaso alguien creía que el ex rey, de 86 años, arrestará a los cristianos proselitistas como hace el talibán, o que vaya a defender la fe en Alá. También insistió en recordar que Shah apoyó la ocupación soviética que a la postre causó la muerte de unos 2 millones de afganos.

"Ahora, con ayuda de Estados Unidos, Zahir Shah quiere volver como un títere para predicar el cristianismo", apuntó. Sin embargo, se declaró confiado en que "Alá está con nosotros", y que los estadunidenses tendrán que huir como "una hormiga".

La televisora independiente árabe Al Ja-zeera, de Qatar, citó a Omar pidiendo a los musulmanes ricos financiar la defensa del país en lo que llamó una guerra santa contra la "cruzada de Occidente".

Por ello, dijo, "mercaderes y dueños de capital su principal tarea es gastar de manera como Dios lo ordena", pues "una situación como la que nos encontramos en la jihad de hoy se convierte en una tarea de todos los musulmanes contra los invasores".

Infieles y apóstatas

Tras asentar que "todos, incluso Pakistán, unieron fuerzas contra nosotros hoy en día, pero Alá está con nosotros", Omar afirmó que se trata de "una flagrante cruzada encabezada por Estados Unidos con el apoyo internacional de Gran Bretaña, países cristianos de Europa, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Rusia y otros antiguos países comunistas".

El líder talibán señaló que así se unen desde "las filas de los infieles y los apóstatas". Sin embargo, expresó, "no tengo dudas de que ustedes se dan cuenta de que las razones que ellos alegan que están de-trás de esta cruzada son sólo una excusa para lograr sus objetivos".

El mullah reiteró que "ellos quieren destruir a este Estado porque es islámico", y sin mencionar al buscado huésped Osama Bin Laden, se preguntó qué ley permite el castigo de una persona sólo por una simple sospecha en torno a algo que no ha sido de-mostrado, y sin mencionar el castigo a una nación por esa persona.

El embajador afgano en Pakistán, mullah Sabdul Salam Zaeef, insistió en un diálogo con Washington y en que presente pruebas sobre la culpabilidad de Bin Laden, pero dijo que por desgracia el presidente George W. Bush no quiere escuchar pese a que ellos no quieren la guerra, y que de todos modos están "listos para defenderse".

En una entrevista con la cadena CNN, condenó los atentados y los calificó como "una acción terrorista", pero sostuvo nuevamente que no fue un hecho islámico y sí una acción sumamente peligrosa que su go-bierno condenaba.

Mientras, el talibán sugirió que la periodista británica Yvonne Ridley, arrestada en días pasados por haber ingresado al país sin documentos y disfrazada a la usanza afgana, podría ser parte de una unidad de las fuerzas especiales occidentales. Por tanto, se trataría de un delito muy grave.

"Debe tener malas intenciones mientras Estados Unidos y Gran Bretaña hablan de tener a sus fuerzas especiales en Afganistán. Podría ser un miembro de esas fuerzas especiales", dijo el ministro de Información Qudratullah Jamal.

Jamal admitió que la periodista se disculpó por su ingreso ilegal. Asimismo, otros funcionarios indicaron que se le estaba tratando bien, pero no se precisó cuándo terminará la investigación sobre este caso.

Cuatro de los activistas religiosos alemanes, detenidos semanas atrás en Afganistán por "difundir el cristianismo" hicieron llegar un fax a su entidad Shelter Now en Braunschweig, Alemania, en el que denuncian que se encuentran aislados.

Estos activistas, detenidos junto a otros dos estadunidenses y dos australianos, se-gún el reporte, padecen alguna enfermedad y sufren por la incertidumbre de no saber nada del exterior. Todos ellos se hallan sometidos a juicio desde septiembre.

Por su parte, líderes de la oposición armada afgana dijeron que se reunieron con funcionarios estadunidenses para discutir una acción militar coordinada, y afirmaron que estaban recibiendo de nuevo ayuda militar de Rusia e Irán, y añadieron que necesitan desesperadamente ayuda humanitaria para atender a los refugiados que llegan de las zonas bajo control talibán.

El vocero de la Alianza del Norte, Abdullah Abdullah, en declaraciones en Jabal Seraj, 80 kilómetros al norte de Kabul, informó que la reunión con los estadunidenses tuvo lugar hace algunos días fuera de Afganistán, y que se discutió la situación actual y la posibilidad de cooperación.

Añadió que no era una exageración decir que tras esos contactos, unos 10 mil talibán podrían darle la espalda al régimen islámico y sumarse a sus filas, mientras la revista Far Eastern Economic Review sostuvo que algunos talibán habían huido por miedo a los ataques de la temida policía religiosa.

En cuanto a las armas rusas e iraníes, Abdullah indicó que "han confirmado su compromiso" como lo hicieron en el pasado, y afirmó que sus fuerzas avanzaron dos kilómetros de la ciudad de Jakjaran, en la provincia de Ghor, en el centro del país.

Por su parte, el príncipe Mustafá Zahir, nieto y representante del ex rey afgano, afirmó en entrevista con un diario croata que seguidores de Bin Laden "están construyendo una bomba atómica en Afganistán".

De acuerdo con su versión, los hombres del saudiárabe estarían trasladando ilegalmente plutonio a Afganistán, y recordó que Pakistán y Kazajstán poseen armas nucleares, por lo que "también ellos pueden construir una bomba atómica con ese plutonio importado ilegalmente de países vecinos".

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, reasignó en su puesto al ex representante especial en Afganistán, Lakhdar Brahimi, tras dos años de ausencia ante la imposibilidad de parar la guerra.

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