Espejo en Estados Unidos
México, D.F. jueves 4 de octubre de 2001
Búsquedas en La Jornada

Números Anteriores
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
Correo Ilustrado
Política
Economía
Cultura
Espectáculos
Estados
Capital
Mundo
Deportes
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada de Oriente
Correo electrónico





 
Editorial
  
EL IMPERATIVO DE LA REACTIVACION

SOLAnte las adversidades del panorama económico internacional, y dada la interdependencia comercial y financiera mundial, el gobierno de nuestro país ha venido asumiendo las consecuencias con una actitud que recuerda el fatalismo. Ciertamente, diversos factores internos obstaculizan el crecimiento de nuestra economía, pero en lugar de resignarse ante esa circunstancia, el país debería voltear los ojos a los elementos internos que pueden dinamizarla.

El más importante de éstos es sin duda el mercado interno, el cual podría absorber, a condición de que se cuente con una política de reactivación, una parte de las exportaciones que no se realizarán a Estados Unidos. Fortalecer la capacidad de consumo de los mexicanos permitiría dar un nuevo impulso a las actividades productivas e iniciar de esa forma el círculo virtuoso que requiere la economía para salir del estancamiento.

En esa perspectiva, revisten especial interés los señalamientos formulados ayer por el empresario Carlos Slim en el marco de la presentación del programa de rescate del Centro Histórico de la ciudad de México. El accionista principal del Grupo Carso apuntó la pertinencia de dirigir los fondos del Infonavit y las Siefores a un programa de construcción de vivienda que dé satisfacción a parte de la demanda --acuciante y crítica-- en este sector y que, adicionalmente, incida positivamente en el conjunto de la economía.

Asimismo, ante la certeza de que esta recesión económica mundial representa uno de los momentos más críticos desde la Segunda Guerra Mundial, Slim Helú llamó a elaborar políticas fiscales que permitan, si no evitar la recesión, al menos hacerla más breve.

En esencia, tales planteamientos apuntan a la superación de los dogmas económicos que han imperado en los últimos gobiernos, según los cuales el sacrificio de la mayor parte de la población y el incremento atroz de la marginación y la miseria serían el precio a pagar por unas finanzas sanas. Por el contrario, el empobrecimiento de los sectores mayoritarios es, además de una inmoralidad exasperante, un lastre para el conjunto de la economía.

En esta perspectiva, es necesario que el equipo económico del actual gobierno comience a ver a los ciudadanos como parte de la solución ante la actual recesión. Combatir la pobreza, la insalubridad, la falta de educación y las malas condiciones de vida significa, a fin de cuentas, incidir de manera positiva en la competitividad internacional, en la productividad y en el fortalecimiento del consumo interno, es decir, avanzar en las acciones que se requieren para sacar a la economía del bache en que se encuentra.
 

 

La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54