Ť Debe mantenerse la política de rechazo a la violencia, dicen
ONG feministas critican el apoyo "incondicional" de Fox a Bush
Ť Defienden la creación de una corte penal internacional
VICTOR BALLINAS
Las organizaciones integrantes de la Marcha Mundial de las Mujeres en México se pronunciaron ayer a favor de que el gobierno de Vicente Fox retome la política exterior mexicana de rechazo a la violencia y de apego a la Doctrina Estrada, y criticaron "el apoyo incondicional del mandatario al gobierno de George Bush".
Guadalupe de la Garza, integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas; Patricia Patiño, de la Marcha Mundial de Mujeres por la Paz; María Suárez, de Causa Ciudadana; Myriam Martínez, del Centro de Apoyo a la Mujer, y Orfe Castillo, del Consenso para el Diálogo Parlamentario, destacaron en conferencia de prensa que "México debe insistir en la política de solución a las controversias por la vía pacífica".
La conferencia se realizó en apoyo a la reunión de la Fédération des femmes du Québec en Montreal, organizada bajo el lema Mujeres por la paz y la justicia, mujeres contra la guerra y el racismo, en respuesta a los planes bélicos de Estados Unidos a partir de los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Además, las representantes de organizaciones civiles precisaron que confirman y reiteran los acuerdos de la cuarta conferencia mundial organizada en Pekín por Naciones Unidas en 1995, en la que se resaltó el compromiso de mejorar las condiciones de las mujeres en 11 temas, entre ellos, incrementar su presencia en la solución de conflictos armados, de otra índole o de ocupación extranjera; reducir los gastos militares excesivos y limitar la disponibilidad de armamento; promover la forma no violenta de solución de conflictos, promover la contribución de las mujeres al logro de una cultura de paz.
María Suárez Corona, de Causa Ciudadana, propuso que en lugar de guerra se insista en la necesidad de establecer, de facto, un sistema de justicia internacional que exija rendición de cuentas a nivel mundial y que procese a presuntos criminales, para lo cual es necesario, en principio, que Estados Unidos, al igual que otros países, ratifiquen el establecimiento de la corte penal internacional, la cual Washington no apoya con el argumento de que sus soldados no pueden ser juzgados en otras naciones, sino sólo en su país.
Además, dijo Suárez Corona, se debe contrarrestar la fuerza y sus efectos, como lo expresa el subcomandante Marcos, luchando contra todo aquello que sustente la guerra y construyendo un presente y un futuro en el que la diversidad sea la costumbre y la paz con respeto y dignidad la norma.