SABADO Ť 6 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Necesario, fincar cargos a culpables de fracasos económicos, asegura

Cárdenas propone crear club internacional de deudores

Paris, 5 de octubre. Cuauhtémoc Cárdenas planteó hoy aquí el establecimiento de nuevo debate entre deudores y acreedores en el mundo para resolver el problema del débito externo. Además propuso la creación de un tribunal de quiebras para determinar los pasivos que ya no podrán recuperarse, y limitar el pago de estas obligaciones a 3.5 por ciento de los ingresos por exportaciones.

Durante su participación en la Jornada a favor de la condonación de la deuda de los países más pobres, promovida por la Internacional Socialista, Cárdenas Solórzano planteó la necesidad de fincar responsabilidades del endeudamiento en muchas naciones a los directamente responsables de los fracasos económicos.

cardenas_vi05trTambién se pronunció por la instauración de un club de deudores, para permitir que este asunto se trate con visión mundial, y establecer como condición indispensable para el otorgamiento de préstamos externos el que el país deudor tenga saldos comerciales y fiscales favorables.

Por lo que hace a las principales instituciones financieras multilaterales, el ex candidato presidencial mexicano solicitó que éstas instauren un sistema que asegure los créditos contra pérdidas, y que se constituya un tribunal de arbitraje que resuelva la legitimidad de las deudas contraídas y pueda dar solución a las controversias que se presenten en las relaciones financieras mundiales.

En el caso del Banco Mundial, dijo, este órgano debe recuperar su carácter de financiador de proyectos, y no condicionar sus créditos a la aplicación en los países de ciertas medidas económicas. Deberá introducir en sus normas la prohibición de capitalización de intereses.

Del Fondo Monetario Internacional, Cárdenas se mostró a favor de que se le otorguen facultades para apoyar con recursos como acreedor de última instancia.

Para ello tendría que facultarse al FMI para penalizar, en caso necesario, a los acreedores, y condicionar sus intervenciones a contar con el respaldo de éstos para compartir pérdidas en el caso de operaciones fallidas, fincando responsabilidades según corresponda.

Así como impone condiciones a los deudores, dijo, deberá hacerlo con las entidades otorgantes, especialmente tratándose de operaciones del sector privado.

Paralelamente externó la necesidad de que el FMI desarrolle un sistema de aseguramiento de los créditos. Ello obligaría a los países receptores a ofrecer datos sobre los créditos públicos y privados, para contar con una visión completa de la situación crediticia y de endeudamiento.

A la fecha, advirtió, no existen tribunales que conozcan casos de corrupción o ilegitimidad para resolver controversias respecto a la deuda internacional, ni se cuenta con un código financiero mundial.

Cárdenas recordó que las deudas internacionales impagables que cargan la mitad de los países son más el producto del proceso de mundialización injusta que se vive y de ilícitos cometidos en el manejo de esos pasivos, que de un endeudamiento en exceso derivado de equivocaciones.

Habría que preguntarse, cuestionó, si es correcto considerar como deudas válidas aquellas que han crecido hasta hacerse económica y socialmente insoportables por la capitalización de intereses, o si una deuda privada puede, por componendas indebidas, transformarse en pública y que su pago se cargue a la sociedad.

En México, citó, las políticas de ajuste recomendadas como condicionantes de los créditos lograron reducir la inflación y estabilizar el valor de la moneda, pero generaron una larga crisis que ya dura dos décadas y que se agudiza en forma recurrente con estancamiento económico, mayor pobreza, incremento del desempleo, flujos migratorios crecientes a Estados Unidos y la conversión de más de 70 mil millones de deuda privada en pública.

Los acreedores, consideró, deben extender al mundo endeudado el esquema aceptado por el Grupo de los Siete para las naciones más pobres altamente endeudas, en el que se ubican 41 países, a los que se redujo 50 por ciento del débito.

En los casos de cancelación, Cárdenas sugirió que las naciones liberadas deben ser sujetas de crédito nuevamente para proyectos específicos. Tiene que garantizarse que al menos 20 por ciento del presupuesto nacional de cada país endeudado se destine a los rubros de educación y salud.

Igualmente tienen que independizarse los pactos comerciales y el desarrollo de los acuerdos en materia de endeudamiento.

En el inicio de su intervención, al referirse a los atentados en Estados Unidos, expresó que a la violencia irracional debe vencérsele con la racionalidad de la justicia. A las manifestaciones que se dan al margen de las normas se les debe enfrentar con la aplicación de la ley y la fuerza moral de la acción institucional, y a la muerte hay que vencerla con la vida, precisó.