SABADO Ť 6 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Su conocimiento del modus operandi del PRI puede ser útil: Zambrano
José Guadarrama, ex mapache priísta, se suma a campaña de Cárdenas Batel
Ť La magia del PRD consiste en creer que los antes raros se limpian al pasarse a sus filas: Artemio Iglesias
MIREYA CUELLAR Y ROSA E. VARGAS ENVIADAS
Morelia, Mich., 5 de octubre. El perredismo michoacano parece haber colocado en sus puertas aquel viejo letrero que reza: Se recibe cascajo. El conocido alquimista hidalguense José Guadarrama Márquez y Sergio Magaña Martínez, connotado político local del PRI con sueños frustrados de ser gobernador, son ahora colaboradores de la campaña de Lázaro Cárdenas Batel.
Magaña es un ex diputado local, ex alcalde y ex senador que pretendió ser el candidato del PRI a la gubernatura y no lo consiguió. Acto seguido se fue al PAN, donde buscó el mismo puesto y perdió en la convención estatal con Salvador Chavo López Orduña.
Y apenas el miércoles pasado se integró al consejo consultivo que elabora el programa de gobierno del candidato perredista, que encabeza el también ex priísta, ex gobernador, ex líder del Senado de la República, Genovevo Figueroa Zamudio. Así que Magaña tiene el récord de haber pasado en menos de un año por las tres principales fuerzas políticas.
Dicen aquí, y precisamente en el marco de la contienda electoral en curso, que la actitud de no pocos priístas de mudar de siglas y colores es la rúbrica de un proceso iniciado con la llegada de Víctor Manuel Tinoco Rubí a la gubernatura.
El desdén con que el mandatario local trató a los grupos políticos locales, la evidencia de que prácticamente son tinoquistas los que se han apoderado de la campaña de Alfredo Anaya, el aspirante priísta, más el hecho de que Lázaro Cárdenas Batel tiene reales posibilidades de triunfo serían entonces tres elementos fundamentales para tan sonadas mudanzas políticas.
Sin embargo, el caso que está provocando escozor interno en las filas del PRD es el del hidalguense José Guadarrama Márquez, conocido mapache electoral quien el sábado pasado renunció a las filas del PRI en Pachuca en un acto multitudinario en el que participaron como "observadores'' Jesús Zambrano, secretario general del PRD; Carlos Navarrete, vocero de ese partido, y el michoacano Genovevo Figueroa.
A partir de ese día en la campaña perredista en Michoacán empezó a circular la especie de que Guadarrama podría ser usado como contraveneno a la ingeniería electoral del PRI en esta entidad. Y es que el célebre hidalguense conoce mucho este estado y sus procesos electorales.
Guadarrama y su grupo llegaron a Michoacán pocas semanas después de que Genovevo Figueroa tomó posesión como gobernador, en diciembre de 1988. El 3 de diciembre de ese año había renunciado Luís Martínez Villicaña. En julio de 89 él y su equipo operaron el fraude electoral -según denunció el naciente PRD en ese entonces- que le permitió al PRI recuperar el estado. Hubo marchas, bloqueos de carreteras y plantones como secuela de dicho despojo. El PRD peleaba el triunfo en 14 de los 18 distritos locales, pero sólo se le reconoció en seis. Fueron años de graves enfrentamientos en el estado.
Ese mismo año, en diciembre, hubo comicios municipales (antes había elecciones casi cada año, en 1995 se reformó la legislación local para empatar los procesos) y Leonel Godoy, a la sazón representante del PRD ante el órgano electoral local, señaló que "esos comicios los enfrentamos en condiciones políticas muy adversas, a pesar de que ganamos 70 de las 113 presidencias municipales, se nos reconocieron oficialmente 54". Y otra vez Guadarrama fue señalado como el artífice del fraude.
No sólo eso: este personaje también fue compañero de muchas batallas del mismo tipo, precisamente con el chihuahuense Artemio Iglesias Miramontes, hoy destacado aquí como delegado del CEN del PRI.
Aunque formalmente Guadarrama está sujeto todavía a observación por parte del PRD, su mismo ex compañero Iglesias Miramontes lo da como un hecho y lo hizo público aquí en Morelia. Declaró a la radio que la "magia del PRD consiste en creer que todos los que antes eran raros se limpian, se purifican por el solo hecho de pasarse a sus filas".
Genovevo Figueroa, José Guadarrama, Medardo Méndez, Sergio Magaña, Jaime Tejada, Humberto Arroniz... son sólo algunos de los ex priístas, encabezados por el primero, que ahora están en la primera línea de la campaña de Cárdenas Batel.
"El impacto que puede tener (su presencia en el PRD) sobre Michoacán es importante porque Guadarrama conoce la forma de trabajar de los operadores priístas, puede fortalecer con alguna gente y su propia visión el trabajo electoral que estamos haciendo", señaló Jesús Zambrano, secretario general del CEN perredista y comisionado por la dirigencia para el proceso electoral local.
Hasta el momento, comentó Zambrano, ningún perredista ha protestado por la presencia de Guadarrama y compañía. "No desconozco que muchos que hoy ya no están en el PRI hicieron trabajos para el sistema. Sería una desmemoria histórica no reconocerlo."
Sin embargo, abonó a favor del ex priísta, que renunció al tricolor "con un discurso de compromiso democrático... y los momentos de transición tienen zonas de claroscuros, le tienes que apostar al dislocamiento del bando contrario. En ese contexto hay que ver el acercamiento con el hidalguense".
El cascajo, ciertamente, está llegando.