DOMINGO Ť 7 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Tras cinco años presa, reaparece la matemática Raquel Gutiérrez Aguilar
Llaman a evitar que la frase 2 de octubre no se olvida se convierta en una referencia hueca
JUAN ANTONIO ZUÑIGA
Después de un proceso judicial de nueve años, en el que no se le comprobó nada y que incluyó cinco años de reclusión "preventiva" en cárceles bolivianas por su presunta participación en el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK), la matemática mexicana Raquel Gutiérrez Aguilar tuvo su primera participación pública en México este fin de semana.
Alertó sobre la disputa por el significado del movimiento estudiantil del 68 entre el actual gobierno y las fuerzas de izquierda, que han sido "consistentes en la búsqueda de inaugurar una manera distinta de convivencia entre autoridades y población sencilla".
Panelista en el foro México después del 2 de julio y el mundo actual, organizado por La Jornada y Casa Lamm, Raquel Gutiérrez apuntó: "En el presente la única manera de estar a tono con los esfuerzos y sufrimientos que dejaron los hombres y mujeres de entonces es no permitiendo que esa contraseña mexicana de la lucha contra el autoritarismo, 2 de octubre no se olvida, se convierta en una hueca referencia a un pasado próximo, pero ya no inmediato, que se vacíe de su carga de esperanza y futuro".
Sobre el tema de análisis de esta semana, "El movimiento estudiantil de 1968 y la lucha por la democracia. Los archivos cerrados de la represión", sostuvo que la democracia, como ilusión del 68, "tenía mucho que ver con aflojar ese nudo entre partido-gobierno, Estado y nación, permitiendo el enriquecimiento de las formas de convivencia y participación social y política".
Los estudiantes del 68, afirmó, "en ese sentido construyeron democracia mucho más allá de la cotidiana impostura e imposición de funcionarios públicos".
Instó a responder con atención y seriedad dos preguntas. La primera, qué significa hoy la lucha democrática, cuando el ocupante de Los Pinos finalmente proviene de otro partido y existen gobernadores, diputados y senadores de varios institutos políticos. "Es un tributo que debemos a los muertos de entonces", consideró.
La segunda, qué significa hoy la lucha democrática más allá del recambio periódico y normado de gobernantes. "Esta es una enorme obligación que tenemos adelante", manifestó.
El público asistente se preguntaba: "ƑQuién es ella, que con tanta claridad y sencillez dialoga de tú a tú con Luis Hernández Navarro y Raúl Alvarez Garín?" La respuesta no hacía falta. La expectación crecía.
Raquel Gutiérrez continuó: "El movimiento del 68 y la propia tragedia de octubre, en sí mismos, señalan varias tareas".
Y pasó lista a los acontecimientos. "Después de la masacre de Tlatelolco podemos contar, lamentablemente, varios asesinatos colectivos: Aguas Blancas en 1995, Acteal en 97 y El Charco en 98. Las desapariciones también continúan, selectivas y en la impunidad.
"Después de la tortura de aquellos detenidos en el Campo Militar uno podemos seguir contando cientos de personas ilegalmente privadas de la libertad, inconstitucionalmente vejadas, humilladas y remitidas a decenas de penitenciarías que han proliferado en el país.
"Ahí -subrayó- justamente se inscribe la pertinencia y la urgencia de exigir justicia. Es aclarar los hechos, llevar a estrados judiciales a los responsables y, sobre todo, construir una moral pública de rechazo a este tipo de acciones, señalando claramente que existe un conjunto de normas básicas que a todos deben ser comunes."
Explicó que el terreno de la lucha contra la impunidad ha sido, por lo general, resbaladizo, porque en él se observa con claridad "el límite de ese fundamental principio de igualdad, cimiento de cualquier ordenamiento jurídico".
Preguntó: "ƑPor qué quienes delinquen vestidos con uniforme y amparados en la seguridad que da un cuartel no han de ser convocados a responder públicamente de sus acciones? ƑPor qué el Estado, encarnado en autoridades políticas y funcionarios de seguridad pública, ha de tener derecho al uso de la fuerza más allá de la propia ley, contra la protesta, el descontento y el malestar social?"
Comentó: "La indefensión jurídica de cualquier ciudadano común y corriente frente a la así llamada seguridad pública, sin lugar a dudas, causa escalofrío".
Por eso, concluyó, "la contraseña 2 de octubre no se olvida revive en muchos de nosotros la convocatoria a ampliar las posibilidades democráticas, a presentar un freno a la represión, a esforzarnos por vencer la impunidad y también a trabajar por generar un amplio sentido común de repudio al abuso".