DOMINGO Ť 7 Ť OCTUBRE Ť 2001

TEATRO

Mujeres frente al espejo

Ť Mariana Norandi

EN ESTOS ULTIMOS años se ha hablado mucho de la crisis que atraviesa el teatro en México. Esta situación se suele atribuir a la inseguridad nocturna que existe en nuestra ciudad, a las dificultades económicas de los ciudadanos o al repentino auge de las modernas salas multicinemas.

PERO LA REALIDAD un poco alarmista de la crisis adquiere otro matiz cuando se trata de una obra atractiva. Es el caso de Mujeres frente al espejo, de Mauricio Pichardo y Guadalupe Velázquez, que celebró el jueves pasado sus 200 representaciones. La placa conmemorativa fue develada por los actores Guy Ecker y Sergio Máyer, así como por el productor Antulio Jiménez Pons.

mujeres-2xxxESTA OBRA, DIRIGIDA por Sergio Jiménez, ya lleva ocho meses en el teatro 11 de julio y ha logrado convocar a un numeroso público ávido de divertirse y disfrutar con el teatro. Sylvia Pasquel, una de las actrices del reparto, comenta: "estas 200 representaciones son el resultado de mucho trabajo y significan que hemos logrado obtener un gran éxito. Aunque se habla de crisis en el teatro, a nosotros no nos ha tocado, pues no es una obra intrascendente, abarca muchos temas de la relación que existe entre la mujer con la vida, los hombres y la belleza".

EL MONTAJE ESTA ambientado en la sala de espera del consultorio de un cirujano estético. Mientras las pacientes esperan a que llegue el médico comienzan a platicar acerca de las razones que las llevan a someterse a un bisturí. A medida que transcurre el tiempo, pasan de lo cómico a lo dramático, de confidentes a confesantes. Eugenia (Irma Lozano) es una señora de 50 años que desea operarse para conquistar a un hombre diez años menor. Miriam (Gabriela Goldsmith) es la esposa treintaiñera de un alto ejecutivo quien le es infiel con una muchacha, por lo que quiere verse mejor ante su rival. Astrid (Ninel Conde) es una joven edecán que ha caído en la obsesión por la cirugía para triunfar en la televisión. Lorena (Mónika Sánchez) acude al cirujano para acabar con el complejo que le provoca su abundante busto, y Fernanda (Isaura Espinoza), es la única que no se encuentra en el consultorio por un deseo estético, sino para la reconstrucción de un seno que le fue extirpado a raíz de un cáncer. Todas ellas son atendidas por Amparito (Sylvia Pasquel), simpática y espontánea recepcionista que protagoniza a la mujer sin complejos, que se acepta tal como es.

DURANTE LA ESPERA, analizan el trasfondo de los motivos por los que se quieren operar, y se dan cuenta de que muchos parten del deseo de gustar a los hombres y la presión de competir con otras mujeres. Cada uno de estos personajes engloba diferentes estilos de mujer; el escenario se transforma en espejo, en radiografía de vidas, deseos y angustias. Nadie se escapa de mirarse al espejo, que no sólo refleja a mujeres, sino también a hombres. Sylvia Pasquel comenta: "Con esta obra se identifican muchas mujeres, pero también muchos hombres, a algunos les cae el veinte de que a veces se pasan". Respecto al alto grado de identificación del público con esta obra, la actriz Mónika Sánchez nos cuenta: ''una vez me esperó una chica al final de la función, con lágrimas en los ojos, para decirme que la historia de mi personaje le había llegado al corazón porque le recordaba perfectamente su propia historia".

A PESAR DE que es una obra muy crítica, en ningún momento se cuestiona la cirugía estética; se deja al espectador que extraiga su propia opinión. Goldsmith explica: "la cirugía no es la solución pero tampoco es una cacería de brujas. Aquí damos el aspecto humano de cada uno de estos personajes, el porqué es tan importante para ellas la cirugía. Creo que si la operación te va a dar una seguridad que no tienes, adelante, siempre y cuando no se caiga en excesos".

EL TRABAJO INTERPRETATIVO en esta obra está sumamente logrado. Las seis actrices viven con intensidad sus papeles y atrapan al público desde un principio. En ningún momento decae el interés por lo que ocurre en el escenario, y el humor es un hilo conductor constante que, tomando diferentes matices, es sagaz y contagioso.

MUJERES FRENTE AL espejo es una puesta interesante, donde lo cotidiano se viste de comedia teatral, ubicando lo paradójico del comportamiento humano en la cúspide de la farsa para que el espectador se refleje, reflexione y se ría de su propia realidad.

MUJERES FRENTE AL espejo: Teatro 11 de Julio. José María Vértiz 668, Col. Narvarte.

Viernes: 19:00 y 21:30, Sábados: 18:00 y 20:30 y Domingos: 17:30 y 20:00. Entrada: 150 pesos