LUNES Ť 8 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Kabul, Kandahar y Jalalabad fueron sometidas a tres oleadas de bombardeos

Estados Unidos nunca logrará su objetivo con sus ''actos terroristas'', advierte el talibán

Ť Cifra preliminar de 20 muertos Ť El régimen islámico asegura que derribó un avión

REUTERS, AFP, DPA, AP Y PL

Kabul, lunes 8 de octubre. La capital afgana, Kabul, y las ciudades de Kandahar y Jalalabad fueron estremecidas poco antes de las nueve del domingo por la primera de tres oleadas de bombardeos que se extendieron hasta después de las tres de la madrugada de este lunes. El régimen talibán aseguró que logró derribar un avión enemigo en la provincia de Farah, al responder su artillería antiaérea los ataques lanzados por Estados Unidos y Gran Bretaña con bombarderos estratégicos B-1, B-2 y B-52, misiles crucero y bombas guiadas por satélite.

Aunque al principio no se sabía de bajas, en las primeras horas de este lunes se conoció que los ataques dejaron más de 20 muertos en la capital, sin establecerse si eran civiles o combatientes, pero podría haber más. ''La gente ha visto algunos cadáveres por los ataques'', dijo un testigo en Kabul, mientras que en Islamabad se comentaba que las víctimas eran civiles y que la ofensiva había sido ''enorme''.

La agencia Afghan Islamic Press (Aip) indicó que diez personas murieron cerca del aeropuerto de Kabul y otras diez cuando una bomba cayó en las cercanías de las oficinas de radio La Voz del Shariat, en el centro de la ciudad. Pero la cifra de muertos o heridos puede ser mayor si se consideran a las demás ciudades atacadas, pues se sabe de al menos dos más que murieron y cuatro resultaron heridas en Kandahar.

Con la luz de la mañana del lunes se pudo observar que, al parecer, los peores efectos de la ofensiva aliada fueron provocados en el reducto del liderazgo talibán en Kandahar, una polvorienta ciudad sureña impactada por cohetes y balas, que sufrió al menos tres oleadas de ataques. La primera de ellas fue contra el aeropuerto, irónicamente edificado por los estadunidenses como pista de abastecimiento para sus aviones de largo recorrido entre Europa e India, antes de la construcción de los Boeing 747.

Ilesos, Mohammad Omar y Bin Laden

attack afghan_ikmEl máximo líder talibán, mullah Mohammad Omar, y el dirigente islámico saudita Osama Bin Laden resultaron ilesos. Pero en la segunda ofensiva de tres que se lanzaron fueron alcanzados el cuartel general talibán y la casa de Omar. El cuartel estaba en el centro de Kandahar, donde la compleja tecnología de la maquinaria de guerra fue especialmente castigadora, pues el ataque fue preciso y fulminante, aunque las viviendas aledañas no resultaron afectadas.

El régimen islámico calificó el ataque de Occidente de ''acto terrorista'', juró que luchará ''hasta el final'' y que Estados Unidos ''nunca logrará su objetivo''. Horas antes movilizó a unos 8 mil efectivos hacia la frontera con Uzbekistán ante la supuesta llegada de tropas estadunidenses, luego de informes de que unos mil soldados enemigos se ubicaron en la ex república soviética.

A través de una emisión oficial de radio acusó a Estados Unidos y sus aliados de haber ''fomentado un acto sedicioso anoche al lanzar un ataque aéreo en nuestra tierra islámica sagrada. Gracias a Dios todavía no hubo víctimas ni daños materiales''. Esto, pese a que otras fuentes talibán en Islamabad aceptaron que había víctimas en las tres principales ciudades atacadas. ''Estamos mandando tropas a todos los lugares importantes, es cuestión de principios; no nos someteremos a las fuerzas estadunidenses y lucharemos hasta el último suspiro'', señaló el Ministerio de Defensa. Aunque voceros de la opositora Alianza del Norte negaron que haya presencia extranjera, al asegurar que ellos habían ganado posiciones en la zona.

Triple ofensiva

Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron una primera oleada de bombardeos sobre blancos militares del talibán e infraestructuras aeroportuarias y de comunicaciones, en las tres principales ciudades del país a partir de las 20:45 hora local de la noche, a lo que siguió un segundo ataque en la madrugada del lunes a la 1:15 y un tercero a las 03:30, tanto con misiles desde barcos como desde aviones de combate que sobrevolaron a gran altura, causando grandes explosiones y pánico entre la población.

No obstante, desde el primer ataque el talibán anunció que su máximo líder, mullah Mohammad Omar, y Osama Bin Laden, el más buscado dirigente saudiárabe de la organización armada Al Qaeda, sobrevivieron. Aunque sus feudos y cuartel general en Kandahar resultaron destruidos. Alhamdulila (fue la gracia de Dios), el mullah Omar y Bin Laden están vivos'', declaró el embajador afgano en Pakistán, Abdul Salam Zaeef.

Tras calificar los ataques de ''actos de terrorismo'', el diplomático talibán agregó que ''esta actitud brutal de Estados Unidos unificará a la nación afgana''.

Previamente, Zaeef había insistido ante el canal de televisión CNN en que su gobierno estaba dispuesto a enjuiciar a Bin Laden si Washington le entregaba pruebas, y que aun cuando no hubiera suficientes evidencias lo procesarían.

En declaraciones posteriores el embajador Zaeef aseveró que ''afganos pobres y de la calle morirán, por lo cual Estados Unidos será responsable. Este es un ataque contra un país independiente. Vamos a luchar hasta el último aliento''. Aseguró que habían tratado arduamente de encontrar una solución al problema, pero que Washington ''escogió la senda de su poderío y de su arrogancia'', por lo que no se podía entregar así a Bin Laden.

Una vez que comenzó la primera oleada de bombardeos, las luces de las ciudades atacadas se apagaron al ser cortada la electricidad, por lo que sólo se escuchaban las fuertes explosiones y se veían luces de bengala y el fuego de artillería y las defensas antiaéreas, que en un primer momento no parecían haber causado ''mayores daños'', a decir del talibán. Pero más tarde el cónsul afgano en Peshawar, Mawlana Najibulá, señaló que ''todos los aeropuertos están ardiendo'', y que ''ningún responsable talibán murió''.

Voceros talibán en Pakistán afirmaron que estaban listos para la jihad (guerra santa), luego de los ataques estadunidenses, que condenaron. Sin embargo, en cuanto al tercer ataque sobre Kabul fuentes en la zona dijeron no haber escuchado los disparos, aunque fuentes estadunidenses afirmaron que las ofensivas se efectuaron con misiles Tomahawk.

Al caer la noche del domingo, y previamente al inicio del primer bombardeo, un reporte de prensa de Teherán señaló que se habían desatado combates entre milicianos talibán y habitantes de la ciudad de Zarandj, al sureste de Afganistán y cerca de la frontera con Irán. Pero de estos choques no hubo mayores informes después.

Si bien los aliados no aceptaron haber sufrido ninguna baja de sus aparatos, el talibán afirmó haber derribado un avión enemigo. ''Hemos derribado un avión en la provincia de Farah'', de acuerdo con declaraciones del viceministro de Defensa, mullah Noor Ali, reportó la televisión árabe Al-Jazeera, de Qatar.

Optimismo afgano

Luego de los primeros ataques la cancillería afgana se mostraba optimista, de acuerdo con su titular, Mohammad Qasim Halimi, en declaraciones hechas al mismo canal de televisión. Este funcionario sostenía que hasta ese momento no se habían registrado víctimas y que los bombardeos no habían alcanzado objetivos importantes. ''Incluso, los niños salieron y preguntaron ¿dónde están los estadunidenses?", expresó, y sostuvo que ahora sólo quedaba el lenguaje de la violencia pero que ''saldremos con todo lo que tenemos''.

CNN reportó que un vocero talibán del ministerio de Relaciones Exteriores comentó que la situación estaba ''en calma''. Dijo que habían contactado a los pueblos y ciudades que han sido blanco de ataques aéreos, y que les aseguraron que no había víctimas ni problemas ni nada de qué preocuparse. ''Todos los mujaidines están en sus trincheras defendiéndose... las áreas alcanzadas no fueron de importancia y no hubo demasiados daños''. Y respecto a la oposición armada de la Alianza del Norte, señaló que ''son agentes de los rusos y los derrotamos más de una vez. Puede que debamos derrotarlos otra vez... cualquiera que llegue con ayuda rusa será derrotado''.

En nuevos informes de la televisión Al Jazeera, se indicó que los ataques habían destruido el cuartel general del talibán en Kandahar, donde se halla el centro de comando y control y desde donde opera el mullah Omar. Además, los reportes señalaban que también hubo explosiones e incendios en los aeropuertos de Kandahar, Jalalabad y en el de Mazar-e-Sharif, al norte del país.

Reportes de prensa señalaron que se escucharon explosiones en varios puntos de Kabul, donde fueron atacados blancos militares, edificios del Estado, y se cree que también las estaciones de televisión y radio oficiales. De hecho, la radio oficial dejó de transmitir desde que comenzó el primer ataque, y sería al término de los bombardeos cuando reanudaría sus emisiones.

011f2.jpgOtros informes apuntaban que cada vez que los ataques cesaban la gente salía a la calle, y que algunos sectores adyacentes a los blancos, como quienes vivían cerca de los aeropuertos, comenzaron a emigrar hacia otros lugares más seguros. Sin embargo, ante la escasa presencia de prensa en el teatro de guerra era difícil comprobar los daños materiales o humanos. Al menos, el talibán nunca habló de bajas ni militares ni civiles en esta primera jornada, sino qur reconoció poco más de 20 muertos hasta las primeras horas del lunes.

Un corresponsal de televisión en Kabul informó de fuertes explosiones en esa capital afgana en varias zonas, posiblemente el centro de la ciudad. Un testigo citado confirmó que fuertes explosiones estremecieron los distritos norte en la segunda oleada de ataques, que eran ''muy ruidosos'', y escuchó el ruido de los aviones sobrevolando y dijo que el servicio de energía eléctrica se volvió a cortar.

Una poderosa explosión se registró en las inmediaciones del Ministerio de Defensa, al sur del palacio presidencial. Las baterías antiaéreas próximas al aeropuerto, al sur de la capital, también parecieron ser un blanco, aunque no se pudo establecer si habrían sido alcanzadas. Pero cerca del aeropuerto capitalino se observó una columna de humo, y era allí donde los residentes comenzaron a huir.

Algunas versiones apuntaban que la ofensiva de Estados Unidos y Gran Bretaña se había efectuado en coordinación con un ataque de la opositora Alianza del Norte, aunque esas fuerzas -que controlan sólo 10 por ciento del territorio afgano- aún esperaban órdenes para lanzar una acción terrestre contra la gobernante milicia talibán en el noreste y centro de la nación centroasiática.

Un portavoz de la oposición armada dijo que la orden de entrar en acción debe provenir del líder Abdul Qassim Fahim, quien se mantiene todo el tiempo en contacto con los estadunidenses. Añadió que ''no sabemos cuándo entraremos en acción, pero nos recomendaron dejar libres nuestros teléfonos y las líneas de comunicación''.

El vocero opositor Mohammad Ashraf Nadeem dijo que decenas helicópteros estadunidenses atacaron el aeropuerto de la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif, capital de la provincia de Balj, para impedir el acceso de los talibán, y que ahora ellos tienen la misión de cortar la carretera entre Kabul y la citada ciudad.

Al final de la jornada no se sabía con exactitud cuántas bases o campos de entrenamiento del talibán y Al Qaeda hayan sido destruidos, pues la maquinaria de guerra de la superpotencia bombardeó con misiles cruceros desde buques estadunidenses y británicos, mientras que aviones de combate lanzaron otra gran cantidad de ataques, a lo que se sumaron proyectiles de largo alcance guiados por lasser, todo sobre Kabul, Kandahar, Jalalabad y otras localidades y provincias.

Pocas horas antes de que comenzaran los ataques en la noche del domingo, las autoridades de Kabul habían llamado a los habitantes de la capital a abandonar la ciudad ante la inminencia del inicio de la guerra. Y tras los bombardeos la tensión reinaba en la capital, donde soldados de la milicia talibán patrullaban en camiones y camionetas, comentando que lo ocurrido fue ''poca cosa'' y que la ofensiva contra zonas cercanas al aeropuerto ''no tenían nada de particular''.

Lla mañana del lunes, la radio talibán La Voz de la Shariat reanudó sus programas habituales desde Kabul, sin citar los ataques. Tras su identificación, dio paso a la lectura de un fragmento del Corán.