VIERNES Ť 12 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Su obra emparenta con Gabriel García Márquez y Derek Walcott, otros dos Nobel

Naipaul insiste en una narrativa sobre hechos marcados por sangre y ambición: Bañuelos

Ť Es generador de formas escriturales si no nuevas, sí llenas de vitalidad, subraya Rivas

Ť Con su galardón situará a las Antillas ante el mundo, expresa Sergio Pitol

CARLOS PAUL

Vidiadhar Surajprasad Naipaul representa el mestizaje étnico y cultural del Caribe y su premio es el reconocimiento a un autor en el que parte de su narrativa insiste en reflejar la conquista de su tierra natal, los acontecimientos marcados por la sangre y la ambición.

Como caribeño, Naipaul se emparenta con otros dos premios Nobel, el escritor Gabriel García Márquez y el poeta Dereck Walcott, quienes obtuvieron tal distinción en 1982 y 1992, respectivamente.

Autores que de alguna manera, comenta el poeta Juan Bañuelos, se han preocupado ''por rescatar y reciclar todo lo que fue la conquista de América".

Rescate de la memoria del Caribe y AL

naipaul3De Naipaul -cuya tierra natal es asentamiento de hindúes y musulmanes-, destaca su magistral obra La pérdida de El Dorado, ''que tiene los encantos de una novela histórica y a la vez integra una serie de fábulas, lo que la hace muy parecida a las crónicas de Indias", dice Bañuelos.

''Esa novela es una pequeña y gran historia de su isla natal Trinidad, que desde los primeros tiempos de la Conquista fue víctima de las sangrientas expediciones españolas en busca de la mítica ciudad de oro; además fue territorio de grandes peleas a raíz de las ambiciones colonialistas de Inglaterra, que terminó por hacerse del poder."

La familia de Naipaul, de origen hindú, llegó a Trinidad como mano de obra barata, añade el poeta chiapaneco, ''por lo que desde muy joven su narrativa insiste en los acontecimientos marcados por la sangre y la ambición".

Parte de su obra ''es una radiografía de la historia del continente americano. Con su trabajo se rescata la memoria de Latinoamérica, sobre todo la parte del Caribe".

Como poeta, expresa Bañuelos, ''la literatura de Naipaul me ha permitido -luego de los alzamientos en Chiapas- saber qué camino sigo en ese reciclar de la mitología y la fábula de nuestros pueblos originarios latinoamericanos que a pesar de los 500 años son contemporáneos".

En ese contexto, existe un marcado paralelismo entre Naipaul, García Márquez y Walcott.

Este último, explica Bañuelos, toma la mitología griega y sus héroes para darnos una gran lección: ''Los míticos héroes griegos se dan en todas las civilizaciones". Walcott ''transporta -sobre todo en su obra magna Omeros (traducida al español por José Luis Rivas)- ese concepto a América Latina, donde los héroes son héroes de todos los días en el Caribe".

Con la trilogía Máquez-Walcott-Naipaul se reconoce la importancia de una literatura que tiene su origen en el Caribe y en consecuencia es latinoamericana.

Reconocimiento a una cultura periférica

Para el escritor y poeta Hugo Gutiérrez Vega, Naipaul ''representa el mestizaje étnico y cultural del Caribe y en su obra destacan dos aspectos fundamentales: su origen hindú y su escritura en un perfecto inglés, hermoso y personalísimo".

De alguna manera se premia ''a lo que podría considerarse una cultura periférica, mestiza e híbrida, en una época en la que el racismo crece en el mundo".

Naipaul, señala Gutiérrez Vega, no es propiamente un luchador político. ''Se trata de un gran escritor con su propio compromiso", concepto con el que coincide José Luis Rivas, al opinar que la literatura de Naipaul ''se enmarca en el contexto de aquellas lenguas que tienen un origen híbrido y que generan formas de escritura, si no nuevas, sí llenas de una nueva vitalidad".

Derek Walcott y Naipaul ''son escritores que se nutren de la gran tradición del inglés clásico, incorporando a sus obras también la lengua derivada y fecundada por los antecedentes autóctonos".

Con este premio, ''de nuevo el mundo sabrá de las Antillas, de que en esa región persisten una espiritualidad y una intelectualidad importantes", comenta el escritor Sergio Pitol, y añade: ''Naipaul no era mi favorito, sino J. M. Coetzee, un sudafricano que he leído con gran admiración". Sin embargo, ''Naipaul también es una persona de mucho peso en la literatura, que con esto va a situar a las Antillas en el mundo".