SABADO Ť 13 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Expone De bestias y de humo en la Casa Jaime Sabines

Por desgracia, la humanidad aún vive en el terror, señala Posadas

ARTURO JIMENEZ

Tres lustros es el tiempo que el artista plástico Felipe Posadas lleva creando una amplia diversidad de bestias humanas, demonios, nahuales y otras figuras grotescas inmersas en atmósferas violentas y caóticas, no muy distantes de la realidad mexicana y mundial del presente.

''Yo no utilizo el tema bíblico del Apocalipsis, la destrucción del mundo o la tercera guerra mundial como un oportunismo temático para resolver fácilmente las formas grotescas que manejo, sino que siempre ha sido una inquietud", explica Posadas, cuya visión más que pesimista es considerada testimonial y de denuncia.

''No soy ningún Nostradamus, pero ahora, por desgracia, sigue existiendo una humanidad que vive en el terror", agrega en relación con los recientes ataques contra Estados Unidos y la respuesta bélica de este país contra Afganistán.

Hace unos días Posadas (DF, 1963) inauguró en la Casa Jaime Sabines la exposición De bestias y de humo, la cual concluirá el martes 16.

De algún modo se trata de una ''despedida" estilística, ya que este creador ingresará a una etapa de cambio que, sin embargo, también significará cierto retorno a la libertad y la frescura de sus comienzos.

Despedida estilística

De bestias y de humo, título tomado de un cuento de la escritora Carolina Luna, reúne 20 piezas de diferentes formatos, varias de ellas integradas en polípticos. También, por primera vez presenta técnicas mixtas a modo de ensambles, los cuales integró con objetos de madera y de plástico ''de uso popular", comenta en entrevista.

Además, por última vez presenta cuatro grandes formatos trabajados sobre tela y que nunca se habían exhibido juntos, con los cual cierra el ciclo de la serie Terra nostra. ''Es una despedida estilística para entrar a sugerencias y propuestas nuevas en mi expresión", señala Posadas, quien suma varias exposiciones individuales y colectivas en México y el extranjero y además es el editor de ilustración de la revista Generación.

Para Carlos-Blas Galindo, este creador es un ejemplo de temprana consolidación de un lenguaje muy particular y característico. Son ya reconocibles, dice, los trazos seguros y vigorosos, la representación de pliegues, deformaciones y adiposidades mediante ritmos gráficos entrecruzados o líneas gruesas.

La revelación del nahual

Hace poco más de tres años Posadas vivió experiencias cercanas a sus creaturas. ''Estuve inmerso en ciertas alucinaciones a partir del exceso con las bebidas espirituosas, las que me reflejaron realidades que eran como un espejo en el que yo mismo me veía como un ser nahualesco. Esto fue benéfico en cuanto a enfrentarme conmigo mismo, aunque a nivel familiar y social resultó difícil. Por fortuna, logré superarlo."

Abunda: ''Lo que me ayudó mucho fue esa propuesta de la forma nahual, desarrollarla en el dibujo y en esculturas tipo Judas armadas con alambre y papel maché. Sin embargo, destruí varias de ellas porque de repente se me revelaban en las noches o en momentos difíciles".

Agrega que para su nueva etapa estilística buscará encontrar la manera de sintetizar aún más esas formas e, inclusive, de integrar colores más puros a la línea del dibujo. Formas y temáticas, resume, fluirán de manera más libre y fresca, pues había llegado a un "frío control" de las soluciones plásticas.