LUNES Ť 15 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Mueren 16 personas en Nigeria durante choques entre cristianos y musulmanes
Indonesia toma distancia de EU; afirma que ningún país tiene derecho de atacar a otro
Ť Continúan las manifestaciones antiestadunidenses en Pakistán y se extienden a Africa
Ť Jóvenes turcos protestan frente a la base de Incirlick, de la cual despegan aviones de EU
DPA, REUTERS Y AFP
Yakarta, 14 de octubre. El gobierno de Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, tomó distancia de Estados Unidos al condenar implícitamente los bombardeos contra Afganistán, al tiempo que continuaron las manifestaciones antiestadunidenses en Pakistán y otras regiones, las que incluyeron Africa.
La presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, abandonó su posición de que los ataques contra Afganistán deben ser limitados y aseguró este domingo que ningún gobierno tiene derecho a atacar a otro país o vengar "sangre con sangre", en tanto que continuaron las manifestaciones contra Estados Unidos.
En un mensaje transmitido por cadena de televisión desde una mezquita, en la capital, Yakarta, la mandataria aseguró que quien comete terrorismo debe ser castigado, pero añadió que "la búsqueda y enjuiciamiento de los terroristas o de aquellos que los cobijan debe ser de acuerdo con la ley generalmente aceptable".
Agregó que no puede imaginar que "otros grupos o países puedan hacer sus propias medidas y reglas para decidir quién se comporta bien o mal y luego atacar".
Megawati apoyó la guerra estadunidense contra el terrorismo durante una reunión que sostuvo hace algunos días con el presidente George W. Bush en Washington, lo que la puso en una posición incómoda ante los creyentes musulmanes, que son mayoritarios en ese país.
La policía informó del arresto, anoche en las inmediaciones del cuartel de la policía en Yakarta, de 65 miembros del fundamentalista Frente de Defensa Islámico en Java, en el marco de las protestas, quienes portaban armas como sables, cuchillos cortos y puntas de flecha.
Versión de 200 muertos en Kano
En Nigeria 16 personas murieron en re-vueltas entre cristianos y musulmanes, aunque testigos oculares dicen que serían hasta 200 los muertos.
Las manifestaciones en ese país, que se llevaron a cabo de manera pacífica el viernes, se tornaron violentas la víspera en la ciudad de Kano, predominantemente mu-sulmana, y las marchas se transformaron en enfrentamientos religiosos con los cristianos, en el marco de manifestaciones de protesta por los ataques de la aviación de Estados Unidos contra Afganistán.
Grupos de jóvenes, tanto musulmanes como cristianos, incendiaron automóviles, iglesias y mezquitas, de acuerdo con versiones de testigos, quienes aseguraron que la gente era masacrada en Zangon.
"No puede haber menos de 200 muertos anoche", dijo uno de los residentes, citado por las agencias de prensa.
No obstante, la policía sólo dio cuenta de entre 13 y 16 muertos este domingo, mientras durante la víspera se reportaron 20 víctimas fatales.
También en Pakistán, donde continuaron las manifestaciones contra los ataques a Afganistán, una persona murió y varios centenares fueron detenidas tras las protestas de los fundamentalistas islámicos por la apertura del aeropuerto Jacobabad, en la provincia de Simdh, a las fuerzas armadas de Estados Unidos.
La policía informó que se vio obligada a abrir fuego después de que miles de manifestantes reaccionaron contra los esfuerzos para impedirles avanzar hacia la base aérea, cercana a la frontera con Afganistán.
Ante la represión policial y la detención de unas 2 mil personas vinculadas con las protestas, el máximo dirigente de una de las facciones del partido fundamentalista La-miat Ulema-i-Islam, Fazlur Rehman, anunció la convocatoria a una manifestación en Quetta para este lunes.
En Turquía, unos 200 manifestantes se reunieron en las afueras de la base aérea de Incirlick para protestar por los bombardeos estadunidenses contra territorio afgano y demandar la clausura de la base, que en otras ocasiones ha sido utilizada por aviones estadunidenses y británicos, como su-cedió en la Guerra del Golfo en 1991.
Por su parte, el presidente iraní, Mohamad Jatami, denunció en Teherán el fanatismo religioso del régimen talibán, pero reiteró su condena a los ataques de Estados Unidos y Gran Bretaña contra "el pueblo inocente" de Afganistán.
A su vez, el gobierno de Kuwait despojó de su nacionalidad kuwaití a Sulaiman Abu Ghaith, portavoz de Al Qaeda, la red de Osama Bin Laden.