LUNES Ť 15 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Fue organizada en el Zócalo capitalino por estudiantes del Centro Nacional de las Artes

Desechar la violencia para resolver conflictos, objetivo de la protesta Manos por la paz

Ť El uso de la fuerza nunca es el camino adecuado, afirma Camila Cárdenas Batel

CAROLINA GOMEZ MENA

zocalo_protesta_wwm''Con el ojo por ojo, el mundo se queda ciego'' y ''Queremos paz para nuestros niños'', fueron dos de las leyendas plasmadas en tres lienzos blancos, en los que cientos de capitalinos estamparon sus manos en protesta por el uso de la violencia como método para resolver los conflictos. Esto ocurrió durante el desarrollo del acto Manos por la paz, llevado a cabo en la explanada del Zócalo, organizado por estudiantes del Centro Nacional de las Artes, entre ellos Camila Cárdenas Batel, hija del ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas.

El político michoacano llegó a la Plaza de la Constitución pasadas las 13 horas, acompañado por su esposa, Celeste Batel, y su madre, Amalia Solórzano. Ahí, se manifestó en favor de la paz mundial y también estampó sus manos en uno de los lienzos.

Los organizadores del acto informaron que las mantas permanecerán en el Zócalo para demostrar que los mexicanos creen en la no violencia como método de resolución de controversias.

Por su parte, Camila Cárdenas señaló en entrevista que Manos por la paz es una forma de instar a la población a que tome conciencia de que el uso de la fuerza, provenga de donde provenga, no es el camino adecuado, y detalló que esto también debe entenderse en nuestro país. ''Es hacer todo lo posible para promover la paz y para que no haya violencia ni en México, con el conflicto en Chiapas, ni en ningún lugar del mundo'', expresó la joven.

zocalo_cardenas_33eOtro de los organizadores, Roberto Beltrán, estudiante de dirección de orquesta de la Escuela Superior de Música, señaló que a más de un mes de los atentados en Estados Unidos y a una semana del comienzo de los bombardeos sobre Afganistán, ''queda clarísimo que tenemos que buscar mecanismos alternativos para la resolución de los problemas''.

Agregó que el veredicto de la historia ha sido tajante acerca de los efectos de las agresiones a naciones o a personas, pero ''parece que después de tanto tiempo no aprendemos; después de tantas guerras y malas consecuencias'' se siguen secundando, apoyando y ejecutando acciones bélicas.

En opinión de Beltrán es urgente '''fomentar un pensamiento de paz y tolerancia'', y sugirió que esta tarea debe empezarse a estimular en nuestro entorno; de ahí surgió la propuesta de realizar Manos por la paz.

Al lugar se acercaron cientos de paseantes domingueros, incluidos numerosos niños que entusiasmados pintaron sus manos con rojo, azul, negro, verde o amarillo para, acto seguido, dejarlas impresas en las mantas; padres y abuelos también participaron gustosos en esta forma de expresión en favor de la paz.

Mariana, una de las menores participantes, dijo: ''No sé muy bien lo que sucede, pero sí sé que hay niños que están sufriendo'', en tanto que entre los adultos el comentario general era la esperanza de que pronto terminaran las agresiones y se optara por la paz.

Otras personas comentaron que con el presente conflicto armado ''se sabe en dónde empieza, pero no dónde termina'', y ''la violencia nunca le ha puesto fin a la violencia''. Manos por la paz comenzó pasado el mediodía y se extendió hasta alrededor de las 16 horas. Estuvieron presentes tres grupos musicales que interpretaron sones y jazz.

Pablo Elizondo, otro de los organizadores, refirió que el repudio manifestado por medio de este acto no fue en contra de Estados Unidos, sino de cualquier tipo de uso de la violencia, ya sea por parte de un Estado o de un grupo terrorista, y dijo que la impresión de muchos jóvenes mexicanos es que el gobierno de Vicente Fox, antes de dar su apoyo incondicional al vecino país ''debió tomar las cosas con más calma, pensar mejor y no reaccionar tan de prisa''.