LUNES Ť 15 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Participación dominante del Ejército, prevén analistas
Estabilidad macro a costa de mayor tensión social, escenario para 2002
DAVID ZUÑIGA
El gobierno de Vicente Fox mantendrá en 2002 la estabilidad de algunas variables macroeconómicas como las tasas de interés, la inflación y el tipo de cambio, pero a costa de más desempleo e inconformidad social, lo que crearía un ambiente propicio para el resurgimiento de grupos ''subversivos y desestabilizadores'' y, en consecuencia, para una ''participación dominante de las fuerzas armadas''.
En un esbozo de las perspectivas para el próximo año, Consultores Internacionales señala que la administración foxista parece seguir el mismo rumbo que sus antecesores al dar prioridad a ciertos indicadores macro y relegar a segundo plano otros como la recuperación, el empleo y el ingreso de las familias. Asimismo, señala que los primeros dos años de la actual administración estarán prácticamente perdidos en lo que a crecimiento se refiere, pues la caída seguirá por lo menos hasta el final de 2002.
Según la consultora que dirige Julio A. Millán, los ataques contra Afganistán y la posibilidad de atentados terroristas con armas químicas y/o biológicas acentuarán ''la ira y la paranoia'' de los países occidentales, lo que aprovecharán diversas organizaciones de derecha para exacerbar el nacionalismo, la xenofobia, el racismo y el radicalismo religioso, que podría provocar conflictos internos en varios países.
Esto hará que se refuercen las redes militares de inteligencia. Como parte de su estrategia, Estados Unidos buscará una alianza económica y militar con Rusia y la integración de una zona de protección desde Alaska hasta Panamá.
En el ámbito interno, el ambiente bélico puede favorecer la cohesión política en Estados Unidos y una eventual relección de George W. Bush.
En lo económico, la consultora prevé que Estados Unidos caerá en una recesión, las tasas de interés se mantendrán bajas y el desempleo seguirá en aumento, mientras el precio del petróleo podría bajar temporalmente para apoyar a los países que están atacando Afganistán y al mismo tiempo limitar el flujo de recursos a los países árabes.
El estudio prevé que el gobierno mexicano mantendrá su postura de apoyo ''tácito'' a Washington; los flujos migratorios y la entrada de capitales se reducirán drásticamente lo que, junto con un deterioro de la actividad manufacturera y el comercio exterior, retrasará la recuperación económica.
No obstante, las tasas de interés y el control de la inflación seguirán siendo la base de la política económica del gobierno foxista, que podría enfrentar obstáculos del Congreso para aprobar reformas estructurales como la fiscal, del sector energético y laboral. Asimismo, se descarta una devaluación brusca del peso y se prevé una reactivación del crédito.