Los AC-130

Las fuerzas especiales estadunidenses comenzaron a utilizar en Afganistán el avión de ataque a tierra AC-130, que se emplea también para reconocimiento armado.

Una versión del C-130 Hércules de transporte, este aparato cuenta con la importante capacidad de realizar ataques con una precisión de cirujano contra una zona urbana.

Este avión puede cubrir una amplia zona con una lluvia de obuses de 40 milímetros y 25 milímetros.

El AC-130 está capacitado además para efectuar ataques a tierra en condiciones meteorológicas difíciles. Está equipado con sistema de visión infrarroja y radar, que lo habilita para identificar y perseguir blancos en tierra, siendo capaz de distinguir las fuerzas "amigas".

La última generación de este aparato, el AC-130 Spooky (terror), puede perseguir dos blancos al mismo tiempo con el doble de potencia de fuego que su predecesor, el AC-130H Spectre.

El AC-130 puede ser utilizado además en el marco de operaciones de sabotaje, tanto como apoyo táctico a las fuerzas especiales o como apoyo de las fuerzas terrestres.

Generalmente transporta equipos de 13 hombres: cinco oficiales y ocho reclutas, en particular francotiradores y responsables del manejo de sistemas con infrarrojos y radares.

Estados Unidos cuenta con 13 AC-130U y ocho AC-130H, que dependen del centro de comando de fuerzas especiales, en Hurlburt Field, Florida.