MIERCOLES Ť 17 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Gran confusión precedió el momento de los atentados al Pentágono y el WTC
Revelan diálogos entre controladores de vuelo y pilotos de los 4 aviones secuestrados en EU
DPA Y AFP
Washington, 16 de octubre. La transcripción de las comunicaciones entre los pilotos de los cuatro aviones secuestrados el 11 de septiembre y los controladores aéreos muestran la confusión que precedió a los atentados cometidos ese día contra el World Trade Center y el Pentágono. Cuando los controladores aéreos lograron darse cuenta de lo que sucedía, ya era demasiado tarde.
La primera anomalía, de acuerdo con un informe publicado hoy por el diario The New York Times, ocurrió a las 8:14, hora de la costa este, cuando un controlador intentó en vano comunicarse con la tripulación del vuelo 11 Boston-Los Angeles de American Airlines (AA), que había despegado 14 minutos antes.
A las 8:24, el controlador oye en la frecuencia de radio: "Tenemos los aviones. Mantengan la calma y estarán bien. Estamos volviendo al aeropuerto. Nadie se mueva. Todo saldrá bien. Si intentan algo, pondrán en peligro el avión y a ustedes mismos".
A las 8:25, el controlador notifica a los otros centros de control que han secuestrado un avión.
A las 8:29, el Boeing 767 modifica su curso y se dirige hacia Nueva York. Cuatro minutos más tarde, una voz en cabina dice: "Que nadie se mueva, por favor. Volvemos al aeropuerto. No intenten ningún movimiento estúpido".
A las 8:40, la Agencia Federal de Aviación Civil informa sobre el secuestro al Comando Estadunidense de Defensa Aérea y del Espacio. Demasiado tarde. A las 8:47 el avión de AA se estrella contra la torre norte del World Trade Center.
Al mismo tiempo, otro drama similar tiene lugar. El controlador que supervisa el vuelo 175 de United Airlines Boston-Los Angeles, intenta por más de diez minutos, en vano, comunicarse con la tripulación del avión, que antes había reportado una "transmisión sospechosa... Se oyó como si alguien hubiera tomado el micrófono y hubiera dicho a todo el mundo que permanezca en sus asientos".
A las 8:47, cuando el primer avión se estrellaba contra la torre norte, el avión de United se sale de ruta, y se dirige a Nueva York, a unas 500 millas por hora, más del doble de lo permitido.
A las 8:53, el controlador se da cuenta de que "podría tratarse de un secuestro. Tenemos problemas aquí". Al mismo tiempo, dos cazas F-15 con misiles despegan en Massachussetts.
El drama en Indianápolis
Paralelamente, en Indianápolis, otro controlador tiene problemas. Son las 8:50 y el Boeing 757 del vuelo 77 de American Airlines, que despegó a las 8:14 del aeropuerto Washington Dulles hacia Los Angeles, no responde.
A las 9:02 ese controlador exclama "perdimos contacto" y un minuto más tarde, en Nueva York, el Boeing 767 de United se estella contra la torre sur del World Trade Center, sin que los dos cazas lanzados contra él pudieran haberlo interceptado.
A las 9:24, aviones cazas despegan tras el vuelo 77, y un minuto después los controladores se dan cuenta que éste se dirige nuevamente hacia Washington. La Casa Blanca es alertada.
A las 9:38, el aparato se estrella contra un ala del Pentágono.
En tanto, en el vuelo 93 de United Airlines que une Newark-San Francisco, ruidos en la frecuencia de radio parcen indicar un enfrentamiento en la cabina de ese avión. Una voz grita: "šHey, salgan de aquí!"
A partir de las 9:36, varios pasajeros llaman a través de sus teléfonos celulares a familiares y alertan sobre el secuestro. A las 10:10 el avión cae sobre un área rural de Pensilvania.
Tras los secuestros, la Administración Federal de Aviación llamó a las aerolíneas estadunidenses a presentar propuestas de medidas de seguridad, y la semana pasada autorizó a las aerolíneas a reforzar las puertas a discreción, utilizando el método que les pareciera más conveniente.
La mayoría parece haberse decidido por la solución temporal de reforzar las puertas con un sistema de cerradura mejorado y travesaños de metal para aumentar la fortaleza de las láminas que recubren el marco.
Sólo un grupo selecto, como Alaska Airlines, eligió colocar puertas a prueba de balas fabricadas con la aleación Kevlar, que según expertos hacen la cabina de mando impenetrable.
Las nuevas puertas a prueba de bala, que cuestan unos 20 mil dólares cada una, tienen una ventanilla transparente, y los pilotos -que vigilarán por cámaras lo que sucede en la cabina de pasajeros- pueden cerrarla y abrirla sin tener que moverse de sus asientos.