MIERCOLES Ť 17 Ť OCTUBRE Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
ALGUNOS LEGISLADORES PANISTAS de plano no están de acuerdo con la práctica cotidiana de que los miembros del gabinete foxista se desempeñen como sus voceros oficiales -y en la mayoría de las ocasiones oficiosos-, y ayer pretendieron dejar en claro que prefieren ser "socios" y no "achichincles" del gobierno del cambio.
RESULTA QUE LA MAS RECIENTE declaración de Eduardo Sojo, coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, sobre la pomposamente llamada nueva hacienda pública distributiva que impulsa el inquilino de Los Pinos, desató la ira del coordinador de la bancada blanquiazul en San Lázaro, Felipe Calderón Hinojosa, quien al borde de la lipotimia públicamente advirtió: "Hay algunos funcionarios públicos que deberían guardar silencio, pues las declaraciones que hacen en torno a la reforma fiscal en nada contribuyen y sí pueden echar abajo los avances y negociaciones sobre el tema. No hay elementos que permitan afirmar que tenemos acuerdos en materia fiscal".
HAY QUE RECORDAR QUE EL prudente doctor Sojo declaró en Hamburgo, Alemania, en plena gira europea y sólo después de que el presidente Fox divulgara aquel chiste cruel de que no habría aumento de impuestos en México, que los poderes "Ejecutivo y Legislativo ya se pusieron de acuerdo en la reforma hacendaria" y no descartó "que esta misma semana sean llevados al pleno de la Cámara de Diputados los dictámenes -correspondientes- que ya están listos".
POR ESO FELIPE CALDERON Hinojosa ya no aguantó la intromisión y pintó su raya. Al grito de "socios" sí, "achichincles" no, advirtió que "la mejor manera de evitar que la reforma fiscal se concrete es decir que ya se tiene acordada. A nosotros no nos están dando línea ni desde allá ni desde aquí, simplemente habría que señalarle a algunos funcionarios del Ejecutivo que deben guardar la debida prudencia en sus declaraciones. La agenda legislativa corresponde a los diputados y senadores definirla y no a esos funcionarios".
SIN EMBARGO, AL CONOCER las declaraciones de Calderón Hinojosa, otros panistas también pintaron su raya, pero en sentido contrario. Al grito de "achichincles" sí, "socios" no, Luis Felipe Bravo Mena, presidente nacional del PAN, negó que el chiquillo mayor y ciertos miembros de su gabinete hicieran declaraciones "imprudentes" durante su gira europea. Cabe mencionar la posibilidad de que el dirigente blanquiazul, tal vez por sus múltiples compromisos, no tuvo tiempo de mantenerse atento a lo reportado por los medios de comunicación, que registraron paso a paso la estancia del chiquillo mayor en Europa y, desde luego, sus pronunciamientos.
SOBRE LA IRA DEL DIPUTADO Calderón Hinojosa, el joven Bravo Mena consideró que "ante la sensibilidad de la negociación sobre la reforma fiscal los diputados y senadores prefieren un clima de menos presión en ese sentido, y creo que eso explica la expresión de nuestros compañeros legisladores. No obstante, también debe entenderse la sensibilidad de algunos miembros de la administración federal sobre temas que deben resolverse de manera urgente en México y sobre los cuales quieren ver soluciones lo más pronto posible". Las declaraciones de los integrantes del gabinete, a juicio del líder panista, no son "imprudentes", sino "motivadas por el ambiente de la gira misma" y por las preguntas de los reporteros nacionales y extranjeros (que son unos metiches que deberían dedicarse a hacer su trabajo en lugar de estar de preguntones).
CON SU INNOVADORA INICIATIVA fiscal, el gobierno del cambio pretende obtener, en su primer año de aplicación, alrededor de 130 mil millones de pesos adicionales por medio del cobro indiscriminado del impuesto al valor agregado a todo lo que se mueva y de la reducción de la carga impositiva a las ganancias del capital. Desde su presentación en sociedad, en abril pasado, la propuesta presidencial logró un creciente rechazo de la sociedad y, desde luego, de los partidos políticos no inscritos en el circuito panista.
LA REACCION ANTERIOR, sin embargo, era de esperarse. Lo que de plano no estaba considerado en el proyecto fiscal del inquilino de Los Pinos era que en el seno del partido que lo llevó a la Presidencia de la República se registrara una drástica división entre el grupo de los "socios" y el de los "achichincles" del cambio.
ANTES DEL MAS RECIENTE desencuentro en el seno de la sagrada familia blanquiazul, algunos diputados de oposición, en el transcurso de las negociaciones que entre el Ejecutivo y el Legislativo se han dado en materia de reforma fiscal, se quejaron pública y ásperamente por la constante presión que el presidente Fox y los integrantes de su gabinete intentaban ejercer para que los muchachos de San Lázaro aceleraran la aprobación, incondicional, de la supuesta nueva hacienda pública distributiva.
UNO DE ELLOS FUE EL LIDER de la banca perredista en la Cámara de Diputados, Martí Batres, quien ayer reiteró que "estamos perfectamente en tiempo de acordar una reforma fiscal, pero no cualquiera sino una sin IVA a medicinas y alimentos. Es precisamente la insistencia del gobierno federal en querer imponer este impuesto al consumo a medicinas y alimentos lo que ha impedido llegar a consensos para la aprobación de la reforma fiscal".
PERO LOS LEGISLADORES deberán conservar la paciencia y la compostura: el chiquillo mayor y sus muchachos seguirán abriendo la boca.
Las rebanadas del pastel
EL GOBIERNO DEL CAMBIO ofrece todo tipo de ayuda y solidaridad incondicional a su amigou George W. Bush, y tan caritativa actitud lo ha llevado a olvidar algunos asuntillos internos, sin duda de menor importancia, que se mantienen sin solución, como el caso de los paupérrimos jubilados y pensionados de este país. Ayer, cerca de 400 de estos irresponsables mexicanos que pretenden obtener recursos para comer, se manifestaron en las puertas del Senado de la República para exigir que se practique una auditoría al IMSS y que el pago de su pensión no se haga por medio de tarjeta de crédito, debido a que algunos de ellos no saben leer ni escribir y ello propicia abusos por parte de las autoridades.