JUEVES Ť18 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Lo acusan por el asesinato de una alemana en 1977
Solicitó Nuremberg extraditar al ex general Suárez Mason
Ť El ex militar argentino colaboró con el dictador Videla
DPA
Berlin, 17 de octubre. El ex general argentino Carlos Guillermo Suárez Mason, contra quien pesa una orden de captura internacional por presunto asesinato en tiempos de la dictadura militar, enfrenta desde hace dos semanas un proceso de extradición a Alemania, informó hoy la justicia de Nuremberg.
Según un comunicado de la Audiencia Territorial de esa ciudad alemana, el juez federal Gabriel R. Cavallo dictó "prisión preventiva extradicional" contra Suárez Mason el pasado 3 de octubre, a raíz de la orden de captura internacional que giró el propio juzgado alemán en julio.
La fiscalía precisa que la embajada alemana en Buenos Aires fue informada al respecto por el Ministerio de Exteriores argentino, el 5 de octubre.
A Suárez Mason, en su momento estrecho colaborador del entonces dictador argentino Jorge Rafael Videla, le imputan la muerte de la alemana Elisabeth Kaesemann, ocurrida en 1977. A juicio de la fiscalía alemana, Kaesemann fue detenida, torturada y fusilada "con el conocimiento y por voluntad" de Suárez Mason, que ese día ejercía como jefe del primer cuerpo del ejército argentino.
El comunicado de la fiscalía alemana señala que las autoridades argentinas decidirán sobre la extradición del ex represor en función de las pruebas aportadas por el pedido de extradición alemán. "De ser extraditado, la fiscalía le acusará ante la Audiencia Territorial de Nuremberg por asesinato", agrega el documento.
La Coalición contra la Impunidad celebró la orden de prisión preventiva extradicional como "una gran noticia", declaró hoy el presidente de esa agrupación de derechos humanos, Esteban Cuya.
Cuya consideró que es "una reaparición histórica", tras más de dos décadas de "falta de interés" por parte de la justicia alemana, que "ahora se está reivindicando".
De acuerdo con los resultados de las pesquisas de la fiscalía de Nuremberg, que dieron pie a la orden de captura internacional, Kaesemann fue "secuestrada (...) por fuerzas de seguridad argentinas" entre el 8 y el 9 de marzo de 1977, e "internada y torturada en un cuartel de Buenos Aires".
Después de su traslado al centro de detención clandestino El Vesubio, fue muerta "con disparos en la nuca y en la espalda desde corta distancia" en la localidad bonaerense de Monte Grande.
La Audiencia Territorial de Nuremberg ve en esto una prueba de la "alevosía" con la que actuaron los autores del asesinato.
"El acusado no actuó inmediatamente, sino mediante fuerzas de seguridad que estaban sometidas a su mando. En su condición de jefe del primer cuerpo del ejército y comandante de la zona uno, el acusado tenía el poder de mando absoluto y el dominio de la organización en su zona. Controlaba cada acción de detención y fue dueño y señor de la vida y muerte de los detenidos", señala la orden de detención.