JUEVES Ť 18 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Se prevén ''observaciones y ampliaciones'' al pacto

Ratificar o no el acuerdo político, dilema para el consejo perredista

Ť Encuentro en un hotel de Paseo de la Reforma para analizarlo Ť Hubo críticas y objeciones, pero también defensas a la firma

RENATO DAVALOS

Los perredistas se encerraron ayer cuatro horas para discutir el acuerdo político firmado con el gobierno federal. El tema suscitó objeciones ásperas, críticas y defensas de la firma. La directiva prevé que este fin de semana el documento sea ratificado por el consejo nacional, aunque con algunas ''observaciones y ampliaciones'' al temario, como la ley indígena y el asunto del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

Algunos militantes del PRD cuestionaron la validez jurídica de que en la discusión se incluya el acuerdo político, porque el consejo se declaró en sesión permanente en su anterior encuentro. Consecuentemente, argumentaron, no se puede modificar el orden del día, que no incluye el asunto. Pero la directiva perredista apelará al consejo nacional, órgano superior partidista, que la facultó para la firma de ciertos acuerdos.

Ratificar la firma o no, fue el dilema que tuvieron los legisladores y los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional. No queremos llevar el asunto a una situación extrema, comentaron algunos de los asistentes que requirieron no ser identificados. Incurrir en una actitud de esa naturaleza llevaría a ubicar al partido nuevamente en el terreno de la intransigencia, la confrontación y el aislacionismo, señalaron.

Escasa participación

También, entre los legisladores está por definirse si acompañarán o no la intención panista en las cámaras de ratificar el acuerdo, una iniciativa que por lo menos hasta hoy la bancada albiazul no llevará al pleno en la Cámara de Diputados, como lo tenía previsto.

La directiva perredista hizo distribuir copias del acuerdo a los asistentes a la reunión de ayer. No hubo más de medio centenar de legisladores, unas dos terceras partes de los representantes de ese partido en ambas cámaras.

Al final del encuentro, la semántica se había trastocado. Agenda, no acuerdo, definieron unos y otros.

Pero el oaxaqueño Héctor Sánchez López cuestionó los términos. El planteamiento en su intervención ante sus correligionarios fue la insuficiencia temática. No figuran asuntos como la ley indígena o el IPAB, vitales para avanzar en un proceso de transición democrática y de reforma del Estado, dijo.

Se trata de temas que no pueden soslayarse. Eso es una agenda, no es un acuerdo, refrendó el diputado. ƑQué vamos a hacer para que esos puntos de la agenda beneficien a la mayoría de los mexicanos y no a un sector en detrimento de los segmentos mayoritarios?, se preguntó el legislador.

El Congreso de la Unión no tiene por qué ratificarlo. En ese órgano tenemos una agenda legislativa discutida y analizada de reforma del Estado. El Congreso no tiene por qué ir con los tiempos del Ejecutivo. Hace seis años se dio el mismo ritual, rememoró. La firma fue intrascendente. Es una agenda incompleta de lo que el Ejecutivo cree que pueda discutirse; era la estrella que Fox buscaba para llevar a la gira, dijo.

Humberto Zazueta cuestionó en la misma tónica. Estableció que no se trata de un acuerdo, sino de una agenda de puntos que pueden ventilarse según los consensos a que pudieran llegar las distintas fuerzas políticas.

La senadora Leticia Burgos objetó el punto 9 del acuerdo, referido a la eliminación de ''disposiciones discriminatorias'' y al avance hacia la igualdad efectiva de los derechos.

Por su parte, Ifigenia Martínez ubicó sus palabras en la propuesta fiscal perredista. Sería una verdadera ''revolución democrática'' si se puede alcanzar el consenso en este sentido.

-ƑFirmarán los legisladores? -se le preguntó a Emilio Ulloa, en uno de los recesos de la reunión perredista, efectuada en un hotel de Paseo de la Reforma.

-No -respondió.

Ningún aval a la apertura eléctrica, afirma Pablo Gómez

Entrevistado al término del cónclave, Pablo Gómez externó que hay un supuesto de que el acuerdo sí se va a aprobar en el consejo nacional de este fin de semana, pero que deberá contener observaciones y ampliaciones. Aquí ha quedado muy claro que, por ejemplo, la firma perredista en el tema energético no implica bajo ninguna circunstancia el aval a la apertura eléctrica o petrolera, precisó.

El documento deberá contener añadidos, como el IPAB. Nadie niega la intención de avanzar y esa es la utilidad del temario, apuntó. Si no se cumple, no sería ni una agenda y continuaría la parálisis política que aqueja al país. Si en el periodo de marzo venidero no hay avances reales entonces significará que los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional no tienen interés por ''honrar su firma'', añadió.

Nadie puede sostener que la firma del acuerdo político con el gobierno y otros partidos sea negativo por el mismo hecho de la suscripción del documento. La mejor manera de que se cumpla es que se cumpla, afirmó el senador Demetrio Sodi de la Tijera. En caso contrario, afirmó, quedará en sólo un catálogo de buenas intenciones.

Posible nuevo encuentro con los secretarios Gil y Creel

La reunión de análisis del Partido de la Revolución Democrática, que tuvo una cincuentena de asistentes en el vértice del debate, concluyó con apenas poco más de una docena.

Ayer se informó también que la directiva perredista promueve ya un nuevo encuentro con los secretarios de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, y de Gobernación, Santiago Creel Miranda, para el análisis de las mesas de trabajo que conjuntamente se han hecho entre SHCP, PRD y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en las que este instituto avaló las cifras que sustentan la propuesta fiscal del partido del sol azteca, pese a la reticencia hacendaria a aceptarlas.