JUEVES Ť 18 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Inconformidad generalizada en el 48 aniversario del reconocimiento del voto de ese sector

Aún hay dificultades para que las mujeres accedan a puestos de decisión en México

Ť Critica Woldenberg que a la mayoría se le postule sólo como suplentes

ALONSO URRUTIA

Al conmemorar el 48 aniversario del reconocimiento del voto a las mujeres en México, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg, fustigó a los partidos políticos que si bien cumplen con el requisito legal de postular a mujeres en 30 por ciento de los cargos, lo hacen como suplentes o en lugares de la lista plurinominal que hace difícil que su nombramiento se traduzca en representación real.

La celebración fue también escenario para cuestionar la escasa representatividad que aún tiene este sector en los espacios de poder.

La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Espinoza, dio a conocer una cifra elocuente: en la primera incursión en la política, las mujeres alcanzaron 10.3 por ciento de las diputaciones, mientras que en la actual legislatura sólo representan 16.4 por ciento.

Espinoza subrayó que este desequilibrio en la representación de cargos con
capacidad de ifluir en las decisiones obedece a que la concepción que aún se mantiene sobre la participación política de la mujer es casi exclusivamente en función de su derecho al voto.

Para la presidenta del INM la subsistencia de grandes desequilibrios entre hombres y mujeres en la política "demuestra que ni el proceso de democratización ni las transformaciones descentralizadoras del Estado han modificado significativamente la participación de las mujeres en la estructura de poder".

En contraste con 16.4 por ciento de las diputaciones que tienen las mujeres, su participación en la jornada electoral del 2 de julio de 2000 fue de 53.3 por ciento.

Dio más cifras: de los mil 113 representantes que hay en los 32 congresos locales, 954 son hombres, es decir, 85.7 y sólo 159 son mujeres, lo que significa sólo 14.3 por ciento del total. En el Distrito Federal, la representación alcanza 30 por ciento, seguida de Tlaxcala, con 25 por ciento; Sinaloa, con 24 por ciento; Chihuahua, con 22.5 por ciento, y en el resto de las entidades su porcentaje es mucho más bajo.

Paralelamente, dijo que en la administración pública prevalece el desequilibrio y las dificultades reales para acceder a puestos de decisión, toda vez que la mayoría de las mujeres que laboran en este sector, ocupan lugares muy bajos del escalafón.

En su oportunidad, Woldenberg indicó que el avance de la participación femenina en la política es aún insatisfactoria, reflejo de un itinerario histórico del voto femenino lleno de obstáculos e incomprensiones.

Refirió que desde 1996, la legislación electoral obliga a los partidos a postular, al menos, 30 por ciento de mujeres como candidatos y es evidente que los partidos políticos cumplen con ese requisito. Sin embargo, "encontramos que las mujeres candidatas propietarias a la cámara en promedio era de 24 por ciento y, en cambio, representaron 44 por ciento
de las candidaturas suplentes".

Ello demuestra que en materia política queda mucho por hacer, pues la
situación en el aspecto electoral sólo es un reflejo de una situación generalizada de la participación femenina en diversos aspectos de la vida pública.

Aunque coincidió con la insatisfactoria presencia de la mujer en los espacios políticos, para el subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Juan Molinar, sostuvo que el resultado de los comicios del año 2000, sólo ratificó que estamos lejos de la meta de una
presencia equitativa, pero "también que estamos por encima del promedio internacional de legisladoras".

Molinar añadió que la situación es aún más crítica en lo que corresponde a la presencia de las mujeres en las presidencias municipales, pues solamente hay 84 en las 2 mil 427 alcaldías que hay en el país. Es un déficit todavía mayor que requiere de acciones urgentes e inmediatas para impulsar la recuperación de espacios de la mujer.