JUEVES Ť 18 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Permaneció 117 días encadenado en un cuarto oscuro

Liberan en Acapulco al empresario estadunidense Ron Lavander

Ť Según trascendió, habría pagado un millón 200 mil dólares a raptores

MISAEL HABANA CORRESPONSAL

Acapulco, Gro., 17 de octubre. A casi cuatro meses de haber sido secuestrado, el empresario estadunidense Ron Lavander Bachur fue liberado a las cinco de la mañana de este miércoles, a cien metros de la calle Ejido de esta ciudad.

En conferencia realizada con la prensa, el empresario se negó a informar sobre el monto del rescate, pero trascendió que se pagó un millón 200 mil dólares que fueron negociados con los secuestradores por el precandidato del PRI a la presidencia municipal de Acapulco, Luís Walton Bustos.

Lavander Bachur fue raptado por cuatro personas sobre la avenida Costera el 22 de junio pasado, a las nueve de la mañana, cuando se dirigía a su oficina.

Inicialmente sus captores exigieron por su libertad 1.6 millones de dólares, cantidad que luego aumentaron a 2.5 millones, y que no interviniera la policía. Los mediadores fueron el arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco y el sacerdote Angel Martínez, con quien los captores siempre se comunicaron a través de correos electrónicos.

Aguirre Franco declaró el 16 de septiembre -cuando los secuestradores dieron un ultimátum a los familiares de Lavander- que la forma como proceden los secuestradores es similar a "como procede la guerrilla". Apenas ayer, el clérigo aseguró que Lavander había sido liberado desde el sábado fuera del estado de Guerrero.

En las oficinas de su empresa, el empresario dijo hoy que está "inmensamente feliz de estar reunido con mi familia. No tengo idea (de) dónde estuve, al salir (del cautiverio), dimos vueltas durante una hora en el lugar donde me dejaron. Me dieron de comer muy bien. En cuatro meses de cautiverio baje sólo dos kilos", comentó sonriente quien estuvo secuestrado 117 días.

Lavander, de 75 años de edad, 47 de ellos radicando en Acapulco, comentó que por la mañana en el desayuno se le daba frutas fresas con miel y cereal; al medio día guisados como chiles rellenos, carnes y pastas en diversas formas; por la noche, un frugal plato de frutas de temporada, por lo que dijo "felicito a la cocinera o cocinero".

Dijo que durante su secuestro estuvo en un cuarto cerrado, desnudo y encadenado, en el que sólo oía la radio y la televisión prendida las 24 horas de los 117 días de cautiverio, que al capturarlo lo jalonearon y le pusieron una inyección que lo dejó inconsciente hasta darse cuenta de que se encontraba en el lugar que sería su cautiverio por casi cuatro meses.

Aseguró que sus captores eran gente educada, que pertenecen a un grupo muy sofisticado, muy experimentado, que usaban capuchas, que nunca lo torturaron y que eran buenos cocineros. Aconsejó "a la gente con recursos (que) se cuide muy bien porque lo que me pasó, que fue una sorpresa, no fue nada agradable".