VIERNES Ť 19 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť El régimen afgano, sin signos de pánico, dice un periodista
Han muerto entre 600 y 900 personas, admite el talibán
REUTERS, AP, AFP Y DPA
Kabul, 18 de octubre. Los bombardeos aéreos estadunidenses continuaron hoy sembrando muerte y destrucción sobre territorio de Afganistán, al admitir hoy por primera vez el régimen talibán la muerte de entre 600 y 900 personas, incluyendo desaparecidos, así como miles de heridos.
Por lo menos 70 civiles murieron en los ataques sobre Kabul, Jalalabad y Kandahar. Incluso en esta última ciudad, baluarte de la milicia talibán, una oficina de la televisión de noticias estadunidense CNN fue alcanzada por las bombas y sufrió la destrucción de sus ventanales.
En este ataque sobre la CNN, que al parecer iba dirigido contra un vehículo que transitaba por una carretera, dos empleados de la cadena de televisión salieron ilesos al protegerse fuera del inmueble, de acuerdo con el corresponsal de la emisora en Pakistán, Nic Robertson.
Aunque los periodistas occidentales no están autorizados para cubrir la situación en esa parte de Afganistán, bajo control del talibán, CNN ha mantenido una presencia en Kandahar con algunas personas bajo contrato para que ofrezcan información a la cadena. Sin embargo, la emisora se ha negado a dar datos sobre esos empleados.
No obstante que Estados Unidos mantuvo las incursiones sobre Kabul, Jalalabad y sobre todo contra Kandahar, algunos reportes señalaban que la intensidad de los bombardeos de la aviación disminuyó el jueves, quizá como preludio de una próxima intervención terrestre que se estaría preparando desde buques de guerra en el Indico.
Aunque el gobierno afgano había mantenido la cifra de 400 muertos entre la población civil a causa de los ataques de Washington, un portavoz de alto rango del movimiento talibán identificado como Abdul Hai Mutmaen dio a conocer que a 12 días de ataques "el número de bajas va entre 600 y 900, porque consideramos a los que están desaparecidos bajo los escombros como muertos".
En declaraciones a la televisión árabe Al Jazeera, añadió: "y no me pregunten sobre el número de heridos, porque es de miles y no tengo una cifra de eso".
El peor saldo de víctimas de las últimas 24 horas se registró en Kandahar, con 47 muertos y decenas de heridos. Pero fue en Kabul donde se dieron detalles sobre las víctimas al informarse que en el incendio a los depósitos de carburantes murieron siete peatones; otro residente dijo que cinco miembros de su familia murieron al ser destruidas seis casas por bombas en el barrio de Kalae Zaman Jan.
En las nuevas incursiones sobre Kabul los bombazos cayeron cerca del palacio presidencial, así como en las inmediaciones de la abandonada embajada estadunidense, y un corresponsal de Afp dijo que en Kalae Zaman Jan una de las bombas povocó un cráter de varios metros. En esa zona una niña de ocho años también murió.
En los nuevos ataques sobre Kandahar el talibán dio cuenta de una veintena de muertos y varios heridos civiles, tras una noche de incursiones aéreas y misiles crucero. En esa ciudad el ministro de Educación, mullah Amir Jan Mutaqi, anunció que ahí se encontraba también el canciller Wakil Ahmed Mutawakel, por lo que desmintió que haya alguna defección en las filas del gobierno, pues en días pasados se habló de "divisiones" al afirmarse que el canciller estaba en Pakistán "negociando" con moderados en el exilio.
Jan Mutaqi dijo que quizás el canciller haga algunas declaraciones en cualquier momento, y reafirmó que los dirigentes del régimen talibán y el líder islámico Osama Bin Laden se encuentran sanos y salvos. Aseveró que ellos están seguros y sin lesiones pese a los permanentes bombardeos estadunidenses.
"No hay que creer que el talibán está a punto de desmoronarse. Al contrario, es inquebrantable. Yo no he visto signos de pánico en sus filas", afirmó Fajar ur Rehman, uno de los pocos periodistas extranjeros que entraron en suelo afgano desde el inicio de los bombardeos.
El embajador afgano en Pakistán, Abdul Salam Zaeef, señaló que "con la excusa de combatir el terrorismo, Estados Unidos comete terrorismo de Estado". En un comunicado enviado desde algún lugar entre Helmand y Herat, añadió que "nos estamos quedando sin medicamentos y alimentos", e instó a las agencias humanitarias a enviar provisiones porque se pierden vidas ante la escasez.
Mientras en Mazar-e-Sharif el talibán mantenía el control frente a la oposición, se informó en Quetta que activistas árabes combaten junto a las filas del talibán. Pero al mismo tiempo, miles de refugiados afganos cruzaron la frontera paquistaní en los últimos cinco días.