VIERNES Ť 19 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť No comprendí que representaba a la CNDH en acto con religiosos, dijo a Soberanes

Renunció director del Centro de Derechos Humanos

Ť El miércoles pasado señaló que no hacía falta que la comisión fuera tan grandota

VICTOR BALLINAS Y JOSE ANTONIO ROMAN

El director del Centro de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rigoberto Ortiz Treviño, quien el miércoles manifestó ante la convención de la Unión de Sacerdotes Guadalupanos que no hacía falta que la CNDH fuera "tan grandota", y que enfrentaban "cada bronquita" con los diputados para justificar su presupuesto correspondiente a 2002, presentó ayer su renuncia al ombudsman nacional, José Luis Soberanes, misma que le fue aceptada.

En su carta de renuncia, Ortiz Treviño manifiesta al titular de la CNDH: "no advertí la dimensión pública de mis declaraciones, como tampoco el hecho de que las vertía en un acto al cual llevaba la representación del organismo".

Señala que "fue un error personal involuntario", y consideró el hecho como "un incidente producto de la relativa inexperiencia e imprudencia de quien durante 10 años ha sido académico universitario, y por primera vez se desempeñaba como servidor y representante de una institución pública".

Reconoce que los señalamientos que hizo ante los religiosos "fueron sin más ánimo que el de imprimirle cierta vivacidad a mis exposiciones", por lo cual lamentó la reproducción de algunas de sus expresiones en La Jornada, porque "no advertí en su momento la dimensión pública de mi intervención ante dicha convención".

Decidió renunciar, argumenta en su misiva entregada a José Luis Soberanes, para "no dejar el menor asomo de sospecha acerca de mi respeto al esfuerzo que en esta etapa de plena autonomía encabeza usted para restructurar la CNDH".

El Centro de Derechos Humanos es "un proyecto. Está en la parte jurídica, pero es necesario para concentrar ahí estudios, documentos, la biblioteca y las recomendaciones emitidas, y para que sirva de vinculación con los organismos no gubernamentales, porque hace falta ese trabajo", informó la CNDH respecto al órgano que hasta ayer dirigía Ortiz Treviño, y que "aún es proyecto" no aprobado.

Y es que en la sesión de preguntas y respuestas del acto religioso mencionado, Ortiz Treviño cuestionó ante los sacerdote el tamaño "tan grande" de la estructura de la CNDH y la utilidad misma del organismo, además de que hizo referencia a las "bronquitas" que enfrentaban ante los diputados para poder justificar el presupuesto para el año 2002.

Así, luego de una intervención meramente académica sobre el tema de la reforma indígena ante los sacerdotes, el funcionario se sintió en confianza para expresar algunos puntos de vista respecto al EZLN, señalando que los zapatistas no pueden hablar por toda la población indígena del país, Incluso, mencionó que múltiples comunidades están esperando que se les escuche.