VIERNES Ť 19 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Padrón elaborado en 1998 arrojó un total de 114 mil 497 casos

Censará el DIF en 2002 a los niños de la calle

CAROLINA GOMEZ MENA

En 1998 el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), efectuó en 100 de las principales ciudades del país un censo para conocer la cantidad de niños en situación de calle. El estudio, denominado Niñas, niños y adolescentes trabajadores, reveló que 114 mil 497 menores de 17 años usaban las calles y los espacios públicos como lugares de trabajo o vivienda. De ellos más de 90 por ciento mantenían vínculos con sus familiares, 68 por ciento se concentraba en 30 ciudades, 30 por ciento eran mujeres y 10 por ciento menores de seis años.

A casi tres años de ese sondeo y dado que persisten las condiciones que motivan el fenómeno -pobreza extrema, desintegración familiar, maltrato- es imperativo cuantificar nuevamente la problemática, comentó Pilar Denegri Piña, directora de Protección a la Infancia del DIF, quien informó que en enero próximo esta instancia, junto con los DIF estatales y organizaciones civiles, llevarán a cabo un nuevo censo.

En entrevista, la funcionaria comentó que la intención es dilucidar de cuánto podría ser el incremento de menores de la calle. Por ejemplo, existe la impresión de que la cantidad de niñas en situación de calle se ha elevado, pero no hay datos concretos. También se desea saber de qué edades son, en qué ciudades hay mayor densidad de ellos y por qué dejaron su hogar, entre otros datos.

Obtenidas estas referencias -detalló Denegri- se podrá contar con un padrón confiable, lo que permitirá a las 39 asociaciones civiles participantes en el programa De la Calle a la Vida, así como al DIF definir "hacia dónde irán los recursos" y qué tipo de modelos de atención son exitosos, ello en virtud de los perfiles de los niños.

Otras de las finalidades del censo son conocer qué porcentajes de ellos aún tienen lazos con sus familias, cuántos usan sustancias tóxicas, cuáles son sus condiciones de salud y nutrición, cuánto tiempo llevan en la calle y qué cantidad habita en ciudades diferentes a las de su origen.

Al explicar que el programa tiene como objetivo contribuir a dar solución y atención integral a mediano plazo a la problemática de estos menores en las principales zonas metropolitanas, Denegri explicó que el comité técnico de este programa durante estos meses previos al censo debe resolver qué estrategia se emprenderá para lograr contactarlos en su totalidad, pues la desconfianza hacia los adultos es una de sus principales características, así como evitar que sean contabilizados más de una vez, esto porque otra de sus inclinaciones es cambiarse de lugar y de nombre. En este aspecto también las instituciones que reciben a estos niños y niñas deberán tener cuidado en no contabilizar a uno de ellos en más de una organización, ya que algunos acuden a veces a más de un refugio.

Una de las metas del programa es lograr durante la presente administración establecer un fideicomiso de 600 millones de pesos, dinero que se juntará con la realización de actividades filantrópicas -un ejemplo fue la presentación de la película Barbie Casacanueces la semana pasada-, pero no por ello el DIF dejará de solicitar al gobierno un recurso determinado para este, porque pese a las restricciones presupuestales previstas "las prioridades no las podemos dejar de lado".