VIERNES Ť 19 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Las certezas y convicciones de Claude Bolling con su Big Band, en concierto

Que sean buenos pero también leales, condición de los músicos para hacer labor de equipo en jazz

Ť Su recital de esta noche, dentro de los festejos por los 25 años de la Sala Nezahualcóyotl

Ť Comparte a La Jornada su placer por el ''juego musical'' entre la síncopa y lo clásico

CARLOS PAUL

La existencia de una gran libertad creativa dentro del rigor musical es lo que motiva al pianista, compositor, arreglista y director de orquesta francés Claude Bolling, considerado en el ámbito internacional jazzístico ''el mejor intérprete de Duke Ellington" y que por cuarta ocasión se encuentra en México acompañado de su agrupación de jazz Big Band, para ofrecer hoy a las 20:30 horas un solo concierto en el contexto del 25 aniversario de la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM.

''Soy un artista que sigue su tradición, pero de ninguna manera me considero sucesor de Ellington. Tengo mi propio lenguaje, sin quererlo, como cualquier músico'', dice Bolling, quien recientemente ofreció un concierto en la parisiense plaza de La Concordia ante 350 mil personas.

''Conocí personalmente a Ellington y él mismo me comentaba que su ídolo era un director de orquesta de esa época, Fletcher Henderson, pero como él nunca quiso ser como Henderson, por eso llegó a ser Duke Ellington. Conmigo ocurre la misma situación."

Incursionar en varios terrenos sonoros

La vida profesional de Bolling lo ha llevado a varios terrenos musicales como la canción popular francesa, el boogie woogie, el ragtime, el swing, la música para cine y televisión, hasta la música de concierto.

Existen similitudes y diferencias respecto de la dirección de una Big Band y una orquesta sinfónica, explica el compositor.

''En esta última se tienen de pronto 20 violines primeros, 20 segundos, 15 violas, 10 violonchelos y si de repente no hay un violonchelo o un violín, pues no pasa gran cosa. La música, igual, suena.

''Si tengo cinco saxofones y falta uno, sí se nota. El tipo de trabajo en la banda es más de solista. Todo parte de la individualidad, por eso es importante que sean buenos músicos y leales a la banda."

Otra diferencia importante, añade, es que ''en una orquesta sinfónica todos los músbolling_claude_ju18boicos deben tocar lo mismo, lo que tienen escrito y sólo el solista puede distinguirse. Por ejemplo en un concierto de violín, que normalmente en los segundos movimientos tienen una cadencia, puede darse la libertad él mismo de escribir su propia cadencia. En la Big Band, cada músico es solista, puede y debe improvisar dentro de lo que es la propia creación, por eso es fundamental la lealtad y que sean buenos músicos".

Además, destaca Bolling, "de una pieza a la otra se puede cambiar la colocación de los músicos, cosa que en una orquesta sinfónica no se puede hacer''.

Al interpretar jazz, ''existe una gran libertad en el interior del rigor. Por ejemplo, al ejecutar una pieza se puede decidir que una trompeta tenga una cierta participación solista, pero en el momento de tocar, de repente se decide que no va a ser esa trompeta la parte solista, sino que sea otra trompeta o a lo mejor, en una de ésas se decide que sea un saxofón. Eso da más libertad y riqueza sonora, que en una orquesta sinfónica".

Música clásica-jazz, un diálogo

Para Bolling, quien de manera regular toca en un pequeño cabaret de París con capacidad para cerca de 200 personas y cuyo repertorio ''podría dar para más de cinco conciertos consecutivos", la música clásica, comenta sonriente, ''sólo la trabajo para mí, porque no me siento capaz de tocarla de manera correcta".

''Utilizo las técnicas de composición de música clásica para jugar con ellas y combinarlas con el jazz. Ahí esta la Suite para flauta que compuse y toqué con Jean-Pierre Rampal; la Suite para guitarra, la Suite para Orquesta de Cámara, una para violín escrita para Pinchas Zuckerman y una Suite para chelo, para Yo-Yo Ma, entre otras. Para mí es un juego musical.

''En general, añade el compositor de Borsalino, Don't be late, Duke on my mind, los músicos clásicos adoran el jazz, pero nunca lo tocan. Todas las obras que he realizado para estos grandes nombres de la música clásica me ha permitido disfrutar la posibilidad de poder hacer jazz usando las formas clásicas de composición para poder dialogar con ambos géneros."

Como dictan las normas en una música libre como el jazz, el programa musical que Claude Bolling y su Big Band interpretarán hoy no está definido, sólo existe una larga lista de obras que forman parte de los discos PariSwing y Harlem, este último dedicado a la música del estadunidense Duke Ellington. También se interpretarán composiciones del propio Bolling, de lo que promete ser un concierto inolvidable.