Ť Entre los que utilizan México para llegar a EU podría haber terroristas, dice

Davidow pide reforzar la vigilancia de migrantes

Ť El embajador estadunidense asegura que la agenda bilateral continúa vigente

LA JORNADA DE ORIENTE Y AFP

El embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, señaló que ambos gobiernos deberán tener mayor colaboración en la vigilancia de los migrantes de "terceras naciones", que utilizan territorio mexicano para ingresar a su país, pues entre estos flujos podría haber terroristas.

Durante su participación en el quinto Congreso de las Américas, que se celebra en la Universidad de las Américas-Puebla, mencionó que hay personas provenientes de Medio Oriente, Asia del sur y Europa central que pasan por México para entrar a Estados Unidos, muchas veces de forma ilegal.

Sin embargo, en entrevista posterior aclaró que no hay pruebas de que entre esos migrantes haya terroristas: "Hay muchas personas de otras partes del mundo que utilizan México para entrar a Estados Unidos, y dentro de ese flujo se podrían meter terroristas, pero no tenemos información ni evidencia ni prueba de que eso haya sucedido".

También señaló que desde antes de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington ambos gobiernos estaban conversando y colaborando "en cuanto al tema de migrantes de terceros países que están utilizando y abusando de la soberanía mexicana para ir a Estados Unidos", pero después de los ataques terroristas hay "otro enfoque en esa materia", apuntó.

Descartó que la vigilancia a los flujos migratorios hacia el vecino país incluya el desplazamiento de tropas estadunidenses a la zona limítrofe con México.

"La frontera va a seguir abierta. Necesitamos más colaboración; por supuesto que hay más inspecciones en las fronteras hoy en día, de autos y de personas, y a veces el flujo es más lento, el cruce tarda más tiempo, pero no tenemos la intención de cerrar la frontera.

"La respuesta que hemos recibido del gobierno de México es buena; tenemos que hacer más... intercambiar información. Hay muchas cosas que podemos hacer, pero es un tema que existía antes del 11 de septiembre y va a seguir existiendo", dijo.

Sobre las relaciones México-Estados Unidos, el embajador dijo que la agenda que tenían ambos países hasta antes del 11 de septiembre sigue vigente, con tres temas prioritarios: migración, seguridad y estrechamiento de los vínculos entre las dos naciones.

Sobre la migración comentó que Estados Unidos es el país más abierto a la llegada de extranjeros, porque de 300 millones de personas que residen allá, más de 10 por ciento nació en otros lugares del mundo. Hay entre 10 y 12 millones de indocumentados, abundó, de los cuales cinco millones son de México, una cifra que es casi igual al número de mexicanos que sí están legalmente en esa nación.

Sobre la agenda energética puntualizó que las autoridades de México y Estados Unidos tienen la mejor intención de colaborar para agilizar el traslado de energéticos de un país a otro, pero que las cuestiones de cantidad, costo y disponibilidad de los mismos es algo que cada nación decidirá de manera soberana.

Por otro lado, el coordinador del Grupo de Protección al Migrante Beta Sur, Abraham Vázquez Hernández, informó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, que en lo que va del año 39 migrantes indocumentados centroamericanos han muerto en la frontera sur de México, en su intento por llegar a Estados Unidos.

Los migrantes para evadir la vigilancia se ven obligados a transitar por caminos escabrosos, donde son presa fácil de bandas de asaltantes, dijo el funcionario en un informe rendido al Comité Técnico de Evaluación y Seguimiento de Operaciones.

En su ruta, los migrantes indocumentados son objeto de asaltos, violaciones, secuestros y asesinatos, hechos que ocurren con mayor frecuencia en zonas como la comunidad Monte Cristo y parajes conocidos como Guachipilín y El Retorno de los Pinos, ambos en el estado de Chiapas, añadió.

De acuerdo con las investigaciones, entre las bandas de asaltantes de indocumentados se encuentran los Mara Salvatruchas, grupo delictivo integrado por centroamericanos, que atacan a sus connacionales a bordo del ferrocarril o bien en los caminos.