Ť Ofreció el primero de dos conciertos en el Cervantino
Nils Petter hermanó el sonido con la luz durante 90 minutos
Ť La improvisación es un elemento esencial para el jazzista noruego Ť Procura crear una estética de espacios y colores
ANGEL VARGAS ENVIADO
Guanajuato, Gto., 19 de octubre. Para el jazzista Nils Petter Molvaer, la música pura es toda aquella que tiene algo que decir, sin importar si concentra sonidos de otras épocas o de otras latitudes.
Su propuesta, dice, rebasa las fronteras del jazz y hace confluir diversos géneros y expresiones del mundo, como la música urbana, el folclor noruego y sonidos del norte de Africa y de Japón.
''Es como la ciudad de Nueva York, una mezcla de diferentes culturas y manifestaciones en la que los contrastes juegan un papel esencial", señala. Y en son de broma agrega: se trata de ''rock cósmico".
En el primero de sus dos conciertos en el Festival Internacional Cervantino, ocurrido anoche en el Teatro Juárez, el artista noruego y los seis integrantes de su banda ofrecieron una velada no sólo para el deleite auditivo, sino también para el visual.
Experiencia integral para los sentidos
Fueron 90 minutos en que los sonidos se hermanaron con la luz para construir una atmósfera intimista, en la que una prevaleciente neblina azul inundó al inmueble de un halo entre onírico y mágico.
''Me parece que es aburrido ver sólo a los músicos tocar, por lo que procuro atrapar la atención mediante un juego de formas y sombras que se suceden de manera continua. Al final, lo que intento es que sea una experiencia integral para los sentidos."
El atractivo de la función se incrementa cuando sobre el escenario pueden observarse elementos poco convencionales, como una trompeta con pedal de efectos, sonidos de bajo generados por sintetizador y la presencia de un dj, que dio un matiz ''trance", de repetición, al concierto de Petter.
La improvisación es un elemento esencial en el concepto artístico de Nils Petter y se vale de ella, explica, para lograr una interacción entre los músicos y el público y hacer del momento un espacio mágico.
Todavía con un concierto más por ofrecer en el Cervantino, la noche de este viernes, el jazzista rubrica:
''Vivimos en un mundo lleno de impulsos y de posibilidades de exploración. Lo que procuro hacer es filtrar lo que escucho a diario para crear una estética propia de espacios y colores."