DOMINGO Ť 21 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť El gobierno paquistaní alienta reuniones para lograr consensos
Intentan fuerzas de Afganistán trazar un futuro gobierno en esa nación
AFP, PL, AP Y REUTERS
Islamabad, 20 de octubre. La capital de Pakistán, Islamabad, se ha convertido en un avispero político, donde se incrementan y cruzan las reuniones en la cancillería de este país con enviados del régimen talibán, del anterior gobierno afgano derrocado, de la oposición armada de Alianza del Norte, del ex rey Zahir Shah, y de sectores moderados, que buscan delinear un futuro gobierno en Afganistán.
Aunque todos parecen coincidir en que el actual régimen islámico talibán caerá de un momento a otro, las distintas fuerzas no logran ponerse de acuerdo. Pero el gobierno paquistaní, el único que mantiene relaciones con el régimen talibán, alienta los encuentros y afirma que el objetivo se encamina a alcanzar un consenso para "operar un gobierno de amplia base".
En ese marco ha tenido lugar la visita a Islamabad del ministro talibán de Asuntos Tribales, Maulvi Jalalauiddin Haqqani, un comandante proveniente de Kandahar, la sede del talibán y, por tanto, la ciudad más golpeada por los bombardeos estadunidenses.
El vocero paquistaní de Relaciones Exteriores, Riaz Mohammad Khan, al confirmar que Haqqani llegó para entrevistarse con responsables de su gobierno y otros sectores afganos, explicó que en "estas reuniones y conversaciones se a-naliza la factibilidad, el futuro y las posibilidades de un gobierno ampliamente representativo".
Señaló que con su gobierno se discutió "cómo podría operar un gobierno de amplia base" y destacó que "el interés de Pakistán como país vecino" es conocer la opinión de los diversos sectores para la instauración de "un gobierno ampliamente representativo".
Alianza del Norte, la principal formación opositora armada al régimen talibán, y los representantes del ex rey Zahir Shah y el llamado gobierno afgano en el "exilio" reconocido por las potencias occidentales, tienen diferencias. Por ejemplo, Alianza del Norte expresó que se debe hallar una solución "que respete el equilibrio entre las diferentes etnias", aunque con ciertos matices, según le hizo saber en su visita a Tadjikistán al ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer.
En Duchanbe, la capital de Tadjikistán, el responsable político de la Alianza del Norte, Abdullah Abdullah, se mostró partidario del respeto de los derechos de todas las etnias, al considerar que "una especie de federación podría contribuir a ello", y que "corresponde decidir al pueblo afgano".
Pero el mismo Abdullah, que en la oposición armada representa al gobierno afgano en el "exilio" del presidente Burhanuddin Rabbani, expulsado de Kabul en 1996, matiza que la excepción son los talibanes, al rechazar que en sus filas existan fuerzas "moderadas". Y aquí el problema es que la etnia mayoritaria del país es la pashtún, que constituye el sostén principal de la milicia talibán.
Enviados del ex rey a Islamabad han dicho estar en favor de un futuro gobierno amplio, pero no parecen tener mucho peso luego de los 28 años de exilio en Roma de Zahir Shah.
Los talibanes, por su lado, no están muy convencidos de la formación de un futuro gobierno en Afganistán. En declaraciones al diario paquistaní The News, Haqqani retó a Estados Unidos al afirmar que sus soldados "son demasiado blandos" para combatir en suelo afgano.
Este ministro de Asuntos Tribales y antiguo combatiente en la guerra contra los soviéticos entre 1979-89, aseguró además que "si los estadunidenses u otros logran tomar Kabul y otras ciudades importantes y se instaura un nuevo gobierno, no lo aceptaremos".
Pero frente a las posiciones distantes entre los afganos, tanto Estados Unidos como la ONU han propuesto también la formación de un gobierno representativo e incluyente de "moderados" del régimen talibán. El secretario de Estado, Colin Powell, en su reciente visita a Pakistán habló de que en un futuro gobierno afgano de coalición podría haber representantes moderados de esa milicia.
El delegado especial de la ONU para Afganistán, Lakhdar Brahimi, se manifestó en el mismo sentido de que debe formarse un gobierno aceptado por una amplia mayoría en el que nadie esté excluido, con excepción de las fracciones combatientes de los talibanes que representan "ínfima minoría".
Pero en cuanto a una futura fuerza de paz postalibán hay diferencias entre Estados Unidos y la ONU. Los estadunidenses quieren que se forme con contingentes de países islámicos, mientras que Brahimi y los países europeos hablan sólo de que surja una fuerza afgana bajo control de las Naciones Unidas.