MARTES Ť 23 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť El objetivo, que la oposición afgana pueda capturar más territorio, dice el Pentágono
Intensifica EU ataques contra tropas en Kabul y Mazar-e-Sharif, en apoyo a Alianza del Norte
Ť Sería un primer paso hacia la destrucción del poder del régimen y Al Qaeda: Rumsfeld
AFP, REUTERS, AP Y DPA
Washington, 22 de octubre. Estados Unidos, presionado para intentar avanzar en su ofensiva militar antes de la llegada del invierno, atacó con fuego áereo a las tropas talibán que protegen Kabul y Mazar-e-Sharrif, en apoyo directo a las fuerzas de oposición que tratan de capturar ambas ciudades.
Hasta este lunes, el Pentágono se había mostrado renuente a hablar de un respaldo aéreo directo de Estados Unidos a la Alianza del Norte. Pero ahora, a razón de unas 100 salidas diarias, la aviación estadunidense intensificó en las últimas 48 horas sus incursiones sobre las líneas del frente talibán al norte de Kabul, así como en la provincia de Balkh, donde se encuentra Mazar-e-Sharif.
"Nuestros esfuerzos desde el aire son claramente para asistir a esa fuerzas en el terreno a fin de que puedan ocupar más territorio", dijo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, al comentar el avance de la opositora Alianza del Norte, ubicada a apenas 50 kilómetros de Kabul.
"En la medida en que algunas de esas fuerzas avance contra las fuerzas talibán y de Al Qaeda -la red de Osama Bin Laden, acusado por Washintgon de ser el cerebro de los atentados de septiembre- nuestras posibilidades de éxito aumentan", señaló Rumsfeld en conferencia de prensa.
La primera demostración de esta nueva táctica de coordinación con la oposición afgana vino con la ofensiva de este lunes de las tropas opositoras contra posiciones de los talibán en el valle de Darae Souf, en la provincia de Samangan, vecina de Balkh, tras un intenso bombardeo de la zona por parte de aviones estadunidenses.
Avance agresivo
"La Alianza del Norte marcha hacia Mazar-e-Sharif y pienso que va a reunir sus fuerzas y sitiar Kabul o comenzar a avanzar agresivamente sobre la capital", había dicho antes en presencia del secretario de Estado, Colin Powell.
La toma de Mazar-e-Sharif sería un primer paso hacia la destrucción del poder de la milicia talibán. Para los estadunidenses esto tendría además la ventaja de que podrían apoderarse del aeropuerto y establecer así una cabecera para sus futuras operaciones comando en el interior del país.
A su vez, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Richard Myers, dijo que los ataques se dirigieron contra pistas aéreas, centros de comando y control y vehículos blindados.
Por otro lado, Rumsfeld dijo que "no hay evidencia" que respalde las aseveraciones de Kabul sobre que aviones de combate estadunidenses bombardearon el lunes un hospital en la ciudad de Herat, y mataron a unas 100 personas.
Aunque Rumsfeld ha admitido que algunas bombas estadunidenses aparentemente erraron sus blancos y mataron a civiles, desmintió la denuncias del talibán de que cientos de civiles han muerto en los bombardeos.
Además, el Pentágono ha negado que los talibanes hayan derribado helicópteros estadunidenses y capturado a sus tripulantes, durante las incursiones relámpago de las tropas estadunidenses en la noche del viernes en la localidad de Kandahar.
Sobre las operaciones terrestres, Rumsfeld no quiso hablar, luego de expresar su indignación por filtraciones en los medios de comunicación que, según él, pusieron en peligro la vida de los comandos estadunidenses que entraron en Afganistán.
El jefe del Pentágono se refirió a reportes de prensa, primero en The Washington Post pero también en otros diarios, publicados el viernes, que señalaban que las fuerzas especiales ya se encontraban en ese país.
"El hecho de que algunos miembros de la prensa supieran lo suficiente sobre esas operaciones para formular preguntas y para imprimir esas notas era claramente porque alguien en el Pentágono les había dado la información", indicó.
Por ello, dijo que no discutiría detalles operacionales que pudieran poner a sus tropas en mayor peligro.
En tanto, varios analistas locales dijeron que Estados Unidos busca avanzar en su ofensiva antes del Ramadán, que inicia a medidados de noviembre y durante el cual los musulmanes ayunan desde el amanecer hasta el anochecer.
Aunque la ley islámica no prohíbe acciones bélicas durante el Ramadán, y se han librado guerras durante ese periodo como fue el caso de Irán e Irak entre 1980-88, los analistas estiman que los ataques en ese mes podrían provocar grandes marchas antiestadunidenses en países musulmanes.
No al plan Marshall en Afganistán
En el frente diplomático, Colin Powell dijo que Afganistán no tendrá necesidad de un plan de reconstrucción del tipo Marshall, establecido en Europa tras la Segunda Guerra Mundial para reactivar la economía. Ese país se basa en una "sociedad agraria, algunas industrias de extracción con potencialidades de gas y petróleo, y una inversión bastante modesta puede ser más que suficiente", dijo hoy.
Sobre el papel de Naciones Unidas en un escenario postalibán, o sobre un eventual despliegue de fuerzas de paz del organismo, Powell afirmó no haber tomado una decisión al respecto, aunque señaló que existen dos posibilidades: "una fuerza de la ONU con cascos azules o una fuerza compuesta por contingentes de diferentes naciones voluntarias".
Powell regresó este lunes de China junto con el presidente George W. Bush, donde el mandatario logró un voto de confianza de Rusia en sus operaciones militares y el respaldo de los países de la Cuenca del Pacífico en la lucha antiterrorista.
La confianza de los estadunidenses en Bush se duplicó desde los ataques del 11 de septiembre, revelaba entre tanto un sondeo publicado hoy por Brookings Institution: un 54 por ciento de los consultados tiene una opinión "muy favorable" del republicano, comparado con 25 por ciento registrado en julio.
Más estadunidenses (79 por ciento, 20 puntos más que en julio) tienen una opinión favorable de los ministros de gobierno, en particular de Rumsfeld y de Powell.