Ť El talibán acusó a Abdul Haq de "espionaje y traición"
Revés a planes de EU, la ejecución de veterano líder opositor afgano
REUTERS, AFP, AP Y DPA
Kabul, 26 de octubre. La milicia afgana talibán propinó un duro golpe a los planes de Estados Unidos de fomentar un plan de rebelión interna al capturar y ejecutar a un veterano líder opositor, y mantenía cercados a unos 50 de sus seguidores en la provincia de Logar, en cuyas filas no se descartaba que hubiera efectivos "extranjeros" entre ellos.
"Dos helicópteros y un avión a reacción estadunidense llegaron al lugar y dispararon misiles. Los helicópteros trataron de aterrizar y socorrerlo, pero no lo lograron", señaló el régimen islámico a través de la agencia oficial Bajtar, al informar sobre la caída del legendario comandante pashtún Abdul Haq, de 43 años, considerado como un héroe durante la guerra contra la ocupación soviética (1979-89).
Estados Unidos se mostró inicialmente evasivo en cuanto a confirmar la noticia, pues el Pentágono evitó hacer comentarios. El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo que conocía informes al respecto y que "su muerte sería muy triste y lamentable".
Afirmó que "durante toda su vida, este caballero fue una voz para el establecimiento de un gobierno de amplia base en su país". Añadió que "ahora más que nunca, creemos que ha llegado el momento de que los afganos trabajen juntos para poner fin en su país a la presencia de terroristas extranjeros y establecer este gobierno de base amplia".
Pero Haq, a quien se le decomisaron documentos, aparatos de comunicación satelital y billetes en dólares, no sólo era un aliado de los estadunidenses, sino que era partidario del ex rey afgano Zahir Shah, exiliado desde hace 23 años en Italia.
Uno de los nietos del ex rey, Mostapha Zahir, sostuvo que había entrado al país en "misión de paz", que "sus intenciones eran honorables" y que la gente que estaba con él iba desarmada.
No obstante su muerte, dijo, seguirán haciendo esfuerzos de paz para que los afganos escojan sobre su destino según su "libre voluntad".
La agencia Bajtar indicó que Abdul Haq fue capturado en la madrugada del viernes en el poblado de Alí Shir, en la provincia de Logar, a unos 50 kilómetros al este de Kabul, y que se le ejecutó con armas kalashnikov, acusado de "espionaje" y "traición", junto con otros dos seguidores suyos.
Tras informarse que Haq y sus hombres fueron denunciados por lugareños cuando ingresaron al país desde Pakistán, los servicios de inteligencia del talibán se pusieron en movimiento. Al respecto director de la agencia Bajtar, Abdul Hanan Hemat, señaló que la ejecución se llevó a cabo acorde con un decreto religioso sobre traición y espionaje para Estados Unidos y Gran Bretaña.
Fuentes extranjeras de inteligencia, no identificadas por la prensa, señalaron que el plan del comandante era crear "una tercera fuerza" en Afganistán, fomentando una rebelión en la tribu mayoritaria de los pashtún contra el talibán.
Golpe a la estrategia de dividir a la milicia afgana
Haq ingresó recientemente al país junto con unos 100 hombres para negociar con los jefes de tribus y los talibán "moderados", dado que la opositora Alianza del Norte está formada sólo por facciones pequeñas, y ahora esto se constituye "en un revés enorme para la estrategia de dividir a los talibán", añadieron las fuentes.
El talibán advirtió contra los intentos de infiltración por conducto del jefe de inteligencia, Qari Ahmedullah, al apuntar que aconsejaba a los enemigos de Kabul y partidarios del ex rey que se mantengan alejados de "estas ideas peligrosas", ya que en caso contrario "van a sufrir graves consecuencias".
Sin embargo, aún había informes contradictorios e incompletos sobre los sucesos, ya que se reportaba que el talibán estaba cercando aún a unos 50 partidarios del líder mujaidín caído, en cuyas filas habría elementos "extranjeros".
Incluso, un reporte no confirmado de Jalalabad apuntaba que Haq habría sido capturado con otros siete seguidores y que tres de ellos serían soldados "extranjeros", en acciones en las colinas del distrito de Azro. Pero, al parecer, esto se conoció antes de la muerte de Haq.
Abdul Haq, quien pertenecía a la etnia pashtún, llegó a convertirse en próspero empresario con residencia en Bahrein, pero hace un mes regresó de Dubai para establecerse en la ciudad paquistaní de Peshawar, de donde ingresó clandestinamente a Afganistán con rumbo desconocido y cuya misión tenía el aval de Estados Unidos y Pakistán.
Este combatiente, que perdió un pie en la guerra pasada y quien se había separado del anterior régimen de Burhammuddin Rabbani tras ser expulsados los soviéticos, el 11 de octubre había condenado los bombardeos estadunidenses iniciados el 7 de del mismo mes contra Afganistán.